Wario Land: Super Mario Land 3

Las casualidades de la vida han querido que haya jugado en este 2017 a Super Mario Land, Super Mario Land 2 y ahora este Wario Land: Super Mario Land 3.

Todos sabemos que es muy divertido ser el malo. Esos juegos donde el mero hecho de encarnar al villano de turno lo hace más atractivo. Lo hemos visto de muchas maneras en distintos juegos: Dungeon Keeper, Fable, Overlord y, por supuesto, en este Wario Land que daba vida a uno de los personajes más icónicos de la historia de Nintendo.

Bueno, dar vida exactamente no porque Wario ya hacía aparición como villano en Super Mario Land 2, pero fue éste el primer videojuego donde Wario era protagonista manejado por el jugador. Esta primera piedra daría lugar a una gran saga de juegos en portátiles que continuaba el éxito de Wario Land -por El BloJ apareció Wario Land 4 en su día-, y también a otros juegos que explotaban el concepto del microjuego mediante la saga WarioWare. Wario encontraba su mercado fácilmente.

El juego era un paso gigantesco con respecto a Super Mario Land 2, que ya de por sí era un gran juego. Sinceramente, Nintendo no puede hacerlo mejor en cuanto a plataformas para esta Game Boy. Además del típico ataque en salto de Mario, Wario cuenta con su ya característico empujón capaz de derribar enemigos y también de destruir bloques. A todo ello se le suman poderes especiales de tres distintos sombreros que le permitirán causar un potente ataque en caída, disparar fuego o propulsar su empujón hasta casi el infinito. Todo ello compone una base jugable muy apetecible, precisa y original dentro de su rigidez. Los saltos a veces juegan malas pasadas, pero son momentos puntuales.

La curiosa estructura de Super Mario Land 2 se vuelve a olvidar aquí para ofrecer una experiencia más lineal. No podemos elegir mundos según nos venga en gana, y tendremos que ir progresando sin capacidad de elección. Eso sí, marcado por el éxito de Super Mario World el juego se presenta en un mapeado que incluye diversas salidas para un mismo nivel, accediendo a lugares secretos que debemos encontrar sí o sí si queremos alcanzar el deseado 100 %. Una totalidad que se representa esta vez en el tamaño del castillo que se le concede a Wario al final del juego. Entran aquí en juego unos items especiales repartidos por el mundo que funcionan como secretos y que, el hecho de encontrarlos, convierte a Wario Land en un juego mucho mejor y más completo.

Si queréis pasar sin mucha historia por Wario Land encontraréis un juego fácil pero muy divertido. Si por el contrario queréis exprimir el juego al máximo, será cuando apreciaréis lo mejorado que está con respecto a los anteriores títulos. Un juego con mucho más cuerpo que demuestra ya una veteranía de una compañía.