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1 jun 2019

EL COME-COCOS: VIDEOJUEGOS EN EL FUTURO

¿Cómo serán los videojuegos en el futuro? Recopilamos en una misma entrada un montón de opiniones acerca de cómo vemos el futuro de los videojuegos, tanto desde el punto de vista tecnológico como impacto y evolución social.

En este artículo, contaremos con una gran diversidad de figuras que van desde periodistas hasta bloggers, pasando por podcasts, streamers y amigos de El BloJ. La idea era encontrar diversas figuras que representaran a cada uno de los sectores del mundo de los videojuegos en la actualidad.

El texto que pedí a cada uno de los aquí presentes contaba con total libertad, tanto creativa como de espacio, aunque se establecieron algunos márgenes para mantener cierto equilibrio. La única referencia que les di fue un año: 2030, para intentar llegar a una visión futurista pero también muy realista y a la misma vez englobar las opiniones en torno a un mismo enfoque más próximo.

Sin más, os dejo con los textos, porque aquí los protagonistas son ellos. Enormes gracias a todos y cada uno de ellos por haber accedido a colaborar en esta pequeña recopilación. En cuanto al resto, existirán muchas más oportunidades tal y como ya se hizo en el anterior artículo de El Come-Cocos.






Paz Boris (@pazborisb) es una periodista que ha trabajado en numerosas revistas y webs especializadas de videojuegos. En su haber aparecen sitios como PlayStation R.O., Games TM, IGN España, Hobby Consolas, Playmania, Gamer y GTM. Además, es la autora del libro Mass Effect: De Caronte a la Galaxia publicado por Dolmen Editorial, y ganadora del premio Mejor Autora en los premios DeVuego 2018. Podéis encontrar todavía más información sobre ella en su blog Fantasía Gamer.




Me piden que piense cómo creo que será la industria dentro de 10 años y lo cierto es que es un poco complicado abstraerse tanto. Porque una década parece un periodo muy largo y, a la vez, es un suspiro. Pueden pasar muchísimas cosas mientras que otras mantienen su lento ritmo sin perturbarse. ¿Cómo creo que será la industria de videojuegos dentro de este tiempo?

En la actualidad estamos empezando a sentir ciertos aires de cambios que, si arraigan, pueden transformar por completo este sector. Los hábitos de consumo de los jugadores se alejan cada vez más del formato físico que comprar y almacenar, excepto si es un tipo de videojuego que pretenden revender una vez terminado. Los juegos como servicio empiezan a ocupar puestos más altos en la lista de prioridades de las compañías, que quieren mantener a sus jugadores más tiempo con un solo juego. Y las plataformas online de venta de videojuegos como Steam, Gog, Epic Store, etc. pugnan por repartirse un pastel que, si bien no deja de crecer dada la ingente cantidad de videojuegos, cuentan con un público fiel dispuesto a iniciar las guerras que sean necesarias para boicotear a la competencia (incluso a las compañías que opten por ella). La VR sigue dando tumbos, pero PlayStation ha hecho una apuesta más sólida (respecto a otros competidores por su precio y apoyo continuado). Y, por supuesto, la octava generación de consolas está llegando a su fin, y es aquí donde, quizá, se encuentra la mayor incertidumbre.

Dentro de 10 años quizá no tendremos las respuestas a estos cambios, pero sí se estará definiendo el rumbo del sector. La siguiente generación estará, probablemente, recién terminada y es muy probable que propuestas como Stadia hayan ocupado el mercado si de verdad todas las promesas de la presentación se hacen realidad. Imaginad la comodidad de una plataforma como esa. A pesar de mi romanticismo a la hora de adquirir y conservar videojuegos en formato físico, es inevitable ver las ventajas de un formato que no ocupa espacio y que te permite cambiarte de plataforma sin perder tiempo, dinero, ni calidad. Stadia llegará antes de que pasen esos 10 años, pero puede convertirse perfectamente en el futuro de este sector. Lo mismo opino de la VR, que ahora mismo se encuentra dando esos pasos tambaleantes de quien está aprendiendo algo nuevo.

