Pequeña joya oculta que nos deja este 2023, y que promete ser -ya es- mi nueva adicción
Ibe Denaux se encuentra detrás del que podría ser mi juego favorito de entre los desconocidos de 2023. Verses of Eenchantment es un deck-builder, un juego de cartas que supone un nuevo intento por hacerme olvidar el Slay the Spire del que tanto os he hablado durante estos años. No lo va a conseguir, porque eso es imposible, pero está siendo, desde que llegó a mí, mi verdadero compañero de partidas rápidas a través del móvil usando la aplicación Steam Link -y por ende, un bune compañero para la Steam Deck-.
¡Magos poetas! Un juego de cartas donde, en función de las cartas que utilices, se generan poemas usando las palabras de las mismas. Algo enrevesado de explicar, pero muy fácil de entender. En tu turno, usarás cartas que se dividen en cinco categorías: pasión, naturaleza, resplandor, oscuridad y ego. Al terminar el turno del rival, se generará un poema usando las palabras de cada una de esas categorías, dando lugar a poemas con más uso de, por ejemplo, pasión, o una combinación de todo. Así, ya con el poema presente, puedes empezar a activar las cartas que tienen como requisitos las condiciones de los poemas. "Si tu poema tiene sobre todo cartas de pasión haz 15 de daño". "Si tu poema tiene al menos una palabra de resplandor, cúrate 15 puntos de vida". "Haz 7 de daño por cada palabra de naturaleza en tu poema". Además de los requisitos de los poemas, también existen efectos de estado sobre los que aplicar daños y estrategias adicionales. En definitiva, un bucle de requisitos para activar sinergias que te permitan ganar cada duelo.
Esa es, explicado mediante algunos ejemplos, la base de este Verse of Enchantment. Un juego bastante sencillo, que suena más complicado de lo que es. Por ejemplo, toda la parte de los poemas generados es algo anecdótico en el sentido de que no me he parado a leer ninguno de los poemas y tan solo he usado sus facilidades en la interfaz para ver las palabras coloreadas que se asignan a cada categoría. También hay un punto de poca planificación, debido, sobre todo, a que estoy acostumbrado a ver la intención del enemigo en el mencionado Slay the Spire, y aquí estás un poco más sujeto al azar en cuanto a lo que te va a ocurrir.
La otra diferencia es la apuesta por el deck building como tal. Contamos con un mazo de, como mínimo, 15 cartas, que podemos ir modificando a nuestro gusto conforme vamos adquiriendo nuevas cartas. Hay presets para estos mazos, permitiendo cambiar entre ellos y ajustarnos a batallas que requieren de estrategias diferentes, pero realmente, con un par de mazos es suficiente. Ya profundizaremos en esto, pero Verses of Enchantment es un juego sencillo, que además adolece de una inteligencia artificial algo deficiente, que muchas veces parece lanzar las cartas sin demasiada estrategia.
Nos moveremos por un mapeado a nuestro antojo, con el objetivo de enfrentarnos a los diversos rivales y robarles sus cartas que luego incorporaremos, o no, a nuestros mazos favoritos. Se abraza el coleccionismo, y es de hecho eso lo que impulsa el avance del juego, desbloqueando nuevas zonas conforme vamos acumulando más cartas. Así, cada personaje dispone de unas cinco cartas que coleccionar, por lo que nos entretendremos en ordeñar a estos personajes con ele fin de conseguir nuestros objetivos antes de pasar al siguiente rival. Los movimientos por el mapa consumen raciones de comida, que debemos adquirir en las ciudades en un pequeño sistema de economía de intercambio con variaciones de precio que llevan a cierta especulación. Este sistema está un poco roto, y de nuevo se solapa con la sensación de sencillez extrema del juego. Podemos, en lugar de avanzar y gastar raciones, esperar en el lugar donde estamos para que pase el tiempo hasta que el rival en cuestión acuda a nosotros en lugar de ir nosotros hacia él.
La clave del éxito de Verses of Enchantment radica en una estupenda interfaz, que explica todo al milímetro y de un vistazo. Las cartas van modificando sus estadísticas a tiempo real en función de las sinergias que se van dando, y se marcan claramente las que son utilizables y cumplen los requisitos para ser usadas. Una buena interfaz es clave para que un juego de este estilo, que requiere una fase de estudio inicial, no se deje de lado en el primer cuarto de hora.
Como he ido dejando ver en casi todos los apartados, estamos ante un juego increíblemente fácil. Ausencia total de desafío, donde la derrota no supone absolutamente ninguna penalización. No existe esa vertiente rogue-like de empezar de cero, y fracasar en la batalla solo nos llevará a repetirla sin mayor perjuicio. Quizá por esta falta de desafío, Verses of Enchantment no es un juego que me vaya a acompañar todo lo que debería en su modo campaña, pero sin embargo, el llamado modo Gauntlet abraza más ese concepto y otorga ese plus necesario para no quedarse tanto en un juego anecdótico.
Admito estar bastante enganchado al juego de Ibe Denaux. El tema de los poemas es ingenioso, pero a la misma vez no tiene el efecto que debería tener. Tengo la sensación de que hay margen de mejora, pero la base es bastante buena. Si acaba siendo un fiel compañero en el tiempo, lo veremos. Tal y como pasó con otros que llenan este hueco de la ludopatía de partida rápida, os lo haré saber.
No se si estoy haciendo bien o mal, pero he descubierto un juego gratuito para móvil que es directamente un plagio de Slay, se llama Indies lies.
ResponderEliminarLo instalé ayer y solo he tenido tiempo de dedicarle media horita, pero ya te digo que es como un slay 2, y eso ya le da para ser droga
Hace tiempo busqué un Slay the Spire para móvil y no tuve mucho éxito. Lo he revisado a ver si había probado ese en concreto, pero no: https://elblojdeneojin.blogspot.com/2021/04/diario-de-un-gordocheetos-20-slay-spire.html
EliminarAsí que, igual te doy las gracias o te maldigo para siempre. Si es lo segundo, es porque me ha gustado mucho. Instalándolo ahora mismo! Gracias *_*