Gran Hermano 12+1. Gala 3

La gala de ayer fue un poco sosa. Bueno, sosa realmente no, pero como de momento no se están peleando en la casa todo transcurre con una cierta normalidad. De hecho ahora que caigo, creo que el primer enfrentamiento del concurso lo han tenido Azucena y su hermana en la entrevista para debatir quién era la más borde (era su hermana, creo, o quizá la madre, no lo recuerdo). Como no veo Gran Hermano durante la semana luego disfruto bien las galas, porque todo es nuevo para mí, y ese comienzo con  el Guri Guri fue bastante divertido (con ese súper aberronchado).

Llegó Arístides, ese hombre que ganó la puja bajo el nombre de Aristidín (el nombre que le pondría a un peluche de Aristóteles, o a un medicamento), y que pasó de ser “el milloneti loco que va a gran hermano” para convertirse en alguien que nos ha convencido con sus explicaciones. No sé si va a ganar, pero de momento ha conseguido que lo percibamos como a uno más, que ya es bastante complicado. A mí me recuerda un poco a Rubén, del último Gran Hermano, en su forma de hablar y en ciertas facciones.

El caso es que ahora lo veo y no se me parece en nada

 

Azucena fue la expulsada, y eso que a mí me empezaba a caer bien. Claro, no había visto el programa durante la semana así que cuando pusieron el torrente de borderías en forma de video todo cobró su sentido. Otros concursantes, como Michael, empiezan a despertar. De alguna manera está siguiendo un poco la estrategia del malaguitas el año pasado, pasando desapercibido al principio y metiéndose poco a poco en enredos de amor.

Pepe y Hugo siguen ganando puntos, y Vero va a ser expulsada bien pronto (¿no queríais otro Nostradamus?). Sindia está pasando desapercibida, y tan solo apareció en la gala en forma de video muy divertido que le dio una cantidad de puntos inhumana. Creo que va a acabar ganando incluso, aunque tendrá que pasar menos desapercibida con el paso del tiempo.

Recuerdo que la primera semana dije que Juan no me acababa de convencer, que iba a ir de cura enrollado colega Jesus is my niggah  y que iba a tener unas cuantas dobleces. Pues bien, ahora parece que la gente lo está viendo, y yo en cambio veo lo contrario. Me cae muy bien, a pesar de que siga pensando que va un poco en ese plan, pero la forma en la que se ríe y divierte incluso parodiándose (la gente que se parodia me cae especialmente bien) hace pensar que si hubiera más de esto en la iglesia, dicha empresa tendría más éxito.

Pocas imágenes podrían describir mejor a Juan en general

Por lo demás, todo muy bien, con una Milá un poco guerrera de más (sorprendente el momento “Arístides tiene una nariz importante”) y a veces algo severa con Azucena. Por cierto, Zulema bien podría ser prima de Indira, no me diréis que no.

Para terminar, os dejo con lo que de verdad os importa… el análisis de Marujina, mi madre, la cual no aguantó la gala entera pero soltó algunos comentarios que bien podrían catapultarla a portavoz de la opinión pública española:

“Mira que zapatos más monos”. Sutiles apreciaciones al vestuario de Mercedes Milá.

“Como no os quitéis los zapatos vais a comer mierda”. Análisis en caliente de la prueba que hicieron a modo de recompensa alimenticia.

“Pos ésta, que se cree lo que no es”. Devastadora conclusión de la relación Ariadna-Michael.

“No sé qué tontería es esta de llevarlos al plató”. Opinión sobre el nuevo sistema de expulsiones en plató, el cual a mí me gusta.

Y para acabar, un invitado de excepción, el Goa, mi padre. El Goa debe leer mi bloJ desde el anonimato y ayer quiso participar en esta sección soltando la perla más grande de la historia. Cuidado que vienen curvas:

“Éste es el cantante del grupo ese de rock que es famoso… como se llama… ¿Odús? ¿U2?”.

¿Quién saldrá victorioso de ésta batalla de egos?

La batalla cerebral del Goa, ayer noche