Un poco de mi basura veraniega.
Haruneko Entertainment (RoboPhobik, Amazing Princess Sarah), una compañía más pendiente de sobrerredondear los pechos de sus protagonistas que de diseñar niveles, nos trae este pequeño gran sufrimiento de juego llamado Akane: The Kunoichi que jugué durante un par de madrugadas de ola de calor. Sin embargo, he estado suficientes veces en esta misma situación como para saber que mis manos -y todo lo demás- sudadas no eran el motivo por el que el juego se acerca a la categoría de injugable.
Sobre el papel, un plataformas de acción donde encarnamos a una ninja en una gesta para rescatar a su amado. Rascando un poco más, unas obvias referencias a la saga Shinobi, la mítica saga de Sega, a la cual homenajea -por no usar otra palabra- con las habilidades especiales, movimientos e incluso aspecto visual de sus niveles -algunos con especial descaro-. En las imágenes, un potable juego de acción y plataformas, pero lejos de ser un reflejo de la realidad.
Ponerse a los mandos de Akane es también engañoso. Sus dos/tres primeros niveles ocultan toda la capa de problemas jugables que no empiezan a aparecer hasta que el juego se va volviendo más demandante. Un wall jump demencial, una ausencia total del llamado coyote jump, una respuesta a los mandos insuficiente que podríamos perdonar de no ser por un diseño de niveles inhumano, donde conseguir todos los elementos extra en busca del 100% implica sudar sangre. El que escribe estas líneas lo consiguió tras 4 horas de juego, por lo que tampoco estamos hablando de un desafío que requiera especial dedicación, pero la sensación es la de estar ante unos desafíos tremendamente incómodos que rozan la imposibilidad en los últimos niveles.
Sin mucho tiempo para odiarlo, Akane: The Kunoichi es lo suficientemente insignificante como para ser "uno más" y olvidarme de él con el paso de los meses, pero ahora mismo recordar esas 4 horas me acerca más a la pesadilla que al olvido.
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