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9 abr 2021

RAGE QUIT - ¿ARMA LEGENDARIA? SEGUNDA ESTANTERÍA DE LA DERECHA

Retomamos la sección Rage Quit, una sección encaminada a poner sobre pantalla todo aquello que me saca de quicio en el mundo de los videojuegos. Hoy, un problema de economía en lo que cláramente es una estrategia de marketing sin precedentes, clásico de los RPG. Bienvenidos a la leyenda de NeoJinus I.



NeoJinus I nació en la pequeña aldea de Albacetus. Pocos habitantes se las apañaban para sobrevivir a las pruebas del día a día, pero el calor de la familia y sus vecinos hacían de Albacetus una villa que no necesitaba nada más. Sin embargo, la villa vecina, Chinchilletus, decidió un día arrasarla para saquear todas sus granjas.

NeoJinus I, que había salido de caza, regresó para encontrarse Albacetus en llamas. La rabia se apoderó de él, y juró vengar la muerte de todos sus seres queridos, incluyendo a sus perros Bobby, Pipper y Rufo. Cargado de dolor, se hizo una armadura con trozos de madera y utilizó una sartén para ponérsela en el culo, tal y como le contaron en un cuento llamado Knightunknown's Medievalgrounds. Dando sus últimos pasos, el sabio de la villa que yacía en la entrada a pocos segundos de morir, lanzaba a Neojinus I sus últimas palabras: "hazte con El Pincho de los Llanos, el arma definitiva legendaria capaz de restaurar el orden en el caos y eliminar a cualquier enemigo con sólo un golpe".

NeoJinus I tenía pelazo (DeviantArt de Orioto)

Así, NeoJinus I comenzó su aventura, avanzando por el mundo en busca de El Pincho de los Llanos. Libró batallas gigantescas contra seres de todo tipo, de las que siempre salió victorioso, y lo que antes era una armadura vieja de madera, ahora era una reluciente armadura que acompañaba a armas de cada vez más tamaño, todo gracias a hacer secundarias de recadero entregando manzanas a habitantes de las localidades.

Tras años de subir experiencia y atribuir puntos de habilidad al vigor para poder cargar con armas cada vez más pesadas, NeoJinus I oye un rumor de que El Pincho de los Llanos se encuentra oculto en la cueva de Sinomontes. Allá va, con todavía el recuerdo de su villa arrasada, para encontrarse que está custodiado por una serpiente venenosa gigante del tamaño de un tren -de existir los trenes en aquella época, claro está-. Se escribieron canciones sobre aquella batalla, que llevó varios días y un montón de pociones de las que nunca usas en el inventario. La serpiente por fin caía, y El Pincho de los Llanos lucía en poder de NeoJinus I.

El incremento de sus estadísticas era palpable. Flechas verdes le aparecían en el menú por todos sitios, y no titubeó a la hora de matar a una alimaña que se le presentó para comprobar la efectividad de su nueva arma. "¡Antes la mataba de tres golpes y ahora de uno!", exclamaba sin mucho sentido para los mortales que le rodeaban.

Estudios de la época permiten la recreación de El Pincho de los Llanos con cierta exactitud

Al final de la cueva de Sinomontes, se encontraba una salida inadvertida para el ojo no entrenado. Tras unos pocos QTE que acompañaron al derrumbamiento de la cueva, NeoJinus I salió de ella con todavía signos de cansancio tras la batalla titánica contra la serpiente. Su vista cansada, advirtió lo que parecía un pueblecito. "Es momento de ir a descansar y grabar partida", se dijo.

Un cartel llamaba su atención. "Items". Una tienda de pueblo pequeña y humilde daba la bienvenida a NeoJinus I. Tras el uso de varias pociones en la anterior batalla, NeoJinus I entró para reponer provisiones, cuando comete el mayor error posible. Todavía con El Pincho de los Llanos a su espalda brillando, se le ocurre preguntar al tendero que si tenían armas. Allí estaba, sobre la segunda estantería de la derecha, una espada oxidada más fea que una ingle, que NeoJinus I cogió. "Son 50G", decía el tendero, lo que equivalía al precio de media poción. NeoJinus I la agarró para verla con un gesto sarcástico mientras palpaba su Pincho de los Llanos y... ¡un momento! NeoJinus I se aterrorizó al comprobar que todas sus estadísticas se incrementaban en comparación con llevar el Pincho de los Llanos. Años y años de búsqueda de la espada legendaria de la que tanto se hablaba, para comprobar que la primera tienda de la siguiente ciudad ya tenía una espada que era mejor que la que llevaba.

NeoJinus I se quedó allí petrificado, y nunca consiguió salir de su estado de trance.


Y es que, amigos, no son pocos los RPG que te hacen esto, que te hablan durante todo el juego de armas únicas, para comprobar que el dependiente de la tienda de la siguiente ciudad ya tiene un arma que es mejor que la legendaria que acabas de pillar. Horas y vídeos de conversación sobre un arma que muchas veces hasta directamente queda por debajo de lo que ya llevas, porque vas bien petado de secundarias a tus espaldas. Amigos, si alguna vez hacéis un juego y habláis de un arma de leyenda, aseguraos de que es la mejor de todo el juego.

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