No obstante, lo que más me preocupa de la industria de videojuegos no es en qué plataforma jugaremos, si los gigantes del sector seguirán existiendo o si finalmente me obligarán a dar el salto al formato digital. Lo que de verdad asalta mi mente cuando pienso en qué me encontraré dentro de 10 años es el estado de la comunidad de jugadores. En los últimos años, los movimientos de concienciación, de rechazo a los intolerantes y de integración de los colectivos más olvidados se han alzado con tanta (o más) frecuencia que movimientos dirigidos por el odio  como el gamergate (y me da igual eso de “actually, it’s about ethics”, porque se convirtió en una campaña de acoso, insultos y amenazas hacia mujeres trabajadoras del sector). La lucha por la normalización de todo tipo de jugadores, independientemente de su sexo, género, raza, edad… es algo que ocurre día a día, desde los eventos más multitudinarios hasta los pequeños artículos de opinión en revistas y webs de videojuegos. Y aunque algunos no lo quieran, es algo que deja huella.

Yo, dentro de 10 años, espero ver una industria más tolerante, una comunidad de jugadores que se aleje del odio y el acoso. Que las semillas plantadas hoy, germinen y crezcan con fuerza para que todos podamos disfrutar de los videojuegos sin que se nos juzgue. La igualdad total entre hombres y mujeres (en todos los ámbitos) no se logrará hasta dentro de un siglo, pero espero que la industria de videojuegos siga dando los pasos correctos para liberarse de esa capa de odio que la impregna con tanta frecuencia. Es el trabajo que todos hacemos hoy lo que permitirá conseguirlo y sé que dentro de 10 años, aunque sigamos viviendo situaciones de desigualdad, la industria de videojuegos será un lugar mejor para trabajar y para disfrutar jugando. Porque, además, es lo que necesitamos. Lo que nos merecemos.




Pepe "Rey Yogur" Carvajal (@Yogurout) lleva interesándose toda la vida por los videojuegos, y actualmente forma parte del Podcast Todo Sobre Cortana donde hace una mezcla de actualidad, análisis de títulos, artículos e incluso minijuegos.





Mi padre siempre me dijo que hay un momento en la vida, cuando llegas a la madurez, en el que los años pasan de manera distinta, como si en un abrir y cerrar de ojos dijeras “sin pensarlo mucho, ya estamos otra vez en diciembre”. 

Y esto, sin duda, es lo que va a pasar en el mundo de los videojuegos porque, cuando el señor NeoJin me preguntó cómo vería la industria en 2030, al principio, y al ser un niño de los 90, mi cabeza empezó a imaginar coches voladores y realidad virtual como en Matrix pero, rápidamente, mi yo adulto de 2019 me hizo ver que casi es 2020 y que diez años pasan bien rápido.

Dicho esto, tampoco creo que la industria no vaya a avanzar en nada porque, si hay algo que se le da genial al mundo de los videojuegos, es crecer. Desde los 90 hemos evolucionado de una edad antigua a una contemporánea en tan solo 30 años, y este año tenemos la prueba con la comparativa del remake de Resident Evil 2.

Mi conclusión es que, de aquí a diez años, por supuesto habremos mejorado en gráficos: las demás compañías se tienen que aclimatar a las expresiones faciales vistas este año por la “buena” Capcom e ir más allá mejorando los modelados de los escenarios. El streaming de videojuegos bajo demanda será un firme competidor pese a tener problemas los primeros años por las conexiones del jugador medio y coexistirán con la nueva generación de consolas que, a su vez, tendrán una versión más barata sin disquetera para “all digital”. La realidad virtual habrá encontrado por fin el buen camino marcado por Astro Bot, Moss y Déraciné.

Pero lo que le pido a la industria es que apueste por lo que puede llegar a aportar algo, cosas que algunos juegos de esta generación han marcado las bases. Sí, No Mans Sky fue un fraude y un fracaso, pero nos descubrió que se podía crear todo un universo de manera procedural, y el siguiente paso es que tenga sentido. La inteligencia artificial mostrada en promesas por parte de Naughty Dog y CD Projekt debe ser una realidad y no solo humo en los trailers. Y, por último y no menos importante, que Dreams y su modelo sean un éxito: la sencillez en el motor gráfico y la programación puede hacer que las pequeñas voces tengan las mayores ideas.




Jose (@Presstartcook) es el responsable de uno de los blogs más originales e interesantes que he tenido el placer de leer: Presstartcook, un blog donde analiza videojuegos y combina el análisis con una receta propia con la temática siempre acorde al juego en cuestión.





Desde que probé mi primer videojuego siempre me hice esta misma pregunta. ¿Hacia donde puede llegar todo esto? Y es que, los que ya peinamos canas, hemos conocido ya bastante recorrido en la evolución de los videojuegos, desde disfrutar de juegos muy simples pero que nos dieron multitud de diversión y horas de juego, hasta juegos con historias que nos enganchan, emocionan y nos hacen sumergirnos dentro de estos.

