Para los que usáis la excusa de que tenéis una memoria de un pez.
Seguro que alguna vez habéis escuchado eso de tener una memoria de un pez. Seguro que habéis jugado alguna vez a un shoot 'em up. Enhorabuena, habéis entendido a la perfección Shutshimi, el juego de Neon Deity Games lanzado en 2015 que hizo muy poco ruido pero que merece cuanto menos un lugar en este bendito refugio de juegos indies en el que a veces se convierte El BloJ. "Shutshimi es un shoot 'em up aleatorio sobre un pez musculoso con problemas de memoria", reza su sinopsis en la página de Steam donde se puede comprar a unos más que acertados 4€ mientras escribo estas líneas, tan acertados como su sinopsis, que describe con facilidad lo que tenemos ante nosotros.
Apoyándose en aquello de la memoria de pez, estamos ante un juego de oleadas de enemigos que duran unos 10-15 segundos -no recuerdo ahora mismo con precisión, perdonadme- y donde nuestro objetivo es sobrevivir. Entre cada oleada, se nos permite elegir entre una considerable cantidad de objetos con alteraciones de la siguiente oleada. Desde un mero cambio de arma hasta mayor cantidad de enemigos, pero pasando con efectos mucho más locos como ponerte a jugar a oscuras, invisibilidad, homenajes a diversos juegos indies míticos de aquellos años y un montón de combinaciones posibles que vienen a añadir el componente aleatorio que convierte a Shutshimi en un juego donde merece la pena echar, al menos, un par de partidas.
Y es que aunque Shutshimi es un juego con principio y final, a su manera, lo cierto es que cuesta recomendar quedarse en él más del par de horas que te puede llegar a dar. 4 horas si buscáis el completismo como es mi caso. Su idea es buena, una propuesta alocada con suficientes variables gracias a los objetos -aunque algo limitada en cuanto a enemigos-, pero que no acaba de explotar quizá por esa apuesta de las microoleadas que componen el juego y que le dan esa sensación de juego menor y anecdótico que le sobrevuela en todo momento. Funciona especialmente bien como un juego al que echar un par de ratos mientras estás haciendo otra cosa en el monitor principal. En cualquier caso, por su precio, poco puedes perder.
Mismo concepto pero más extendido podría haber dado para un juego mucho más redondo. Shutshimi es una especie de cigoto de lo que pudo haber sido un rogue-like mezclado con un shoot 'em up, pero su escueta propuesta nos lo deja en el arcade sin más que olvidaremos con facilidad. Cosas de la memoria de pez.
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