Uno de esos juegos que traían la notita de "Only for Game Boy Color", que no os creáis que hay tantos. Space Marauder es un juego bastante desconocido que gracias a la nunca saciable emulación llegó a mí. Un Shoot 'em Up con algún que otro toque personal diferenciador que apareció en 1999 por Japón y un año después en América.
¡Alta resolución! |
No estamos ante un Shoot 'em Up al uso, y es que toma algunas cosas que ya hemos visto antes pero no las suficientes veces como para que no veamos el juego bastante original. A mí en concreto me recordó mucho a Forgotten Worlds (en mi caso Mega Drive, pero para muchas plataformas), y es que en Space Marauder, al igual que pasaba en el juego de Capcom, podemos disparar de forma multidireccional. En concreto, ocho direcciones que podemos mantener sin dejar de pulsar el botón de disparo. El otro nos queda para una típica bomba que aniquila casi todo lo que hay en pantalla.
Curiosamente el primer nivel es inusualmente complicado |
El otro gran pilar que hace Space Marauder diferente al resto de juegos es que cada partida puede ser diferente. Hay unas estrellas que debemos ir recogiendo para abrir distintas zonas del escenario. Si nos las pasamos, el juego seguirá como si nada hubiera ocurrido. Esto no es notable, evidentemente, hasta que has jugado varias veces al juego y te empiezas a dar cuenta de que algo está pasando, de que existen diferentes rutas en los nieles. Cinco mundos con tres niveles de dificultad distintos. Al comenzar podremos elegir nuestra aventura, y hasta que no lo hacemos con el nivel más difícil no podemos ver una secuencia final que no está precisamente a la altura del título, aunque siempre es mejor que el rótulo que nos encontramos en otro nivel de dificultad que viene a decir "si quieres un final con gráficos juégalo en difícil".
Los jefes de fase son cachorritos si llegamos con armas al máximo |
Y el juego es, todo sea dicho, bastante difícil. Lo mejor es que cuenta con un sistema que hace que morir una sola vez no sea el fin del mundo. estamos acostumbrados en la mayoría de shoot 'em ups a ir mazados durante todo el juego, ser destruidos y perder todos los power ups que hemos recogido para comprobar, efectivamente, que estamos más que indefensos. Hay juegos que directamente no se pueden pasar si te quitan una sola vida. En Space Marauder se ha corregido esto gracias a su sistema de armas.
Tenemos tres armas distintas de efectos totalmente similares. Anillos, láser y misiles. Cada vez que conseguimos un power up (de estos rotatorios donde tienes que coger el que quieres a tiempo antes de que cambie al siguiente) aumenta nuestro poder del arma especial hasta un total de 10. Los efectos como digo son los mismos, y creo que es una diferencia netamente visual. Conseguir los 10 hará que disparemos en todas direcciones lo que nos hará bastante letales. El caso es que, si por ejemplo llevas 7 de láser y coges por accidente un misil, se te cambia al arma al misil, pero el power up de los misiles se te queda en esa cifra, por lo que si cogemos después un láser lo tendremos automáticamente en nivel 8.
Esto influye, como dije, para equilibrar la dificultad del juego, y es que cuando morimos se nos quitarán los power ups que tenemos del arma que llevemos, pero el resto se mantendrá intacto. Al existir tres distintas armas, tendremos que morir tres veces para realmente sentirnos indefensos y sin potencial alguno de disparo. Aún con todo y con eso, se puede sobrevivir sin las armas especiales, sobre todo si no estamos en dificultad máxima.
Los power ups son colchones salvavidas |
Precisamente uno de los elementos que componen mayor dificultad es el scroll variable del juego, que nos hará afrontar partes en horizontal (clásica) pero también cambios a scroll vertical. Esto hará que tengamos que cambiar las estrategias en más de una ocasión, pero sobre todo, veremos como somos aniquilados por culpa de un scroll que a menudo esconde enemigos. La mejor estrategia, permanecer fuera de los bordes de la pantalla, aunque esto implique un menor tiempo de reacción.
Space Marauder falla bastante en gráficos, siendo la modestia la principal característica. La música y gráficos están muy por debajo de otros títulos de Game Boy Color, y aunque se ha hecho referencia expresa al componente de homenaje de los clásicos de 8-bits no podemos obviar que técnicamente es bastante discreto.
No me lo creo, espera!!
ResponderEliminarEste juego tenía yo su versión anterior de game boy. me acuerdo del tema que sonaba en el primer stage *-*
Pues es muy desconocido! No esperaba que nadie que fuera a leerme lo hubiera jugado xDD
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