DEAD SPACE Y SU INMADUREZ - ANÁLISIS

He vuelto a revivir lo que me pasó en 2008. Al final no he evolucionado nada.

Los años donde nació Dead Space fueron los años más determinantes de la industria de los últimos tiempos. Fue, de alguna manera, la última gran avalancha de nuevas IPs, antes de que el modelo acabara evolucionando. Vimos el nacimiento de las franquicias más importantes que nos han acompañado en los últimos años. Juegos como Gears of War, Assassin's Creed, Mass Effect o este propio Dead Space, el cual se quedó un poco en el camino tal y como hicieron otras franquicias como Mirror's Edge o Lost Planet, por citar algunas. Tras tres títulos de la saga principal, Dead Space dijo adiós en 2013 hasta ahora, diez años después, cuando Motive Studio lanzó el remake del primero.

La sensación cuando fue anunciado fue la de que no hacía falta un remake de Dead Space, y sí más un reboot. El juego de 2008 sigue siendo un gran juego, que no ha envejecido demasiado, y al que se le ha vitaminado con un rebozado gráfico propio de la tecnología visual que disfrutamos ahora. Por mi parte, y por la de muchos, la lectura de este remake fue la de estar un tanto defraudados por lo innecesario de la propuesta, pero contentos por ver que Dead Space, de alguna manera, sigue existiendo.

Mi relación con Dead Space es muy complicada. Como sabréis, me encanta el terror, tenéis multiples ejemplos a lo largo de El BloJ que así lo demuestran. También me encanta la ciencia ficción, y más todavía espacial, por lo que casar ambos mundos, tal y como hicieran las películas de Alien, es prácticamente una apuesta segura a poco que se garanticen unos mínimos. Olvidé un poco mi partida al primer Dead Space allá por 2008, pero recuerdo sentir que no me había gustado tanto como a los demás. Me sentía raro, por ser el target más target posible, y no acabar nunca de casar con él.

Tiempo después, Dead Space Remake se me ha puesto a tiro gracias a Game Pass, y lo empecé no por tener ganas como tal, sino por tener un hueco que rellenar. Cuadno lo empecé, y sumido en su despliegue audiovisual y atmosférico, me preguntaba cómo no me pareció Dead Space una de las mejores obras de mis géneros favoritos que se han hecho. Supuse que me pillaría de malas, y que aunque disfruté del juego, en esos años hubieron tantos títulos buenos que acabaron eclipsando uno que debió recibir todavía más mérito. Volví a alucionar con su interfaz, tan especial que no me explico cómo no ha sido imitada a la saciedad. Disfruté de esos pasillos y corredores ahora más impresionantes con las mejoras de iluminación, donde los videojuegos han centrado su enfoque más tecnológico. Dead space me parecía sólido y casi perfecto, no le podía encontrar a ningún pero.

Pero siguo siendo la misma persona que entonces, porque lo que empieza siendo un gran juego con una estupenda ambientación, se acaba perdiendo a las 5-6 horas, momento en el cual, cada vez que puede haber un susto o un bicho saliendo de un conducto de ventilación, lo hay, y momento en el cual, cada interruptor que pulsas inicia una horda de enemigos acercando mucho más Dead Space a un Call of Duty que a un juego de terror ambiental. Lo que me parecía un juego adulto, maduro y con sentido, se acababa convirtiendo en una sobredosis de cine palomitero, muy alejada del concepto de terror que tengo yo en mis estándares. Los giros argumentales, que se ven venir desde casi el principio del juego, unidos a un final a la altura de un capítulo de terror mañanero de la serie Pesadillas, no son más que otro ejemplo del terror inmaduro que acaba reinando en Dead Space.

No nos equivoquemos, porque ese último párrafo tan duro no quita para que Dead Space sea un gran juego, incluso cuando me he topado con algún que otro bug que me ha hecho sentir este Remake algo más endeble que la sólida versión original. Motive Studio conserva lo divertido de la propuesta, y aunque diría que ahora, con una iluminación distinta, la oscuridad se torna incómoda de más en lo jugable, lo cierto es que no puedo dejar de recomendar Dead Space casi como quien recomienda una producción de culto, porque salvo que Electronic Arts decida solucionar esto, no hay muchos indicios de que vaya a volver a ser un buque insignia de la generación.

Por lo demás, me resulta duro evaluar un juego que me gusta tanto pero del que solo siento tristeza por no haber sabido mantener un tono distinto. Veremos si este remake, bastante aplaudido por critica y público, sirve de puerta para continuar con los remakes del 2 y del 3, o si van más allá y nos dan una revisión. Apostaría por lo primero, honestamente.