L.A. Noire

He patrullado por las calles, he pasado por tráfico, por homicidios, por antivicio y por incendios y he resuelto un montón de casos, pero no he conseguido resolver el misterio que más me ha inquietado. El misterio de cómo un juego que tiene todo a su favor se convierte en uno de los peores a los que he jugado en mucho tiempo.

Yo era uno de los que esperaban L.A. Noire como agua de Mayo. La forma en la que se vendió, casi como una película y una revolución del género, se unía a un contexto que me atraía mucho. Hasta se presento en festivales de cine o algo así recuerdo. Si a eso le unimos la compañía detrás de todo, Rockstar, el éxito estaba asegurado. Rockstar había cumplido con creces con GTA IV, por mucho que los puristas lo pongan a parir. Para mí es uno de los mejores juegos a los que he jugado. Team Bondi es el responsable del crímen de L.A. Noire, aunque tampoco me alegro de su cierre por varios problemas con la propia Rockstar y demás asuntos legales. Yo creo que L.A. Noire ya es suficiente motivo como para que una compañía cierre.

Team Bondi pegándosela

La primera vez que vi oir hablar mal de L.A. Noire fue en El Pixel Ilustre. Allí, una adorable criatura llamada Andresito lo ponía básicamente a parir, y creo que le daba un cuatro que le hacía obtener una carta de Rockstar pidiéndole que retirara su artículo (en el fondo yo también quiero cartas, Rockstar, por eso voy a hablar mal del juego). Al tal Andresito le tachan un poco de gafapasta, siempre buscando juegos que nadie conoce, apostando por la escena indie, criticando los Call of Duty… ya sabéis, un gafapasta del mundillo. Yo nunca lo he visto así, y se me ocurren ejemplos claros al respecto, pero ése no es el debate. Lo que sí que pensé es que el juego había creado tanta expectación que al susodicho se le había cruzado un cable, más todavía cuando hablaba con Kirkis (sí, otro personaje de dicha página, mucho más peligroso y despiadado) y me decía que el juego estaba bien, sin más. Estaba convencido de que, cuando lo jugara, mi opinión iba a ir más en la línea de “el juego está bien”, porque es realmente difícil que un juego me desagrade.

Todos sabéis que juego a basuras infectas, a juegos rellena catalogo por doquier, y que de alguna forma masoca me lo paso hasta bien. No es el caso de L.A. Noire. Sinceramente, si el juego hubiera sido un desconocido y me hubiera topado con él lo hubiera sufrido igualmente. No hay nada que me guste del juego, y cuando digo nada, es nada. Ni siquiera el personaje, que suele ser algo que siempre me deja como mínimo indiferente. Ni Cole Phelps, ni la pandilla de marines secundarios. No hablemos ya de nuestros compañeros… Pero vayamos por partes.

Esta escena es muy Tumba Abierta, de Danny Boyle

El aspecto técnico es lo único salvable. Las animaciones faciales son impresionantes, pero las explotan de una manera tan extrema que se hacen demasiado descaradas. Es un continuo mensaje de “eh, mirad que bien hemos hecho esto”. Los gráficos están bien, pero me esperaba algo más. Hay serios problemas de popping, y también lo inverso. A mí me desaparecían coches delante de mis narices. El sonido no tiene ninguna pega, y las voces acompañan muy bien a las “actuaciones”, aunque Phelps a veces parece que te va a arrancar la cabeza en cada una de las preguntas que hace. La música merece la pena por oir a Thelonius Monk o a The Ink Spots (con una canción que aparecía en Fallout 3).

Sobre la historia, los casos están presentados como independientes pero acaban teniendo relación unos con otros. Esto estaría bien si no fuera porque mi interés fue nulo en todo momento, y cuando dejé de interesarme por una historia que no me atraía todos los casos empezaron a resultarme aburridos, como una pirámide que se desmorona al quitarle la base o más bien como un efecto dominó. Si a esto le añadimos que lo más interesante ocurre en los primeros departamentos tenemos un efecto sopor de cara al final del juego considerable. Y es que encima el final es bastante malo, no destriparé nada, claro está, pero tenía pensado ponerle mayor puntuación hasta que vi semejante finiquitado, que me dejaba con mal sabor de boca, por si acaso se me había pasado lo malo que era el juego.

Y sobre los personajes… bueno, Cole Phelps no me gustó nada, me pasa un poco como con Layton, son personajes que viven por su trabajo y parecen perfectos. No me suelen caer bien, pero esto no ha influido en que me guste más o menos el juego. De todas formas lo prefiero a llevar al tal Kelso, que se prodiga en los últimos casos e hizo hasta que echara de menos al cansino de Phelps. Los compañeros que llevamos son inútiles directamente, y todos, salvo el de tráfico, me cayeron muy mal. Además, sus continuos mensajes homófobos y machistas acentuaron mi repulsión. Vale que en los 40 la cosa era muy distinta, pero tampoco veía necesidad de muchos de los comentarios despectivos que se hacen.

