Danganronpa 2: Goodbye Despair

Podéis leer el análisis de Danganronpa 2: Goodbye Despair sin miedo a spoilers de ningún tipo. Y cuando digo de ningún tipo me refiero a que he sido especialmente cuidadoso a la hora de subir capturas, y es que en Danganronpa una mera imagen de un personaje con el capítulo en el que está en la interfaz ya es considerable como spoiler. Sed libres de bucear en el texto todo lo que queráis. También debéis quedar avisados de que este texto tiene en cuenta que como mínimo ya os habéis leído el primer análisis de Danganronpa o que habéis jugado al mismo. Si no lo habéis hecho podéis leerme sin poner en peligro ni éste ni el primer juego de la saga, pero puede que andéis algo perdidos.

Día 1 (Tiempo de juego - Prólogo terminado): ¿Cómo me puede estar gustando tanto? El nuevo escenario es genial, la nueva estructura es genial, y el nuevo reparto me parece de momento con mucho más potencial que el primero. Sencillamente increíble que me cueste tanto meterme en una visual novel y con Danganronpa me enamore al instante. ¿Qué le pido a esta secuela? Que tenga en cuenta a los que ya hemos jugado al anterior. Esto quiere decir, básicamente, que los casos no repitan ideas y no acabe siendo el mismo juego con un par de mejoras y nuevas skins. Si consigue eso ojo con la puntuación que puede llegar a alcanzar. Ojalá no se me tuerza.

(Tiempo de juego - Segundo capítulo terminado): Los casos no sólo no repiten ideas si no que hasta se mofan de lo que el jugador ya conoce. De hecho, Danganronpa no tiene ningún reparo en tirar la cuarta pared más de una vez y reírse de sí mismo, de su propio fan service y de todo lo que le rodea. Si a todo esto le añadimos unos personajes que cada vez me gustan más y que todos los añadidos son la leche -desde las nuevas pruebas en el juicio hasta todos los minijuegos que se incluyen- el resultado final es que Danganronpa me está enamorando. Muy mal se tiene que poner la cosa para que no sea uno de los mejores juegos que he jugado este año. ¿Cómo narices me puede gustar tanto?

Danganronpa 2 es un juego increíble, y muy difícil va a ser que a estas alturas aparezca algo que tenga tanto nivel como para llevarse el premio al mejor juego que he jugado este año. Todavía me encuentro atontado tras haber pasado por un juego que ha jugado conmigo todo lo que ha querido, y que me ha demostrado que se puede hacer una secuela brillante sin tener que poner todo tu sistema de juego patas arriba. Danganronpa 2 es más pero también es mejor.

Antes de entrar en faena, Danganronpa 2 ha metido un montón de cosas aparentemente estúpidas e insignificantes que lo convierten en una experiencia mucho más completa. Jamás pensé que sería capaz de decir algo así de un juego, pero en Danganronpa 2 incluso andar es divertido. De verdad, la propia animación de correr de Hajime e invertir dichos pasos en un Tamagotchi que funciona un poco como un PokéWalker es algo tan estúpido como eficaz, pero es que además la simpleza de incluir un sistema de subida de nivel por el mero hecho de observar cosas -y andar- lo hacen todavía mejor. Es pura gamificación, puro juego dentro del juego. Nuestro personaje subirá de nivel, y los beneficios de dicha gesta son completamente nulos. Algo poderoso te atraerá y hará que ese atractivo marcador alcance el nivel más elevado posible. Las novedades no se quedan aquí. El juego incluye un minijuego de acción donde Monomi luchará contra las criaturas de Monokuma -de manera totalmente opcional-.

Pocas veces añadidos tan chorra habían funcionado tan bien

Las novedades no pasan simplemente por meros añadidos puntuales. Los propios minijuegos dentro de los juicios han cambiado, y ahora tenemos variaciones de casi todos ellos además de algunos añadidos nuevos, como es el caso del gran Logic Dive o de la reestructuración de la resolución final en formato cómic.

Los juicios siguen siendo muy buenos, pero siempre por detrás de la propia historia

¿En qué se traduce todo esto? En un juego que cumple con lo que uno tiene en mente cuando piensa en una secuela. Sorprendentemente todo funciona para mejorar un esqueleto que ya brillaba en el primer juego. Además, permitidme añadir que los japoneses son muy dados a repetir estructuras en sus juegos y a evolucionar muy poco, e incluso a no molestarse ni en cambiar la interfaz. Es otra cultura, otro ritmo, pero Danganronpa 2 tira por tierra todo eso presentando un juego increíblemente fresco, siempre tomando la base del original.

Tras mi enamoramiento de Junko en Danganronpa, turno para Ibuki Mioda en Danganronpa 2

Metámonos al barro sin pies ni cabeza. Si Danganronpa 2 puede llegar a ser tan random a veces no me voy a molestar en organizar mis ideas. Monokuma no estaría feliz conmigo.

