PRM 2016: Premios relacionados con la historia

Tras el salto los ganadores de las nominaciones en las categorías relacionadas de alguna manera u otra con la historia.

En los últimos años los juegos que intentan rasgar entre tus emociones han ido proliferando. Por ello, es raro que este año no me haya topado con juegos que estén al nivel de anteriores ediciones en este aspecto. That Dragon, Cancer es una elección muy obvia, pero no por ello menos meritoria.

Ori and the Blind Forest queda en segundo lugar. Tenía un comienzo rompedor, pero no mantiene la carga emocional durante el juego. Danganronpa y Arkham Knight figuran en la lista representando emociones muy diferentes a lo que podemos considerar un juego "emotivo", pero igualmente válidas.

De entre los momentazos del año, el final de Superhot es el que más profundamente se me ha quedado grabado en la retina. Como amante de Cronenberg que soy, la sensación de esos minutos finales son suficientes como para llevarse el premio. Recordad que "Superhot es el juego más innovador que he jugado en años".

No muy lejos queda el final alternativo de Inside, que arroja verdadera luz sobre la verdadera trama del juego, hasta el punto de que Inside me pareció un buen juego hasta que vi ese final y subió unos cuantos peldaños más. Ya en un plano más secundario quedan otros momentos como el primer contacto por radio de Oxenfree a la entrada de la cueva, la mirada a través del cristal de todo el complejo hacia algo que no sabes qué es de Inside y la aparición del Joker en Arkham Knight.

La señorita Lara Croft puede exponer en su mansión británica la mierda de oro a la peor historia. Una historia mala, que es prácticamente lo único que destroza un juego que merece mucho más. Rise of the Tomb Raider puede ser un buen juego, pero desde luego no por su historia infantil y poco interesante.

En segunda posición tenemos a Apollo Justice, que tiene un buen universo, pero también el mayor número de agujeros argumentales por minuto, y todo ello en un juego del que la historia incide sobremanera en el resultado final. Tercer puesto para Investigator, un juego humilde con una de esas historias terribles de las que no entiendes nada, tan inconclusa como aburrida. Cuarto lugar para Mad Max y su no-historia traducida en buscar reiteradamente piezas para tu coche durante la mayor parte del tiempo. Último lugar para Assassin's Creed: Unity, que no cuenta con una historia tan mala como la del resto de nominados pero desde luego lejos de lo que esperas en un juego tan grande. Merecía mucho más.

Hoy en día no es fácil hacer una de esas historias que deja más preguntas que respuestas sin que acabe siendo una basura pretenciosa. Inside lo consigue, llenando foros de teorías, obligándote a rejugar al juego para encontrar más respuestas y ofreciéndote un maravilloso final alternativo que tira la cuarta pared como rara vez he visto. Recordemos lo que dijo Sid Meier: "los videojuegos ocurren en la mente de los jugadores y no en la pantalla de sus monitores".

Segundo puesto, y no tan lejos como puede parecer, se encuentra Oxenfree. De hecho, Oxenfree tiene mucho en común con Inside, aunque es mucho más cerrado -lo cual muchos jugadores agradecerán-. Danganronpa queda en tercer lugar por su estructura y su desarrollo, tremendamente adictivo como demuestra el hecho de que está entre mis juegos favoritos del año a pesar de que nunca haya casado del todo con las visual novel. Cuarto lugar para Quantum Break, que ofrece una historia sólida bajo una estructura de serie de televisión. Último puesto para Superhot, por el mero hecho de tener una de las historias más profundas dentro de un juego que parece todo lo contrario.