Mini Motor Racing EVO

Coged lo mejor de los juegos de conducción: la frescura y encanto del mítico Speed Demons, la mejor de las IA posibles, una tonelada de power ups a cuál más útil y unos circuitos variados que rara vez se repiten y NO tendréis Mini Motor Racing EVO.

Es muy difícil hacer de un juego como éste una maravilla, pero lo que es imposible es hacerlo malo. Pues The Binary Mill han tenido ese dudoso honor, y es que no hay nada, salvo un par de circuitos, que merezca la pena en el juego. Las primeras carreras no están mal, pero conforme va avanzando la cosa y empiezas a comprobar que se repiten los circuitos por activa y por pasiva, que la IA es lamentable, que necesitas un pastizal exagerado para mejorar tu coche y poder hacer frente a determinados eventos y un montón de cosas más decides que no te compensa prolongar la vida del juego para desbloquear todos los trofeos que están a disposición.

El que toleres repetición de circuitos va ya un poco en función de la paciencia que tengas, aunque la verdad es que sientes que se te toma por imbécil cuando realmente el juego consta de unos seis o siete circuitos los cuales van cambiando la cámara de sitio para que parezca que son nuevos. No hablamos ya de circuitos al reves y espejados, hablamos también de cambiar la cámara de ángulo y lugar. Pero lo que de verdad acaba minando al juego es su dificultad prácticamente aleatoria. Básicamente, dependes demasiado de las incidencias que vayan ocurriendo durante la carrera, y si tu coche sale especialmente perjudicado en las salidas locas que se producen estás condenado de inicio, más que nada porque los power ups (únicamente nitros) que aparecen en el circuito aparecen para uso y disfrute del que va en primera posición, siendo absolutamente injusta la carrera de la forma en la que está planteada.

Para colmo la cámara está demasiado encima del coche

¿Virtudes del juego? Algunas pocas, sobre todo que, dado el panorama de juegos cutrescos que podéis ver por aquí Mini Motor Racing EVO es simplemente un juego malo. Viendo lo soso que se quedaba el juego, parece que en The Binary Mill decidieron intentar un golpe de efecto que como mínimo atraerá a algunos curiosos, y es que entre los circuitos por donde compiten nuestros coches encontramos alguno basado en juegos como Portal 2 o Team Fortress 2. Parece una tontería pero da gusto correr en ellos e incluso disfrutar de las experiencias auditivas que estos ofrecen. Desconozco si hay más circuitos en este plan, pero estoy casi seguro de que son los dos únicos.

This wasn't a triumph

Esto sienta un precedente curioso, y es que cada vez estamos viendo más "crossover" en esto de los videojuegos. ¿Os imagináis el pelotazo que supondría sacar, por ejemplo, un juego de carreras tipo Sonic & All-Stars Racing Transformed con circuitos inspirados en toda clase de videojuegos (de todas las compañías, me refiero)? Yo creo que más de una compañía podría atreverse a afrontar el pastón que supondrían las licencias a cambio de tener un juego que, con una buena campaña de marketing detrás, podría venderse como churros.

Así que si alguien algún día me llega y me dice que Mini Motor Racing EVO es "ese juego donde hay un circuito del Portal 2" no seré yo quien le diga que es mucho más que eso. Puestos a elegir, Death Rally sin ser memorable es mucho mejor juego y seguro que el Motor Rock que ni he probado también.