Ni siquiera sé cómo se hace el yogur griego.
Si hay algo que debemos agradecerle a Ubisoft de sus últimos Assassin's Creed es su flamante modo Discovery. Básicamente una visita guiada por las antiguas civilizaciones que, en una mezcla de material interactivo y a la vez realista, convierten a Assassin's Creed en una visita de museo. Desgraciadamente, en este paseo por la historia y mitología griega, he bostezado más que aprendido.
Quizá tenga algo que ver mi pasión por Assassin's Creed Origins, que no fue transmitida a Assassin's Creed Odyssey. Realmente no tengo un recuerdo muy apropiado de cómo era el modo Discovery de Origins, pero juraría que contaba con una estructura mucho más guiada que este Discovery Tour - Ancient Greece, donde comenzamos en mitad del meollo, con guías densas que ni siquiera apuestan por un punto introductorio. Entrar de lleno en la sociología de la antigua Grecia hace que echara de menos en todo momento un punto de preparación que nunca estuvo, y que sí recuerdo sentir en el modo Discovery de Origins.
Por supuesto, no podemos dejar de recomendar un modo educativo que pretende, también, amortizar todo el trabajo de documentación que hizo Ubisoft para sus juegos, pero lo cierto es que hubiera agradecido una estructura mucho más amigable, que me permitiera despertar un poco el interés, y no un mapa gigante con iconos a perseguir -nuevamente- para iniciar las lecciones de una manera un tanto inconexa.
Tenéis muchos análisis y contenido de la saga Assassin's Creed en El BloJ. A lo mejor hasta se aprende algo.
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