De los creadores del sorprendente Hitman GO, llega Lara Croft GO.
Pero eso sí, abandonando todo el rollo de juego de tablero que traía Hitman GO. La verdad es que era un giro interesante, pero Lara Croft GO renuncia a esa "estética" y presenta un juego que, sin ser innovador, consigue sorprender muchísimo.
Y es que los primeros niveles me dejaban un tanto suspicaz. Me limitaba a avanzar, con algún que otro desvío de vez en cuando. Sí, me gustaba lo que veía en pantalla, pero no alcanzaba a divisar cuál era el potencial de un sistema tan rígido. No tardé mucho en enamorarme de un juego que me pilló a contrapié. Con su estética e interfaz de juego para móvil, Lara Croft GO se acaba erigiendo como un juego que hay que jugar. Bajo una pequeña capa de acción se encuentra una apuesta muy atractiva por los puzles. Este Lara Croft GO no tiene ningún complejo a la hora de mostrarse tal y como fue concebido, y la jugada le sale muy bien.
Cada nivel introduce una nueva mecánica. Cada nivel está pensado para llevar al jugador de la mano a través de una dificultad sumamente bien cuidada. Desafiante, pero in duda reconfortante. Pensad en él como una especie de puzle por turnos con casi siempre una única solución, que tampoco pretende que te tires horas en cada pantalla. De hecho, Lara Croft GO tiene un aura minimalista que acaba convirtiéndolo más en un juego relajante que frustrante. A la linealidad del juego se le suman unos coleccionables que, la verdad, te sacan un poco de contexto. Buscarlos implica desconcentrarte de lo que hay delante de ti durante demasiado tiempo y en demasiadas veces.
El juego se tuerce con su aventura de bonificación. Una aventura gratuita destinada a aquellos que ya habían acabado el juego. Ultracompleja, con un mal diseño de puzles que tira por tierra todas las virtudes de un juego que estaba muy bien hecho como estaba. Al ser un extra tampoco incide mucho, pero el sabor de boca final no fue el que esperaba.
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