Como todo, esto al fin y al cabo dará un giro de 360 grados, tanto a nivel visual, en jugabilidad o en la propia forma de acceder a cualquier título, cosas que ya estamos viviendo muy de cerca gracias por ejemplo a las bibliotecas virtuales, el streaming o periféricos que nos dan la oportunidad de vivir el juego mucho más de cerca como es el caso de las VR, cosas que hace unos años ni imaginábamos que podíamos llegar a disfrutar.

En mi caso hay cosas que me gustan y otras no, siempre defenderé el formato físico, pero llegará el día que me tocará pasar página y adaptarme a ello, ya que como bien puedo imaginar y viendo como enfoca la industria el tema del desarrollo del hardware, el lanzamiento de las nuevas generaciones de videoconsolas nos ofrecerán máquinas con bastante potencia que nos den la oportunidad de acceder a una gran variedad de títulos sin necesidad de instalaciones, a golpe de click y sin depender de factores como las velocidades de conexión y descarga y quién sabe (y esto sería bonito) si pudiéramos acceder a todo el catálogo de las diferentes compañías a través de una sola máquina, dando igual la marca que podamos elegir para nuestro disfrute. 

Solo queda esperar y ver como poco a poco el sector va creciendo y con ello nuestras ganas de jugar siempre.




Cosas de Chicas Gamers (@cdChicasGamers) firman el siguiente texto de manera conjunta. Una web centrada en el mundo de los videojuegos pero que también amplía sus ramas a otros campos como el cine o los cómics. Su andadura es sólida y ha sido nominado a diversos premios desde su nacimiento.





Año: 2030. Tras superar el miedo a un régimen de derecha radical, la población mundial eligió a sus líderes sin mayorías absolutas y exigiendo el fin de la crisis de valores.

Sony lideraba el mercado en un principio, sin embargo, Microsoft le enfrentó con la retrocompatibilidad. Y mientras ambas compañías se cegaban en ganar su pulso frente a la otra, La Gran N, callada como una perra, distribuyó su consola de play anywhere por todo el mundo. Switch la llamó. Suena irónico hoy día. Las Switch se distribuyeron apagadas y como interruptores que son, cuando nadie lo esperaba, cuando todo el mundo se dedicaba a ser hater, a posar con lo que no conoce, a criticar de lo que no sabe y a defender su compañía fetiche como si poseyeran un % alto de acciones, las Switch se encendieron. El armageddon comenzó y Nintenzilla emergió de los mares y, junto con su red de interruptores que ya controlaban cada hogar donde compraron la Nintendo Switch, se coronó dictador mundial y así es 2030, una era entertainment donde solo se puede vestir cosplayeando personajes de franquicias Nintendo, nos alimentamos como Kirby y exploramos el espacio con naves como las de Metroid.

Sí, sí. Se me ha ido mucho la pinza pero ¿sabéis qué? Que Neojin ha pedido 300 palabras y no todo el mundo sabe enrrollarse hablado del incierto futuro consolero ¿vale?

Así que esto es lo que pensamos en Chicas Gamers. Muy a nuestro pesar el formato físico se irá a la mierda, los televisores serán tan potentes como ordenadores o al menos tan potentes como para rular los “Netflix de videojuegos” que serán la nueva guerra de mercado en la que a priori participarán Microsoft con Xbox Game Pass, el PS Now de Sony, Stadia de Google, y whatever de Amazon. Nuestros teléfonos móviles serán los mandos de juego en streaming y podremos continuar la partida en el metro o en el bus cuando no estemos delante del televisor. Steam morirá porque Kojima se ofrecerá para terminar Half Life y gastará tanto dinero en la producción que toda Valve caerá. Epic Store murió al poco de pasarse de moda los battle royale. No merece ni la pena mencionarlo. Origin, uPlay y el resto de mierdas de las desarrolladores de videojuegos grandes, fueron absorbidos por Microsoft, la cual intentó liderar el sector, pero se le escapó fabricar buenos televisores y teléfonos móviles por lo que siguen en la cuerda floja, subsistiendo gracias a que tienen buenos servidores. ¿Y Nintendo? Creemos que controla el universo en silencio. En realidad todo el mundo sabe que es así, pero no se comenta.



Paul Atreides (@AtreidesXXI) lleva tiempo haciéndose un hueco en el mundo de los blogs dedicados a videojuegos. Formó parte de Gamefilia y actualmente lleva el blog Casa Capitular de Atreides, además de compaginarlo con colaboraciones en diversos podcasts entre los que destacan algunos como La Taberna del Androide o El Batallón Pluto. También saca tiempo para co-administrar la comunidad de Ludonautas.




