Rule of Rose (Impresiones)

Hoy es un día triste. Como muchos sabréis Rule of Rose fue propuesto por Rokuso y se convirtió en uno de los ganadores de ¿A qué Juego Quieres que Juegue? #8. Sin embargo, mi ordenador ha decidido que no quiere jugar al juego. Dejo aquí unas tristes impresiones de lo que me pareció lo poco que pude jugar.

Ya sabéis que hay determinadas plataformas que puedo emular pero que tienen la posibilidad de no funcionar. Es una cláusula recogida en las reglas de la sección. Rule of Rose funcionó, y pude jugar a ratos con cierta estabilidad, pero conforme pasaban los minutos más frecuentes eran las bajadas de FPS y los continuos errores que me llevaron a empezar a detestar el juego, así que en vez de jugar a un juego muy mermado por la emulación he decidido "dar de baja" a Rule of Rose. Más allá de sus problemas a la hora de reproducir las secuencias de vídeo -acabé teniéndolas que ver por Youtube y no es plan- el juego se tornaba injugable en demasiadas ocasiones.

Sin embargo, por el hecho de haber sido elegido para ser jugado y por el mero cariño que le tengo a Rokuso, he decidido hacer una entrada recogiendo las impresiones que me dejó el juego. Detesto las entradas en este plan, pero en esta ocasión es comprensible.

Durante el par de horas de juego que pude echar vi cosas buenas y cosas no tan buenas -siendo sinceros, cosas terriblemente malas-. Por lo que pude ver parece una experiencia survival horror a lo japonés. Esto es, más cercano al Silent Hill que al Resident Evil. Lo psicológico se impone al susto fácil, y parece tener la suficiente personalidad para ser uno de esos juegos que odias o amas, con sus personajes excéntricos y sus misterios siempre sin resolver.

En el poco tiempo que pude estar con él para lo que hubiera querido, vi que el juego está desarrollado en diferentes episodios -apuesto a que juegan con flashbacks y demás- por lo que todo pinta a ida de olla importante que requiere poner los cinco sentidos para enterarse bien. Huele a juego de culto desde el minuto uno.

Sin embargo, cuando el juego empieza todo lo que tiene que ver con jugar deja bastante que desear. Rule of Rose no me gustó nada como juego pero sí como "planteamiento", por llamarlo de alguna manera. Me recordó en demasiadas ocasiones al más que plomizo Haunting Ground, y tengo la sensación de que conforme avanzara el juego más se acentuaría esa sensación, dejando de lado las buenas vibraciones que me dejaba su atmósfera.

Me hubiera gustado jugarlo más y sin duda algún día lo haré, pero quizá tuve las expectativas excesivamente altas.