Rez

Rez es un juego raro de narices que hará la delicia de los amantes de lo cibernético. Una mezcla totalmente original de rail shooter con juego musical, ahí es nada.

Rez es la creación de Tetsuya Mizuguchi junto al resto de compañeros de United Game Artists responsables de la creación de Panzer Dragoon. De hecho, podemos ver varias cosas del ya mítico juego de Saturn en este extraño Rez. Nuestra misión básicamente será fijar objetivos (hasta un máximo de ocho disparos) para disparar a las distintas amenazas de manera automática. Con pasar el cursor sobre los enemigos ya los tendremos fijados, y todo pasa más por una cuestión de tiempo que de habilidad, ya que el único peligro que hay (que no es poco) es no hacer frente a los misiles que nos disparan como suele pasar en este tipo de juegos.

Aunque no lo es, a veces parece más como una demostración técnica que otra cosa. Esto queda enfatizado por su escasa duración: cinco niveles de los cuales tan sólo uno tiene una estructura cercana a lo que sería una historia. De hecho es éste el nivel por el que merece más la pena jugar a Rez, a pesar de que la batalla con el jefe final sea exageradamente larga. Además propicia distintos finales de pequeñas diferencias entre sí.

Espectacular es poco

Parte del encanto de Rez radica en su estética. Todo es bastante Tron, incluso la propia historia, ya que encarnaremos a un hacker que se mete dentro de una red con el objetivo de que Eden, una IA que está sopesando apagarse por sí misma, no acabe tomando esa decisión que propiciaría daños catastróficos. Así, tendremos que llegar hasta el núcleo y reactivar a Eden, destruyendo por el camino los virus informáticos que andan por allí y pasando los cortafuegos que vamos encontrando. Al parecer, un pintor llamado Wassily Kandinsky es la principal inspiración estética de este Rez.

Composition VIII, del tal Wassily Kandinsky (1923)

Si a Rez le quitamos su estética y su "mundo" no es gran cosa. Vamos, que si nos centramos en el aspecto únicamente jugable tenemos algo demasiado común. Tendremos que enfrentarnos a los enemigos y al final de cada nivel a un jefe final de espectacularidad considerable. Además de fijar objetivos contamos con un ataque especial que actúa a modo de bomba y que borra todo lo que haya en pantalla. También podemos mejorar nuestro personaje recogiendo orbes azules que van apareciendo durante nuestro periplo por los mundos cibernéticos, cosa bastante importante para afrontar determinadas batallas contra jefes de dificultad considerable.

Uno de los jefes finales de nivel

¿Hay algo más en Rez que comentar? Sin lugar a dudas su aspecto sonoro. Cuando decía al principio lo de juego musical no estaba de coña. Rez no tiene FX propiamente dicho, en cambio, los sonidos que emiten las destrucciones de las naves enemigas o la fijación de los propios objetivos forman parte de la canción, o mejor dicho, la propia canción va mutando en función de lo que vayamos haciendo. Un  poco a lo Bit.Trip Runner pero sin ser una línea prefijada en cuanto a música. Es una verdadera gozada sonora lo que hace Rez, y más todavía en 2001 cuando apareció el juego. Ni siquiera tengo claro cómo hace algo así, pero hay sensación rítmica dentro del caos que se enseña. También es cierto que es una música muy tendente al propio caos, y los sonidos aleatorios le pegan, pero eso no quita para que el efecto final sea más que remarcable.

Así que Rez es, efectivamente, uno de esos juegos raros de los que no habrás oído hablar demasiado. Merece la pena aunque parezca durante gran parte del juego una demo técnica, quitando ese último nivel que es una barbaridad en diseño y ejecución.