Es difícil pensar cómo será la industria del videojuego dentro de diez años porque es una industria tecnológica y una década son unas dos o tres generaciones de consolas. Sin embargo vamos a intentarlo partiendo desde la tecnología que está a punto de llegar. Creo que las claves para el cambio van a estar en el 5G, la realidad virtual y el cloud computing. El 5G puede resultar una revolución en la industria pues va a dar un enorme ancho de banda y una capacidad a los dispositivos portátiles comparable e incluso superior a lo que la actual. A esta tecnología se une la computación en la nube que permite ejecutar los juegos en los grandes centros de datos donde se alojan los servidores de las compañías.

Estas dos tendencias parece que confluirán en que los juegos serán cross platform porque podrás jugar en cualquier sitio con cualquier dispositivo. Todas las compañías están trabajando en ello y la tecnología casi está madura para que pueda competir en calidad con opciones más tradicionales. En diez años creo que habrá una generalización de esta forma de jugar porque será muy fácil y muy cómodo, sin instalaciones, algunos por servicios de cuotas, otros financiándose de compras internas, y otros comprándolos. 

A esto se unirá la eclosión de la realidad virtual. Creo que esta tecnología ha venido para quedarse. Aporta tanto y es tan impresionante que, a pesar de estar aún muy verde, con sistemas no lo bastante potentes para funcionar sin molestias, cascos aparatosos, juegos reguleros, sin vendeconsolas, precios muy altos  y un sinfín de cables, ya hay una segunda generación de dispositivos, el crecimiento sostenido de las ventas en los últimos años es importante. La mejora de la tecnología y el abaratamiento de los dispositivos la volverá mucho más atractiva y es el auténtico salto cuántico en la forma de jugar.  Creo que dentro de diez años la realidad virtual estará en todos los hogares de forma muchísimo más cómoda y que irá mucho más allá de los juegos, pero que en ellos será fundamental. 

El streaming será el servicio que se generalice pero creo que, no se perderán los juegos jugados en PC y la nostalgia se mantendrá. Para empezar porque el PC es la plataforma base que lleva utilizándose para jugar durante más de 40 años gracias a que es una herramienta multiusos y una de sus posibilidades es la de jugar, además a juegos de todas las épocas y, antes o después, de todas las plataformas. Esto no cambiará porque permitirá jugar en streaming, jugar a todo lo anterior y seguirá haciendo una importantísima labor de preservación del videojuego y para los desarrolladores independientes que no puedan acceder a esos canales de streaming seguirá siendo una vía para poder mostrar sus juegos.

Sin embargo, el formato físico será completamente residual, solo para ediciones de coleccionistas pero probablemente sin más que un código como juego porque no creo que las consolas físicas del futuro tengan lector de discos. De hecho, si aún existen, me sorprendería si fueran poco más que un decodificador al que conectar los periféricos ya que la ejecución del juego se da en la nube. Sin embargo, no creo que las tiendas digitales desaparezcan sino que adaptarán y ofrecerán esos mismos servicios de streaming sin dejar de vender juegos digitales. Porque hay generaciones acostumbradas a tener su juego y porque hay juegos que con su parte de cuota no serían rentables. Solo que podrás empezar a jugar inmediatamente, sin descarga.

También quiero creer que en diez años el tema de la preservación no dependerá de la comunidad pecera que se encarga de la emulación sino que las instituciones públicas habrán tomado conciencia de la importancia de los videojuegos como elemento fundamental del final del siglo XX hasta la actualidad y se preservará y expondrá de forma oficial.  Es decir, que la percepción del videojuego alcanzará un doble estatus de diversión habitual y de arte con todas sus letras, como le sucedió al cine en su momento. Porque creo que el videojuego con este crecimiento en popularidad pero sobre todo con el añadido de la realidad virtual y el medio siglo de experiencia detrás eclosionará, evolucionará y encontrará su camino más allá del cine, de los cómics o de cualquier otra arte para hablar un lenguaje propio. Esa interactividad que es su característica principal se potenciará enormemente con la realidad virtual y por fin alcanzará la madurez que a día de hoy le falta.

Así que el futuro que creo que nos espera es un futuro en el que no dependerás del dispositivo que tengas para poder jugar, que la realidad virtual se habrá impuesto y que el PC mantendrá su estatus tradicional por esa capacidad innata de transformarse y asumir los cambios y será el último baluarte para el juego tradicional.

