EXOPRIMAL ES INCLUSO PEOR DE LO QUE PINTABA - ANÁLISIS

No hay sorpresa, no hay giro de última hora, Exoprimal no es capaz ni de agarrarse a su propia mamarrachada.

Parecía una broma cuando Exoprimal fue anunciado, e incluso muchos sospecharon de que se trataba de una campaña que encubría nada más y nada menos que la vuelta de Dino Crisis. Hordas de dinosaurios que caían de los cielos a centenares, combatidas por exoarmaduras con el noble arte de la acción en tercera persona y el micropago, en un juego que desempolva la vieja plantilla del juego servicio. No había ningún secreto, Exoprimal es real.

El estado de gracia en el que estaba -y está- Capcom, nos hacía darle un voto de confianza, especialmente cuando se nos ponía todavía más a tiro con el anuncio de su inclusión en Game Pass, haciendo que, como mínimo fuera interesante probarlo, y pudiéramos ver, de primera mano, si toda esa maraña de números, dinosaurios y explosiones, tenían algún sentido una vez entrado en el flow. Tras jugar unas 5 horas, puedo decir que no.

Y es que Exoprimal es una especie de musou con armas de fuego, donde Capcom hace gala de su músculo con el RE Engine para poner en pantalla tal cantidad de enemigos, además de los aliados que nos acompañarán en estas extrañas partidas multijugador que nos enfrentan a otro equipo de una manera similar a la que podemos encontrar en los fantasmas de los modos de conducción. Una carrera contra el tiempo -el del enemigo rival- que terminará, siempre y cuando así lo marquemos en el menú, en una pequeña parte de versus contra nuestra contrapartida exohunter.

Por supuesto, 5 horas echadas en un juego online de este tipo, da como para entender la idea y propuesta, pero no para profundizar demasiado, especialmente si echamos un vistazo a la enorme cantidad de personajes entre los que elegir y que, de primeras, me despertaron una fuerte pereza. Tampoco parece que la implicación de cara al grupo tenga mucho que ver, más allá de las interacciones obvias al escoger personajes de apoyo encargados de curar al resto. No he sentido colaboración, y tan solo he jugado partidas donde los jugadores van a su bola aniquilando la mayor cantidad de dinosaurios posible.

Lo que más me ha decepcionado de Exoprimal es su escasez de contenido, a destacar la poca variedad de escenarios, que se sienten todos iguales, y la bajísima cantidad de enemigos especiales, haciendo cada enfrentamiento algo tedioso y repetitivo, incluso cuando la acción busca la locura. La única verdadera satisfacción que encontré en Exoprimal fue acertar un lanzamiento de granada sobre una horda de raptores, ya que los demás enemigos, los especiales, se comportan como meras esponjas de daño. Gunplay básico, para transmitir las mismas emociones que puedo tener mientras me lavo los dientes.

Todos confiábamos en Capcom, y por ello, por más que nos enseñaban trailers y eventos gameplay, esperábamos algo más, incluso sobre esa nube de mamarrachismo en la que está instalada el juego. Desgraciadamente, mis sensaciones jugando en el minuto uno, son las mismas que cuando llegué a las cinco horas. Es cierto que este género no es el mío, o mejor dicho, esta estructura, pero no veo ningún motivo para preferir Exoprimal a cualquiera de los otros cien juegos de plantilla de juego como servicio.