El verdadero drama del juego es el propio sistema de juego. La mecánica, que diría el tal Andresito. Básicamente el juego se compone de investigar escenas del crimen, perseguir a sospechosos que huyen, hacer interrogatorios y por último algunas escenas de acción con peleas y sus correspondientes tiritos y coberturas. Todas ellas tienen palos que recibir, por desgracia, y no estoy siendo nada exagerado.

Empecemos por la investigación de escenas del crimen en busca de pistas. El amigo Phelps se pasará largos periodos de tiempo cogiendo objetos inútiles, como limones, botellas, tenazas y otras estupideces que, no sabemos muy bien la razón, necesita palpar. Debe tener algún tipo de trastorno desde la infancia al respecto. Cuando hemos encontrado todas las pistas de un lugar se nos suele tachar de la libreta donde apuntamos todos nuestros progresos. Como podéis intuir no hay muchas posibilidades de dejarse pistas, más que nada porque el propio juego no te deja avanzar hasta que encuentres lo que importa. Es uno de los impedimentos que hacen de un juego como L.A. Noire algo insultantemente lineal, pero esto no es lo más determinante.

Phelps sospechando de un cítrico

Perseguir a sospechosos es divertido, ya sea a pie o en coche. Bueno, es considerablemente sufrible cuando ocurre en vehículos porque el manejo de los mismos es bastante tosco. Al menos yo me sentía muy incómodo cuando montaba en coche… y se quejaban del Mafia 2. De todas formas las persecuciones en coche están bien conseguidas. Luego a pie ya hay cosas bastante absurdas como la tontería de tener que apuntar al sospechoso hasta que se llene un circulito y pegar dos tiros al aire para acojonarlo. Los placajes tampoco es que se lleven de la mejor manera posible. Otras partes de “acción”, como subirse a una lámpara de cristal o andar por tablones manteniendo el equilibrio ya sí que son más preocupantes.

Phelps Auditore da Firenze

Las escenas de acción son bastante básicas, con un pobre sistema de coberturas y una nefasta inteligencia artificial. Los tiroteos son una versión descafeinada del GTA IV, con unas físicas muy pobres que también podemos ver en el resto de objetos de LA. Por lo menos no eran desesperantes ni entorpecían la jugabilidad, es más, llegué a agradecer momentos de acción simplona en lugar de asquerosos interrogatorios y búsqueda de pistas. Las peleas también son muy GTA IV, pero requieren de más machaque de botones.

Por último, lo más importante del juego que hace que sea tan mediocre y muy por encima de todos los demás fallos, los interrogatorios. Vale, yo soy un mal detective, fallaba mucho incluso sabiendo que las caras eran siempre un poema cuando tenían algo que ocultar. El propio juego te confundía a la hora de hacer los interrogatorios, y no quedaba clara la prueba que te pedían para destapar una mentira. Claro que yo esperaba un Phoenix Wright en cuanto vi por primera vez de qué iba la cosa, pero ni de cerca, y mira que no hay cosa más plana que el Phoenix Wright. Bueno, eso es algo secundario comparado con lo que viene… porque da exactamente igual que seas un buen detective. Da exactamente igual que, si tienes tres preguntas que hacer, las falles las tres, porque al final el sospechoso acabará diciendo su frase prefijada y la investigación continuará sin mayor pega. Es más, podemos hasta acusar a un sospechoso totalmente inocente, enchironarlo y el juego seguirá sin mayor novedad. No hay lugar para historias alternativas o rejugabilidad, tan solo la diferencia entre obtener al final del caso una escena de video con tu jefe satisfecho o amenazándote con limpiar las calles con tu culo.

Bueno, y sentirte tremendamente realizado con esta pantalla

Me pondría a hablar también de los objetivos secundarios del juego, las misiones secundarias de crímenes callejeros que te hacían conducir horas por una ciudad tan grande como desaprovechada, o la eterna colección de periódicos, rollos de película o coches que había que encontrar, pero sinceramente creo que son añadidos al juego que no afectan en lo malo que me ha resultado ser. Todo lo otro que he comentado, y muchas más cosas de las que me acuerdo ahora mismo pero ni merece la pena mentar, desde luego que sí. L.A. Noire es un juego mediocre, pero sus defectos se acentuaron más por haberlo vendido como la piedra angular de los videojuegos para los próximos años. Espero que Rockstar no aprenda mucho de L.A. Noire, y si lo hace que sea para que no se vuelvan a repetir todos sus fallos. Ni siquiera quiero la tecnología de animación facial a la que acabé cogiendo hasta manía.

Esta cara es 100% Newell cuando se le pregunta por Half-Life 3

PUNTUACIÓN

3.5