Un juego con alma de producto para móviles que me sirvió, tanto para echar un par de buenos ratos, como para hacerme una idea de lo que puede venir en la saga.
Licorice y Noio nos traen un curioso juego de estrategia en 2D con scroll horizontal, que combina el RTS con los juegos de gestión para proporcionar una experiencia minimalista pero certera. Lo cierto es que ando un poco perdido con la saga Kingdom, una saga que no está en boca de todos pero sí que tiene el suficiente reconocimiento como para no tratarse de un juego independiente más. Por lo que sé, a este Kingdom lanzado en 2015 ahora conocido como Classic, se le unió un Kingdom: New Lands que si no me equivoco era una reimaginación de éste, y una secuela llamada Kingdom: Two Crowns.
La premisa es sencilla, y ofrece una versión concentrada de un juego de estrategia en una disposición, cuanto menos curiosa, como es el 2D de scroll horizontal. Así, nuestro reino empezará en el centro de un mapa que se extiende a izquierda y derecha, y donde recibiremos cada noche hordas de unas criaturas salidas de unos portales. Nuestra misión será resistir estas hordas y, sobre todo, expandir el poblado durante el día para que se vaya extendiendo a izquierda y derecha con el objetivo de llegar a estos portales y destruirlos, siendo éste el objetivo final del juego. Por tanto, hay que establecer una especie de balance defensivo y ofensivo y además un balance entre el reino hacia la izquierda y hacia la derecha, entrando el factor de juego de gestión dentro de la ecuación.
Si bien disfruté de Kingdom: Classic, sí que tengo la sensación de que es un juego algo exigente de más para las sensaciones que ofrece. Como digo, siempre tuve la sensación de estar jugando más a un juego para móviles de partidas intensas pero relativamente cortas, que a un juego de estrategia que te haga sentarte delante de un monitor y ejercitar tus movimientos con el ratón. Por ello, me choca una dificultad exigente que no tiene compasión contigo, y que prácticamente te invita a hacer un "no hit" durante la partida. Cometer algún error fuera del poblado en busca de recursos significa la muerte y la pérdida de una partida que puede ser bastante larga, y ese error suele venir por factores un poco incontrolables.
Probablemente Kingdom: New Lands subsane muchos de los problemas que veo en este Kingdom: Classic. Seguro que es un juego más equilibrado y tiene, como mínimo, más cuerpo de juego. Al fin y al cabo, a día de hoy Kingdom: Classic es un juego gratuito -podéis descargar Kingdom: Classic gratis aquí-, que me transmite un olor a demo que presenta las mecánicas básicas más que otra cosa. Como mínimo ha conseguido el objetivo de una demo: generar mi curiosidad.
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