Herrero Games vuelve a aparecer por El BloJ tras aquel Super Blue Fighter que nos dejó un buen sabor de boca. Esta vez, encarnaremos a Job, un leprechaun que tendrá que salvar a su amiga Eri de las manos de una bruja.
Super Blue Fighter me pareció un juego bien llevado pero que se apoyaba en un género con el que no comulgaba tanto. Así, ese arcade que te invitaba a desafiarte a ti mismo para ver hasta dónde podías llegar con niveles infinitos -perdonad si estoy en lo erróneo- invitaba más a la leaderboard que a la conclusión del juego. Para alguien como yo, que no tiene gran interés en puntuaciones, este tipo de juegos nunca suelen aportar buenos resultados, pero en Super Blue Fighter pude sentir lo bien cuidado que estaba el juego, sus niveles de adicción y su apartado musical excelente.
Job the Leprechaun es un juego anterior a Super Blue Fighter, pero me pareció mejor en todos los sentidos. Partimos de que su propuesta, un juego de plataformas con principio y final, casa mucho más con mis preferencias, pero además de eso considero que está bastante lleno de detalles y mucho más elaborado que la posterior obra de Herrero Games. Esperaba un juego más de plataformas sin alma, pero el cariño y la simpatía que despierta este juego atraviesa la pantalla. El mimo casi minimalista en sus diseños, su apartado sonoro y musical, las animaciones sencillas pero con un encanto que no esperaba y la variedad de acciones dentro de la simplicidad del título convierten a Job the Leprechaun en una pequeña golosina que llega en el mejor de los momentos.
De alguna manera, uno piensa mil maneras de mejorar el título, pero a poco que sepas un poquito sobre desarrollo de videojuegos entenderás que, muy probablemente, Herrero Games era capaz de bastante más pero simplemente no quiso incluirlo. Esto es como la música, saber colocar en tus composiciones los silencios es muchas veces más importante que saber colocar las notas. Saber cuando llegas al punto de quitar en vez de añadir, para mejorar tu título, es algo que está al alcance de pocos, y tengo la impresión de que es el caso que tenemos con este juego y probablemente otros titulos de la desarrolladora.
Job the Leprechaun convierte el menos es más en una ley de vida. No os voy a engañar, eché de menos como mínimo un mundo más, ya que el juego sólo incluye dos además de un par de batallas muy simples contra un boss y una simpática escena de bonus, para una duración aproximada de una hora y unos pocos desafíos en forma de logros para Steam. Por delante, un buen puñado de vidas extras escondidas por unos niveles que apuestan por mostrarse enteros en pantalla en lugar de apostar por algún tipo de scroll. Su diseño, simple pero eficaz, con las suficientes novedades entre niveles para sentirse siempre fresco y con ganas de aportar.
No toméis esto como influencias, pero algunos de los títulos que se me pasaron por la cabeza mientras jugaba a Job the Leprechaun fueron el Asterix y el Hugo de Game Boy, junto al mítico Bomb Jack. Hob the Leprechaun hace las cosas muy bien, no tiene complejos y su buen gusto atraviesa la pantalla. Ya sabéis que las puntuaciones en este BloJ son extremadamente exigentes, pero sinceramente, con estos ingredientes no creo que se pudiera hacer mucho mejor.
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