Me es muy difícil ponerme a escribir sobre este Flashback, ya que estamos ante un remake del mítico juego que la mayoría disfrutamos en las consolas de 16-bits y que supuso un pilar importante en lo que es mi persona como jugador de videojuegos. ¿Cuántas veces me habré pasado el Flashback original? ¿50? ¿100? No importaba que fuera un juego de rejugabilidad prácticamente nula. Era un juego totalmente diferente a todo lo visto en Mega Drive (en mi caso).
Las noticias del remake de Flashback eran bastante buenas con Paul Cuisset y gran parte del equipo original ocupándose de ello, y las primeras imágenes despertaron en mí bastantes esperanzas, aunque ya dejaba entrever que la cosa se iba a quedar en un remake HD en 2.5D que no iba a hacer demasiado ruido. No esperaba tampoco otra cosa en verdad, y me valía con que se respetara el trabajo que se hizo en 1992 con uno de los mejores juegos de la historia (ahí es nada). A pesar de ello, da por pensar en las posibilidades de un Flashback nuevo adaptado a la actualidad, porque la historia da para ello por su profundidad inusual en la época de las 16-bits.
Si habéis jugado al original, las capturas serán suficientes para que queráis jugarlo. Aquí, el holocubo |
¿Cumple este remake de Flashback? Sí. Como admirador total del juego he de decir que he quedado encantado con el amor y respeto que se ha tenido con el Flashback original. Más allá de algunos leves cambios en el desarrollo, prácticamente estamos ante una versión remasterizada del original y poco más. Se incluye un nivel nuevo que actúa como fase de bonus y el capítulo final ya no consta de las dos partes que tenía el original. Por lo demás, todo prácticamente igual en cuanto a escenarios. La jungla inicial, la Death Tower, New Washington... todo despertará en ti una ternura y una añoranza importante. Ahora bien, que esté muy feliz por haber respetado al original no quita para que hubiese querido algo más. Normalmente no suelen acertar cuando cambian las cosas, y más cuando se trata de una obra de arte como lo fue y sigue siendo Flashback, pero hubiera estado bien añadir algo más que un simple nivel que parece un bonus.
La historia sigue siendo la misma, pero ahora está contada de otra manera como era de esperar. La tecnología por aquel entonces no daba para grandes alardes a la hora de contar historias, y por ello Flashback fue bastante revolucionario. Ahora vamos descubriendo poco a poco lo que nos ha pasado (el enésimo capítulo de amnesia, aunque esta vez algo distinta), e iremos destapando una trama que esconde conspiraciones alienígenas varias con un Conrad mucho peor que el original. Bueno, es que en el original no hablaba. Aquí no se calla y acaba cayendo mal, intentando hacerse el gracioso en demasiadas ocasiones. Mal, Conrad, muy mal.
Jugablemente ha cambiado, como no podía ser de otra manera. Para empezar es bastante más fácil. Mientras que en el primero morir por una caída era lo normal, ahora simplemente veremos reducida nuestra barra de energía. Además, todo se ha llevado mucho más a la acción que a la aventura, la plataforma y la exploración. Muchos más enemigos, a los cuales podremos batir con granadas y nuestra pistola, que sigue sonando igual de bien y que ahora permite apuntar en 360 grados gracias al stick derecho del mando (si optas por él). También se han incluído nuevas animaciones y movimientos destinados a matar a los enemigos silenciosamente.
Como digo, volver a saltar por la jungla matando mutantes, a concursar en la Death Tower (el Perseguido de los videojuegos), a viajar en las líneas de metro (mismas estaciones con los mismos lugares), a tirar el teletransportador y rezar para que no haya caído en una zona llena de alienígenas, a usar apropiadamente el campo de fuerza y a mil cosas en general que se quedaron grabadas en la memoria de una generación es una gozada. Como remake es muy notable a pesar de que se quede más en la remasterización que otra cosa.
Ahora bien, no hay que dejarse engañar por nuestro yo del pasado y hay que ser justos. Si Flashback fuera un juego genuino que acaba de salir tal cual está, se llevaría muchos palos, y todos ellos merecidos. Para empezar, la jugabilidad es bastante mejorable, y las animaciones también. Algunas animaciones hasta eran mejores en la versión de Mega Drive que en este remake de 21 años después. Nuestra pistola se siente como ineficaz en más de un enfrentamiento, y la incrementada apuesta por la acción da la sensación de ser un juego mucho más arcade de lo que realmente merece ser. Toneladas de bugs y un sistema de puntos de experiencia que se ve totalmente innecesario terminan por dar un aire muy mediocre al juego como tal. En 1992 Flashback era una obra maestra. En 2013, este Flashback llega con apuros a la media.
Pero Flashback es lo que es. Probablemente la razón de que tengas interés por este juego es porque eres uno de esos admiradores del inicial, y en ese aspecto merece mucho la pena. Ponerte con él sin haber jugado al de 1992 te reportará algún que otro buen momento, pero nada más. Un ejemplo extremo donde la subjetividad y la objetividad se enzarzan y uno acaba por no saber si es bueno o no. Yo me lo he pasado demasiado bien reviviendo todo, y eso que jugué al original de nuevo hace una semana, así que no tengáis mucho en cuenta lo que digo.
Es todo tan Blade Runner... |
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