Suceda así o todo lo contrario creo que va a ser enormemente interesante y será estupendo ver cómo va transformándose. Saludos fremen.





Li Valentine (@Li_Valentine) lleva mucho tiempo jugando a videojuegos, y a día de hoy es una streamer que se acerca al millar de seguidores. Podéis verla a menudo por su canal de Twitch.





Cómo veo los videojuegos en 10 años… Para responder lo más fácil me resulta en pensar en hace diez y creo que ni se me hubiera ocurrido pensar lo que ha crecido la industria. Hace 10 años en el e3 anunciaban L4D2, imagínate. Microsoft anunciando Twitter y Facebook para la 360, Nintendo con WiiFit y Sony con Uncharted 2 y aún sacando juegos para PSP…

Pienso que lo increíble de este sector es el potencial que tiene. Es algo que hace diez años no todo el mundo veía pero ahora es indiscutible. Y ese potencial se debe a que todo el mundo tiene cabida ya no sólo jugando sino a la hora de consumir el contenido que genera tanto en Twitch como en YouTube.
Las generaciones que crecimos jugando y seguimos jugando somos adultos ya. En diez años otra generación más será adulta. Imagínate. Y nosotros tendremos la edad de quien ahora mismo casi no consume videojuegos.
Hay mucho que andar a muchos niveles. Tanto hablando de distribución como socialmente. Mucho que madurar, aprender a alegrarse de que ya hace tiempo que no somos los raros y dar la bienvenida a quienes disfruten de esto como los que lo llevamos haciendo siempre y aprender a convivir


En general, y después de tantos años en el mundillo, la sensación que tengo con los jueguicos, con los esports, con su público y la empresas dedicadas a ello es la misma que cuando empieza la caída en la montaña rusa. Que ya ha empezado y por eso al mirar atrás da vértigo. Pero en realidad es un momento muy bonito de vivir, desde fuera y desde dentro.



Reeko (@VictorVS1979) cierra la recopilación con un relato de ciencia ficción, como no podía ser de otra manera. Ha dedicado mucho tiempo al mundo de los videojuegos, incluyendo blogs y podcasts. Actualmente lleva el podcast en Ivoox Last Night Club (conocido previamente como Neon Nights).





Año 2030, NeoKobe, Japón.

La sociedad sumida en la vorágine tecnológica demanda nuevas formas de ocio, entre ellos el videojuego.

Cayeron compañías como Sony que no supo evolucionar su experiencia lúdica con el paso del tiempo. Nintendo evolucionó hacia métodos de ocio basados en la realidad aumentada y virtual creando mundos totalmente interactuables de sus grandes sagas como Mario o Zelda. Microsoft por su parte se alió con Amazon para crear el mayor monopolio de sistemas operativos para pcs y centros multimedia para el hogar. Grandes compañías como Apple se dedicaron únicamente a los smartphones y smartglasses. Una compañía como Tencen se convirtió en dueña y señora de las experiencias de ocio virtual poniendo uno de sus aparatos en cada hogar de este mundo.

La experiencia de juego ha cambiado, se requiere por parte del jugador una mayor inmersión en los juegos, entornos más perfectos y experiencias únicas. La VR es lo que mueve el mercado.

Hace poco y gracias a ayudas de los propios jugadores, un par de compañías que perdieron fuelle como Valve y Sega, se animaron a atraer la parcela jugable más básica junto con la nostalgia de sus títulos y forma de jugar, una consola de toda la vida, abarcando el mercado del videojuego no mainstream.

Los centros arcade volvieron a resurgir para albergar algunos de las mayores máquinas de VR conocidas, las colas para jugar son inmensas.

Poco a poco vemos que el videojuego se ha incrustado en la sociedad como en su momento hiciera el cine. Es verdad que ese aura que tenía hace años, casi al principio, de experiencias para escapar de tu rutina ha desaparecido por formar parte de la vida común. Juegas mientras vas al trabajo, mientras estás con los amigos, con la familia... el propio cine se ha convertido en experiencias jugables... todo lo inundan los videojuegos.

La visión que existía de los videojuegos hace años ya no existe actualmente, todo el mundo juega, todo el mundo experimenta y yo me pregunto ¿es realmente lo que queríamos?

2 comentarios :

  1. Pues el último relato es lo que más se parece a lo que yo tenía pensado escribir, y aún así muy diferente, a ver si algún día me animo a plasmar esa idea que aún me ronda la mente

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