¿Te da vértigo entrar en la saga Yakuza ahora que está en PC? El análisis de Yakuza 0 resolverá tus dudas.
Vivir del PC tiene sus cosas malas, como pasarte más de una década viendo imágenes de una saga que no puedes probar y que aspira a ser de tus favoritas de todos los tiempos. Desde la salida del primer Yakuza en PlayStation 2 allá por 2005, hasta la primera entrega que daría el salto a PC en 2018 con el juego que nos ocupa hoy, pasaron 13 años que en mi caso fueron más porque no me atrevía a empezar con una saga que no estaba completa en PC. Sega, ansiada por satisfacer mis necesidades -el egocentrismo es fuerte en mí- me quitó todas las excusas y lanzó en 2021 el resto de títulos para ofrecer la experiencia completa. ¿Fue esto suficiente? No del todo, porque no os voy a engañar, es bastante difícil mentalizarse a la hora de empezar a jugar una saga con 8 títulos principales que duran en torno a las 30 horas en su historia principal y que son una tortura para completistas como yo, llevando cada título a la centena de horas.
En este contexto inicié mi andadura por la saga Yakuza. Tras informarme del orden correcto (que dejo aquí por si puedo ayudar a alguien: Yakuza 0, Yakuza Kiwami, Yakuza Kiwami 2, Yakuza 3, Yakuza 4, Yakuza 5, Yakuza 6 y Yakuza: Like a Dragon) me dispuse a afrontar una estrategia sana que no me llevara a estar los próximos 10 años de mi vida estancado en Yakuza. Sabedor de que Yakuza 0 es probablemente la máxima expresión de la saga, y aprovechando que lo poseo en Steam, decidí que Yakuza 0 iba a ser mi pilar, y lo iba a convertir en el juego que iba a completar al 100% mientras continuaba jugando a los demás juegos de la saga en Game Pass. Es la primera vez en mi vida que juego a la vez a dos juegos de una misma saga, y la experiencia es cuanto menos curiosa. La idea es (¿era?) tomarme los Yakuza como juegos prácticamente lineales para ponerme al día con la saga, e ir completando todo lo que Yakuza 0 tiene que ofrecer, que viene a ser similar al resto de extras que ofrecen los demás Yakuza. Desgraciadamente, mis planes se truncaron cuando quedé completamente enganchado a Yakuza 0, y ese 100% llegó demasiado pronto tras una cantidad enorme de horas de las que no me arrepiento ni un mínimo. También es mal plan porque no tardé en descubrir que las misiones secundarias de la saga Yakuza son de lo mejor que he visto, así que eso de tomarme todos los Yakuza como juegos lineales va a ser que tampoco.
Mientras escribo estas líneas estoy con Yakuza Kiwami 2, y Yakuza 0 ya es pasado. Atrás quedan esas noches de karaoke ininterrumpidas y carreras de coches radiocontrol, y también esos fines de semana que afrontaba con ilusión donde planeaba avanzar en la historia para encontrarme ya el domingo por la noche con tropecientas horas echadas simplemente en el mahjong -también podemos sacar el tema de que Yakuza 0 ha sido el juego que me ha enseñado a jugar al mahjong y el que me ha creado una adicción al mismo-. En cualquier caso, tras haber saboreado las mieles de Yakuza 0, me uno a la corriente de que es la mejor puerta de entrada que existe para la saga, al menos de lo que estoy viendo.
Yakuza 0 es una plataforma de lanzamiento, que claramente ayudó a Sega a relanzar una saga que parecía a ratos cosa de nicho. Este mundo abierto sin conducción, enfocado en distritos más que en ciudades, no deja de ser un juego que bebe de la fórmula del gran Shenmue pero apostando por la esencia de las peleas callejeras del yo contra el barrio y el tono paródico-satírico de la sociedad japonesa, aunque muchas veces no acaba de quedar claro hasta qué punto el juego tiene ese tono o es que simplemente el choque cultural con occidente es demasiado grande como para justificar algunas situaciones más que cuestionables. En cualquier caso, a Yakuza le perdonamos la mayoría de cosas, porque consigue manejarse con una fuerza inusitada entre la comedia más absurda y el drama más profundo. Es posible que minutos después de haber visto morir a un personaje te encuentres cantando en el karaoke disfrazado de algo o ayudando a una dominatrix a hacer bien su trabajo, delante de los niños del parque. Los minijuegos, quebradero de cabeza para más de uno, enriquecen un juego que se apoya en su historia principal como pocos y que también deja tiempo para las secundarias más absurdas y divertidas posibles. La ciudad está muy viva, y entrar en cada tienda o restaurante a probar la comida de turno es parte de la experiencia. Estamos realmente ante un simulador de vida callejera que mediante cada uno de sus episodios consigue ofrecer fragmentos de la sociedad japonesa, aunque a veces parece que más que acercarnos a ella quisieran alejarnos.