Le echaba en cara al primer Danganronpa que los personajes eran demasiado estridentes. Me gustaron, pero en ocasiones eran caricaturescos de más. Danganronpa 2 presenta un reparto mucho mejor si es que era posible, y encuentra un equilibrio mucho más lógico en sus personajes. Es cierto que algunos roles se repiten, aunque esperaba algo mucho más grave. Al fin y al cabo, el hecho de intentar no repetir roles sería precisamente algo sospechoso. Claro está, no os encariñéis mucho porque hay altas probabilidades de que vuestro amado o amada fallezca durante la aventura. En cualquier caso, los desarrolladores son bien conscientes de lo atractivo de sus personajes, y no dudará en cumplir con el fan service tan potente de su universo. Sí, en Danganronpa 2 hay muchas situaciones creadas para el deleite del mirón de turno, y es algo que no me gusta... hasta que el propio juego se ríe de ello. Un juego que me enseña los pechos de un personaje de la manera más descarada no me suele caer bien, pero si el propio juego se dedica a hacer referencias a su propio fan service gratuito la cosa cambia. Soy débil ante esas cosas y no puedo evitarlo, la autoparodia me conquista enseguida. Y es que sí, Danganronpa 2 se dedica a tirar la cuarta pared una y otra vez a lo largo del juego, no tiene reparo en hablar de sí mismo como un videojuego a lo largo de toda la aventura, aunque de la manera más inteligente, e incluso se hacen referencias a otros juegos -como el mismísimo Phoenix Wright-.

Danganronpa 2, menos pintoresco en su reparto

¿La historia? La historia es lo que mantiene una visual novel -incluso una tan híbrida como ésta- y en Danganronpa 2 funciona a las mil maravillas. Un juego capaz de crear un entramado tan complicado y a la vez tan atractivo que te será muy difícil dejar de jugar, y os aseguro que me aburro muy pronto de leer en las visual novel. He de decir que el final no acabó de enamorarme tanto como esperaba, aunque no deja de ser bueno. Ata todo lo referente a la historia, pero se guarda muchas cosas que el jugador lleva esperando ver para una tercera entrega o para que acudáis al anime de turno. No me malinterpretéis, el juego está muy bien cerrado y es bastante autoconclusivo -imprescindible jugar al primero antes, eso sí-. Por decirlo de alguna manera, sienta un precedente demasiado peligroso, un precedente donde todo a partir de Danganronpa 2 puede ser posible. Sin entrar en ningún spoiler el primero era más terrenal, dentro del mundo de locura que es Danganronpa.

Monokuma y Monomi. Monokuma sigue siendo el mejor villano conocido y por conocer

Pocas cosas puedo decir negativas de Danganronpa 2, pero si me forzáis a ello sabed que eché un poco de menos mala leche entre los personajes. Hay demasiados casos de muertes bienintencionadas en comparación con el primero. Sin entrar más en ello, hay siempre motivos más allá de querer abandonar la isla. Sacrificios, protecciones y todo ese tipo de derivados con los que el primero tan solo coqueteaba. Eché de menos más crueldad, aunque Danganronpa 2 sigue presentándose como un juego muy violento -y espero que esto no cambie-. Lo que sí que agradecí es que los casos fueran tan dispares con respecto al primero, que no repitieran procedimientos y que, en definitiva, se pusieran nuevas reglas y se olvidaran muchas de las antiguas para no repetir situaciones.

El "whodunnit", principal aliciente durante todo el juego

¿Algo más que achacarle al juego? Bueno, esto no es problema real del juego pero es consecuencia casi directa. Danganronpa 2, tal y como pasaba con el uno -y con juegos como Phoenix Wright- requiere de bastante tiempo seguido por tu parte. Los casos han de seguirse sin grandes interrupciones y han de completarse en el menor tiempo posible. Echar partidas esporádicas a Danganronpa supondrá echar a perder el juego, a pesar de contar con un sitio donde se almacenan todas las pruebas para el juicio. Si alguien quiere empalmar la investigación con el juicio para ir con todas las ideas frescas, estamos hablando de que puede necesitar cuatro o cinco horas ininterrumpidas de partida. Esto no sólo acorta el juego sobremanera, sino que puede llegar a ser agotador. Mi consejo es que descanséis bastante jugándolo pero que no lo interrumpáis durante más de dos o tres días a menos que no haya investigación de por medio.

Desconfía de tu sombra

Sigo viviendo con la esperanza de que alguien haga un juego como Danganronpa, pero que además presente una historia flexible. Sé lo difícil que es eso, sé que estamos a años luz de algo así, pero permitidme soñar con un juego como Danganronpa que no esté tan prefijado, donde tus acciones y juicios varíen la historia principal y el resultado final no aporte los supervivientes pensados. Mientras esa utopía no llegue, disfrutaré de esta saga todo lo que pueda y más.

Poco más que añadir a uno de los mejores juegos que he jugado nunca. Tal cual. A nadie debería de pillarle por sorpresa ver una de las notas más altas de la historia de El BloJ, reservada a los juegos que verdaderamente merecen la pena. Divertido, inteligente y con un ritmo perfecto. He de reconocer que tengo miedo de la tercera entrega porque como digo se sientan algunos precedentes un poco peligrosos, pero también tenía miedo de esta secuela antes de empezarla.

Ahora miradme, buscando por internet un peluche de Monokuma. Oops, acabo de comprarlo. Upupupu.