F.E.A.R.

Vamos con el juego propuesto por mí mismo que escogisteis en el último ¿A Qué Juego Quieres que Juegue? #7: Steam Edition. Aviso ya de que aunque no hay spoilers sobre la historia ni nada parecido sí que podréis encontrar imágenes muy "delatoras".

Tenía yo mucho miedo de rejugar F.E.A.R., no por encontrarme con Alma de nuevo, sino por encontrarme con un FPS al que guardaba mucho cariño y al que el paso del tiempo puede haber perjudicado. Las sensaciones finales después de rejugarlo casi diez años después han sido inesperadamente positivas. Soy consciente de sus carencias, pero sigue siendo una de mis debilidades en esto de los FPS hasta el punto de que entraría entre mis favoritos, siempre por detrás de cosas como Half-Life/Half-Life 2, o más recientemente Bulletstorm, pero ahí ahí con otros que adoro como Prey.

Porno amateur

El juego de Monolith Productions (Blood, Condemned: Criminal Origins, Middle-Earth: Shadow of Mordor) aparecía por nuestros hogares en 2005 con el miedo como principal protagonista. En plena fiebre del J-Horror F.E.A.R. prometía un espectáculo terrorífico cargado de sustos con una fantasmagórica Alma apareciendo en los lugares más inesperados. Ese miedo que por entonces resultaba bastante aterrador, a día de hoy queda en un segundo plano por cuestiones tanto tecnológicas (Alma no luce tan bien ya) como por el hecho de haber mojado unos cuantos calzoncillos con algunos otros títulos. Es precisamente aquí donde se ven los puntos buenos de F.E.A.R., y es que como juego sigue siendo igual de reconfortante.

Lo friegas tú

Y es que, si os habéis pasado bastante por este BloJ habréis visto que casi siempre que hablo de IA acabo hablando de F.E.A.R., y ese recuerdo sobre una IA poderosísima es lo que más temía que se embarrara al rejugarlo. Por fortuna todo sigue igual de bien, y he vuelto a flipar por cómo se comportan los soldados enemigos con los que tenemos que luchar. No sólo su IA personal, sino la propia IA como equipo es prodigiosa hasta el punto de que sigo sin haber visto una tan buena en ningún FPS. No hablo de que sepan actuar en combate, hablo más bien de su comportamiento tan sumamente humano ante las situaciones diversas que tienen por delante. Sí que esta vez he detectado menos aleatoriedad, y son demasiadas las ocasiones en las que todo está preparado para emboscar a los escuadrones y acabar con ellos con tan sólo una granada, pero quitando ese ligero abuso es la IA más perfecta que me he encontrado.

Partículas everywhere

Es un FPS de estos de transición, de los que empiezan a sentir que repartir iconos con munición y salud para rellenar tu vida queda demasiado "irreal" y eso de las curaciones automáticas en coberturas queda muy poco "oldschool". Y hablamos de Monolith, que hizo Blood, uno de los mejores FPS clásicos. Al final, se usan botiquines a propia voluntad del jugador pulsando una tecla, y las armas que vamos recogiendo son las que pillamos de los cadáveres de nuestros enemigos mayoritariamente. Podremos llevar un total de tres armas aunque el arsenal donde elegir es bastante voluptuoso. Escopetas, rifle de clavos (sigue siendo una maravilla por muchos años que pasen), rifles de asalto, rifles de plasma...

Todavía coleteaba el éxito de Max Payne, y la guinda del pastel es ese tiempo bala que podemos manejar a nuestra voluntad y que, efectivamente, convierte el juego en algo bastante fácil incluso en el nivel máximo de dificultad, pero es tan divertido que da igual. Se usa y se abusa de este "poder" que nos hará reaccionar a todo con mucha mayor precisión. Además, el propio juego está orientado a ello ya que de no ser por este tiempo bala la cosa sería excesivamente difícil.

Para terminar de remarcar sus puntos positivos, decir que no soy alguien que tenga buena memoria, y pensaba que al rejugar a F.E.A.R. iba a encontrar muchas cosas que había olvidado. Lo cierto es que recordaba todos los momentos conforme lo iba jugando. No hablo de las apariciones de Alma, que son bastante buenas aunque ya se vean un poco sosas, hablo de todas las situaciones previas al combate y de los mapeados en sí, por lo que un juego que deja tantos momentos en tu cerebro debe hacer algo bien.

 

Pero voy a relajarme un poco y voy a comunicaros que tiene cosas malas, más allá de que los años no perdonan a nadie. Lo primero y lo más remarcable es su poca variedad de escenarios. Es uno de esos juegos marrones donde no verás un color intenso en ningún momento. Vamos, que si te da por jugar a éste y a Condemned a la misma vez vas a acabar viendo todo en marrones. Es feo de ver, soso y soso a la vista. Además, también como le pasaba a Condemned su optimización es bastante mala. Da problemas a casi todo el mundo por muy potente que sea la máquina y no se acaba de sentir uno "fluido" prácticamente en ningún momento.

OLA KE ASE

F.E.A.R. sigue siendo altamente recomendable. Quizá no tanto como podéis leer en estas líneas porque le tengo un amor ciego al juego, pero desde luego un gran FPS con una IA envidiable (nunca me cansaré de remarcarlo).

PD: Haz click aquí para ver los análisis de sus expansiones: Extraction Point y Perseus Mandate.