El apartado artístico y la capacidad de inmersión al servicio de los Premios Raúl Minero.
Dispatcher es el juego con peor ambientación que he jugado en todo el año. No tuvo grandes rivales como demuestra el hecho de que no haya más nominados, pero siendo un juego que se carga de una manera tan violenta la ambientación y cualquier atisbo de inmersión bien merece llevarse una mierda dorada.
No todos los mundos post-apocalípticos han de ser vacíos y feos. The Flame in the Flood se ambienta en una América inundada llena de lugares por explorar. Su increíble banda sonora ayuda a ese proceso de inmersión como pocas.
No muy lejos queda Firewatch, un juego donde sientes que desconectas del mundo cuando lo juegas. Un juego donde casi eres capaz de sentir el fresco nocturno de la sierra y los insectos que pululan a tu alrededor. En definitiva, un juego para jugarlo en pantalones cortos. Tercer lugar para Layers of Fear que consigue sus mayores dosis de terror gracias a unas excelentes atmósferas. Cuarto lugar para Dark Souls y su ambientación opresiva capaz de proporcionarte miedo a adentrarte en zonas desconocidas. Assassin's Creed Unity cierra la lista con una ambientación distinta, una recreación mamotrética de París llena de vida.
Es muy fácil entender lo de "peor diseño" en El BloJ: el juego más feo. 123 Slaughter Me Street es una aberración para la vista como pocas, con unos monstruos que saltan a la pantalla durante escasos segundos intentando tapar un diseño tan nefasto que parece sacado de un Barrio Sésamo trasnochado.
Sickbrick queda en segunda posición porque es feo de narices. Todo lleno de líneas rectas, texturas planas y un diseño de enemigos nefasto. 4PM queda en tercer lugar con sus menús ortopédicos, e interfaz macarrónica. Último lugar para Dispatcher, que le pasa algo parecido a 123 Slaughter Me Street: tiene un diseño de monstruos terrible.
Lo precioso que es Muramasa sólo es comparable a lo buen juego que es. Cada uno de los fondos de Muramasa son una nueva obra de arte. Da igual que acaben repitiéndose en algunas pantallas, jugarlo todavía a día de hoy te dejará boquiabierto cada vez que entres en una nueva región.
Segundo lugar para Ori and the Blind Forest, cuyas virtudes visuales saltan a la vista. Que no haya ganado solo es una cuestión de preferencias al nivel "me gusta más el amarillo que el rojo". Dark Souls ocupa el tercer lugar, gracias a sus imponentes regiones en un mundo que da gusto explorar. Todavía tengo el mapa del juego en la cabeza. Cuarta posición para The Evil Within, un juego que si bien no me gustó tiene ese tipo de diseño terrorífico y surrealista que tanto me atrae capitaneado por un reparto de enemigos muy notable. Último lugar para Submerged, que como todos sabemos simplemente va a un ritmo distinto al del resto de videojuegos disponibles.
Te apoyo totalmente en lo bello que es Muramasa.
ResponderEliminarMe alegro! Pasará bastante tiempo hasta que vuelva a ver un juego tan bello.
EliminarPara la mejor ambientación yo se lo hubiera dado a Unity, me enamoró su increíble recreación de París, poder recorrer Notre Dame, la Torre Eiffel, la Saint Chappelle, la Bastilla, etcétera. Una pasada, en este aspecto creo que Ubi se salió.
ResponderEliminarSaludos fremen.
Va ya un poco en gustos. Como dices Unity es más una recreación increíble, cuando a mí me suelen llamar más los entornos imaginados y sacados de la mente. Mera cuestión de gustos! El hecho de que Unity figure ahí ya dice mucho sobre lo que me llegó a gustar :D
EliminarMuramasa es una putísima obra de arte, de vez en cuando lo vuelvo a poner en la Wii y joder, se sigue viendo tan bien, a mí en particular me encantan los campos de cultivo y los platos de comida...son una pasada estos últimos xD.
ResponderEliminarAy, la comida de Muramasa era directamente porno para la vista.
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