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24 nov 2018

Overcooked

¿Eres feliz? ¿Sientes que tu vida es un paseo por el parque escuchando el piar de los pájaros? ¿Te gustaría quizá un poquito de adrenalina? Oído cocina.



¡Empieza! ¡Empieza con la introducción! ¡Yo mientras voy preparando la ficha!

Overcooked es un infierno casual del que no vas a tener escapatoria como juegues la primera partida. Un infierno casual hardcore. Prepárate para sufrir un ataque de nervios y de hambre insalvable. Eso de que los nervios te quitan el hambre es mentira, o por lo menos es lo que verdaderamente han querido demostrar en Ghost Town Games con esta teoría llevada a la práctica. Prepárate para ver el mundo a cámara lenta cuando cierres el juego, a tener un olor fantasmal a hamburguesas mientras lo estás jugando y hasta tener la necesidad de probar una sopa hecha únicamente con cebollas.

Esta foto puede pertenecer a cualquier restaurante en cualquier momento

¡Se me quema la ficha! ¡Se me quema! ¡¿Dónde está el extintor?!

La buena noticia es que los comensales no son muy especialitos. Quizá sea por el hecho de que te va a tocar cocinar en barcos pirata, en los polos o en el mismo espacio exterior. Aliens, pingüinos, piratas y humanos no saben lo que ocurre en la cocina, así que no te cortes a la hora de tirar todos sus alimentos por el suelo o ver cómo las ratas acompañan tus deliciosas comidas. Ya habrá tiempo de conseguir el reconocimiento sanitario, ahora lo que necesitas es atender las comandas por el debido orden y que no se te caiga ninguna porque, madre de dios, cómo descompensa todo. Ah, sí, también te conviene echar un ojo a esa cosa que pita. No es un camión de la basura marcha atrás, es tu hamburguesa en la sartén a punto de prender fuego a toda la cocina. Y vaya, no hay nada más molesto que tener que dejar de partir esa lechuga menuda para ir a por el extintor. Con suerte tú y tu compañero no os chocáis de camino a la salvación, porque si hay algo que duela más que dejar de cortar la lechuga menuda es llevar un plato para servir y que tu compañero te empuje por el borde de un lago de hielo.


¡Déjame todo el análisis por el suelo que ya lo voy cogiendo yo! ¡Joder! ¡Pero que no lo puedo coger!

Porque si hay algo que hace bien Overcooked es convertir sus problemas jugables en virtud. Pocos casos he visto de esto: cuanto peor se maneja Overcooked más divertido es. Coger las cosas de encimeras y platos está muy bien, pero ay como decidas dejarte las cosas en el suelo. La capacidad que tienen las cosas para rodar y evitar ser cogidas es digna de la más hijoputesca programación posible. La de veces que vas a acudir a tu compañero para que te corte la cebolla que llevas en las manos cuando en realidad te ha pedido un tomate no es ni medio normal.

¿Estás completamente seguro de que me habías pedido un tomate?

¡Me tienes el análisis hecho una basura! ¡Aquí parece que sólo trabajo yo! ¡Friégame ya mismo el teclado!

Porque esto no es un bonito mundo de cortar vegetales y preparar atractivos burritos. No, no. Aquí hay que dar el callo y prepárate para lo más odioso del juego. La pesadilla de tu día a día está presente en Overcooked: LAVAR LOS PLATOS. No hay tarea más tediosa y más importante en Overcooked, y es el elemento que rompe esa cadena infalible que has ideado con tus compañeros. ¿Lavavajillas? Eso es para ricos. ¿Quién friega? Pues yo que sé, ya lo vamos viendo. Aquí organización a corto plazo, no me estreses que bastante tengo con acordarme de emplatar y no entregar una olla mugrienta directamente al cliente.

¡¡¡&%$%$&%&$!!! ¡¡$%#&&&!!

Sí sí, lo que queráis decir de Overcooked pero hay una realidad: al juego le sobraba un botón y los desarrolladores decidieron rellenarlo con la capacidad de insultar. Tampoco hacía falta porque tú en tu casa estarás lanzando improperios a cada acción que hagas, y siempre tendrás preparado un reojo criminal para la persona que se sienta a tu lado. Insonoriza tu habitación o pon una nota en el portal advirtiendo a los vecinos de que a cierta hora se va a jugar al Overcooked. También puedes adquirir permisos del ayuntamiento. Juego casual para toda la familia, sí, sí. El juego debería incluir un Parental Advisory pero para la vida real.

Si no termina así, la partida no ha sido buena

¡¡Tú y yo no nos entendemos!! ¡Necesitamos más gente!

Tranquilidad, porque Overcooked permite hasta cuatro jugadores en modo campaña y también en modo competición. Yo con dos iba ya con la lengua fuera, no quiero pensar lo que es jugar con cuatro. Y claro, pensaréis que a ver quién es el guapo que encuentra cuatro mandos para jugar. Pues no hay excusa, porque Ghost Town Games, ansiosos de crear enemistades en cantidad, han incluido la opción de partir el mando por la mitad. Guardad el hacha que no va por ahí la cosa. Con un mismo mando pueden jugar dos jugadores, uno con el stick izquierdo y los botones LB/LT (L1/L2) y otro con el stick derecho y RB/RT (R1/R2). Claro que también os digo, yo tengo más mandos que amigos, pero imaginad juntaros todos y si ya estás cabreado con el de al lado porque te ha dejado la cebolla muy pocha no quiero saber lo que es tenerle encima pegado físicamente oliéndole la sobaca.


¡Yo desisto! ¡Adiós a mi sueño de conseguir una estrella Michelín!

Porque no basta con completar los niveles, no, no, aquí se empuja al jugador a completarlo con todas las estrellas con unos requisitos demenciales. Bueno, demenciales si no consigues coordinarte con tu compañero, porque si lo haces empezarás a darte cuenta de que, sí, Overcooked es difícil pero es tremendamente justo con el jugador. El juego es corto, por lo que yo os motivo a conseguir todas las estrellas y prolongar su duración.

Sirve el plato ya, que vamos mal de tiempo.


5 comentarios :

  1. "Se hace corto, pero es que si durara 40 horas más seguiría haciéndose corto". ¡Qué gran verdad! El Rey Yogur y yo dimos por imposible la primera entrega (bueno, yo no descarto volver a intentar alimentar a la albóndiga gigante del nivel final algún día, pero me tengo que buscar a otro/a compañero/a de juego para que me eche una mano), pero nos hemos metido de lleno en la secuela y estamos encantados. Ahora, eso sí: de momento se nos está haciendo fácil. En el primero sudamos horrores para conseguir estrellas suficientes para ir accediendo a los distintos niveles, y en este segundo vamos sobradísimos. Aun así, menudos buenos ratos he pasado jugándolo. Bendito sea el momento en que el Rey Yogur decidió comprar éste en lugar del Snipperclips.

    (No pierdo la esperanza de poder jugar a las cocinitas virtuales contigo en algún momento. :**)

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    Respuestas
    1. Tuvisteis un tino con los regalos que no es ni medio normal, así que eternas gracias *_*.

      Pues había leído que el Overcooked 2 era másd uro, fíjate tú! Pues si es más fácil nos va a durar un suspiro :(.
      Algún día jugaremos, algún día!

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  2. Lo probé (el 2) en el salón del manga con mi mujer y nos moló mogollón, caerá

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