Sleeping Dogs

Juego propuesto por Pablosh Snake para el último ¿A Qué Juego Quieres que Juegue? #7: Steam Edition.

¿Juego? Quería decir juegarraco. De cuantos juegos tenía en mi biblioteca de Steam, Sleeping Dogs era de los más suculentos, y la verdad es que tenía tantas ganas de jugarlo que tenía cierto miedo a que luego no fuera para tanto, pero no. Sleeping Dogs es fácilmente el mejor sandbox hasta la fecha. Si me dais a elegir entre mi querido GTA IV y Sleeping Dogs probablemente os diría que prefiero el juego de Rockstar, pero desde la objetividad Sleeping Dogs es mucho más completo y divertido. Es lo que tiene también el paso de los años.

¿Te importa mirar mi número de calzado?

United Front Games (ModNation Racers) aúna en un mismo título todas las mejores mecánicas jugables de los últimos años. Decir que Sleeping Dogs es un GTA con el sistema de combate de la saga Batman: Arkham es tan poco profundo como acertado. Su estructura es la del sandbox que todos conocemos, pero su jugabilidad va más allá.

Uno de los males de los denominados sandbox es la poca profundidad que alcanzan. La máxima suele ser cuanto más grande mejor. No hablamos ya de tamaño, sino de posibilidades dentro del propio sandbox. Más, más, más y no mejor. Así por ejemplo tenemos grandes ejemplos de juegos muy buenos como Prototype desarrollados en enormes extensiones de terreno que se nos hacen vacías por la impersonalidad que transmiten. Sleeping Dogs te gana en eso, porque es un juego cuidado con el máximo detalle, y por primera vez dentro de un sandbox encuentro calidad por encima de cantidad. La maravillosa ciudad recreada está llena de vida, y es lo suficientemente grande como para hacer el cafre y a la vez lo suficientemente pequeña como para poder disfrutar de cada uno de sus detalles, y no me refiero sólo a sus majestuosos gráficos.

Destacar en gráficos en un sandbox (no me gusta esta palabra para definir a estos juegos, aunque no lo parezca) es tarea harto difícil. De nuevo se cumple todo lo que mencionaba en el anterior párrafo: cantidad más que calidad. En Sleeping Dogs los gráficos son una barbaridad, que si bien no compiten en su cercanía con Battlefield y otros referentes del benchmarking el conjunto global da una sensación de detalle y calidad como no había visto. El diseño, la ambientación y el gusto por los pequeños detalles hacen de Sleeping Dogs un juego que va mucho más allá de ver a gente pasear por la calle.

Hay dos cosas que han marcado mi amor por el juego. Una de ellas es la historia y todo lo que tiene que ver con ello (personajes, narrativa...), pero no me detendré en ello a pesar de lo buena que es porque cuanto menos penséis antes de jugar a Sleeping Dogs más os va a calar. Tan sólo diré que me estaba encantando, pero el final es un poco gatillazo. La segunda cosa, la libertad propia del género que muchos criticaban de GTA IV. Sleeping Dogs no es tampoco un juego para hacer el cabra excesivamente (para eso tenemos Saints Row), pero no es tan soseras como el GTA IV en ese aspecto. Es el equilibrio perfecto que contentará a jugadores con alma garrula y aquellos que respetan hasta las normas de circulación.

Los DLC's explotan todo el humor que la trama principal no permitía

No descubro la pólvora si digo que Sleeping Dogs es un intento de esas películas de acción asiáticas donde la hostia hace más daño que la bala. Y digo intento porque se queda un poco en eso. Su sistema de combate como digo es parecido al de la saga Arkham, pero está mucho más simplificado. No nos sentiremos la leche como sí ocurría con nuestro adorable murciélago, pero es lo suficientemente resultón. Si venís de ver las dos películas hasta la fecha de la saga The Raid quizá no liberéis la adrenalina, pero sí que notaréis ese intento por hacer algo en esa línea.

El entorno es nuestro amigo

Así que nada, esto es sencillo. Si os gustan los sandbox éste recopila todo lo mejor de los últimos años y bien podría considerarse el definitivo hasta que alguien se invente algo nuevo. Si no os gustan los sandbox... bueno, éste es un juego que puede haceros cambiar de opinión.