Pero no, Yakuza 0 no es un juego donde vayas por el meme y ya está. Aunque es cierta toda esa nube de sensaciones que uno tiene cuando piensa en la saga, lo cierto es que acaba quedándose por su historia por encima de todo lo demás. Una historia madura como no esperaba, con continuos momentos dramáticos y giros inesperados que erizarán tu vello en varios momentos, y que sabe perfectamente cuándo soltar el cliffhanger para cambiar al otro personaje jugable, el carismático Goro Majima, y continuar con la trama paralela, la cual es tan intensa y tan principal como la de Kazuma Kiryu. Dos personajes opuestos con distintos planteamientos cuyas historias se cruzan de una manera paciente pero contundente, y que viene a reflejar la excelencia de la saga mucho más allá de lo que se rasca en la superficie. En esto, especial importancia da el juego a la narrativa, siendo capaz de meterte poco a poco en una historia de Yakuzas con un montón de nombres y rangos donde lo difícil es no perderse. El ritmo y la sucesión de acontecimientos hacen que, con prestar un mínimo de atención, puedas entrar en todo el enorme entramado de la saga, justificando todavía más su posición como plataforma de lanzamiento o puerta de entrada. Para cuando quieres darte cuenta, eres parte de la familia, en el sentido figurado de la palabra.
Aunque Yakuza 0 ha superado todas mis expectativas, he de decir que no he quedado tan contento con el sistema de combate. Estamos ante un sistema medianamente clásico y heredado también en cierta manera de Shenmue -y por ende, de Virtua Fighter- que se acerca más al machacabotones que a la técnica y a la precisión. Desgraciadamente, la finura de la que presume el juego en su narrativo y presentación no lo es tanto para su sistema de combate, ofreciendo una cantidad ingente de posibilidades que prácticamente se te arrojan a la cara sin mayor explicación. Existiendo tres artes distintas -cuatro si desbloqueamos la adicional-, cada una tiene sus particularidades y sus movimientos especiales rodeados de mil condicionantes de los cuales recordarás un par. Además, los botones de acción y las combinaciones especiales no acaban de tener un mapeado de botones adecuado, y estas técnicas acaban siendo demasiado ambiguas a la hora de la verdad. Sí, en Yakuza es divertido combatir, pero contra masillas que absorben tus nubes de golpes y de técnicas acrobáticas. Cuando las batallas requieren de más técnica empiezan a dejar ver sus costuras, y más que combates interesantes lo que realmente prima es encontrar un movimiento que sea eficaz contra el jefe de turno y explotarlo cuantas más veces mejor, además de tener a mano suficientes curas para sobrellevar el intercambio de golpes. Esta imprecisión en los combates hacen que vea con todavía mejores ojos la llegada de Like a Dragon y el viraje al RPG, un género del que bebe mucho más del que puede parecer al principio. Al fin y al cabo estamos hablando de un juego que planta batallas aleatorias a tu paso, y donde tus combates se resumen en ejecutar los combos adecuados para llegar a la técnica especial que llevas buscando tiempo, como si introdujéramos el siguiente comando en un RPG clásico.
A pesar de que no quedé muy contento con su sistema de combate, entretenido pero impreciso, no puedo negar que todo lo demás es de matricula de honor. Lo cierto es que también tenía miedo de puntuar excesivamente alto un juego que a todas luces me había encantado, pero que no dejaba de ser el primero de la saga en PC, por lo que quizá estaba atribuyéndole méritos que son heredados de otros juegos anteriores. Ahora que estoy jugando al resto, me doy cuenta de la importancia y lo trascendental de Yakuza 0, por lo que no me tiembla el pulso a la hora de darle una de las notas más altas que hay en El BloJ.
Ains, pues habrá que añadirlo a la lista de juegos/sagas pendientes
ResponderEliminarEntiendo el tono de pereza, pero meterte es lo mejor que un humano puede hacer!
EliminarA ver cuando lo retomo, que lo probé en el pass y me quede con las ganas... Al menos en PC además tiene parche al español.
ResponderEliminarUn saludo :D
Yakuza 0 no se abandona!!
EliminarGracias por tu comentario
Por desgracia, el parche es sólo válido para la versión de steam. Los archivos de los juegos de gamepass no permiten mods de ningún tipo porque vienen encriptados.
EliminarYo cuando empiece está saga lo haré con el kiwami, que es el que ya tengo, espero no perderme nada por empezar por donde no debo
ResponderEliminarBueno, perderte cosas tampoco sería correcto. 0 es una precuela que salió bastante después del primer Yakuza, así que a efectos prácticos lo que vas a hacer es jugarlo por orden de lanzamiento. De todas formas siempre puedes volver al 0 más adelanete. Piensa que es empezar por el episodio 4 de Star Wars en lugar de por el Episodio 1 que salió varios años después. ¿Te pierdes cosas? No exactamente, simplemente te aproximas desde un contexto distinto.
EliminarSolo puede decir:
ResponderEliminarMajima, Tachibana, Kiryu, Makoto, Kuze..
Es que son personajazos!
El carisma de cada uno a su modo, el halo de misterio que rodea a más de uno, los giritos de constantes de guión, y lo bien hilada que está la trama, hacen que sea el cóctel perfecto para estar completamente de acuerdo en que es un juego de sobresaliente.
Además, no hay que olvidarse de lo buenas que son las tramas de las secundarias, rozando lo absurdo en algunas ocasiones, pero que te atrapan para hacerte querer saber más y ver cómo termina.
Y por último, lo bien medido que está el timming entre narrativa, exploración, peleas, mundo abierto, y secundarias. En ningún momento te cansas ni parece repetitivo, porque intercala todas sus bazas de una manera muy bien ajustada.
Chirigoty!
Ya lo has dicho tú, no puede hacerse un juego más cuidado en todos los aspectos, y si juegas al Kiwami el 0 te parecerá todavía mejor xDD.
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