SLIDER

5 jun 2018

Omensight

Abrid paso al mejor juego indie de este año que he jugado, al menos de momento.



Día 1 (Tiempo de juego - 2 horas): Estoy boquiabierto. Tengo miedo de que el juego siga avanzando y se me vayan las buenas sensaciones que estoy teniendo, porque tiene pinta de que uno de sus problemas va a ser su repetición de escenarios y situaciones. Omensight es algo así como el día de la marmota donde más allá de un preciso sistema de combate existe una investigación interesante a más no poder de la que, de momento, me siento muy protagonista.

(Tiempo de juego - Acto 3): Todo lo que presagiaba se ha vuelto realidad, y la verdad, me está importando muy poco. Ya hablaré de lo repetitivo que es este juego, pero las horas que me está dando de pura diversión son impagables. Mucho se tiene que torcer la cosa para que no sea de momento mi juego indie del año.

Daos por avisados: Omensight es probablemente el juego más repetitivo que jamás hayáis jugado, y os lo está diciendo alguien que jugó Alan Wake's American Nightmare. Siempre que hay un juego de este tipo, donde existen viajes en el tiempo o como queráis llamarlo, uno teme escenarios repetidos, vagueza por parte de los desarrolladores y un montón de cosas negativas que por ejemplo no sucede en otros mundos como puede ser el de las películas o los libros. Vamos a quitarnos esto ya y sí, Omensight se repite hasta la enfermedad, pero también os digo, jamás me importó menos.

Mirad imágenes de Omensight:



Lo que veis es tal cual, estamos ante un hack and slash indie con un buen diseño visual. Estamos ante un juego donde conectar combos y no recibir daños llenará medidores para activar ataques especiales. Estamos ante un juego de poner exclamaciones a los enemigos encima justo en el momento en el que te van a atacar para que puedas realizar esquivas, y cuanto más cerca sea esta esquiva mejores atributos se te concederán. Sí, estamos también ante un juego donde hay enemigos con escudo que sólo pueden ser abatidos usando el ataque fuerte.

Toda la parte jugable de Omensight se ve a simple vista. Ojo, no nos equivoquemos con esto, ya que no quita para que sea un excelente hack and slash que responde muy bien a los comandos. Es suave, es preciso y es divertido. También tiene una parte plataformera, mucho más minimizada, que no es tan solvente como la vertiente hack and slash pero igualmente es de agradecer para no estar horas machacando botones. Omensight se completa con exploración para encontrar numerosos secretos dentro de una linealidad considerable.


Ahora bien, ¿por qué tanto ruído? ¿por qué Omensight es, ya os lo adelanto, mi juego indie favorito de lo que llevo jugado lanzado este año? Su estructura, su increíble estructura.

Vaya por delante una cosa: no he jugado a Stories: The Path of Destinies, y puede que muchas de las virtudes que le voy a endosar a Omensight vengan de su antecesor. Me he saltado mi regla de jugar a un juego que es "secuela" y jamás lo habría hecho, pero se han juntado dos razones. Una, que muy amablemente Spearhead Games me ha concedido una copia de prensa para que analice el juego, y dos, que Omensight es una secuela espiritual, por lo que no hace falta en absoluto haber jugado a Stories.


La cosa va de la siguiente manera.

Encarnamos a Harbinger, una ente creada y destinada a ser los ojos del mundo en sí mismo. Una especie de juez que imparcialmente aparece cuando el fin del mundo está cerca. Una leyenda entre los habitantes de Urralia que tan sólo quiere evitar el cataclismo. Este cataclismo se hace realidad cuando Voden, una serpiente que básicamente devora el mundo, aparece en mitad de una crisis para acabar con Urralia. Harbinger tiene la habilidad de volver atrás en el tiempo, concretamente un día, a la mañana del último día de Urralia. La aparición de Voden está relacionada con el asesinato de Vera, la sacerdotisa encargada de velar por Urralia. Nosotros, como Harbinger, tendremos que resolver el asesinato de Vera reviviendo el último día desde distintas perspectivas para encontrar al culpable.

Harbinger: testigo y juez

Y aquí es cuando entra en juego los cuatro protagonistas del juego, ya que tendremos que vivir su día para encontrar las pistas que nos lleven a resolver el asesinato. Un cluedo llevado a un juego hack and slash donde la historia y sobre todo la estructura/narración se come a todo lo demás. Así, contaremos con la ayuda de Indrik, un emperador que se encuentra en guerra con Ratika, la líder de los rodantianos, la cual a su vez se encuentra aliada con Ludomir, el cual es el hermano de Vera, la sacerdotisa asesinada y nexo entre todos los personajes. El reparto lo cierra Draka, la general del ejercito del emperador Indrik.


Así, se establecen dos bandos muy marcados y cuatro historias que se van cruzando a lo largo del día. Tendremos que revivir todas ellas para hallar las pistas que nos lleven al asesino de Vera. Claro está siempre formando parte activamente en el día de cada uno, y esto quiere decir ganarse su confianza para que nos desvelen el máximo de información posible. Te tocará matar a personajes, arrasar sus ejercitos y hacer cosas de dudosa moralidad, pero todo acaba dando igual, porque al final de cada día volverá a aparecer el cataclismo y tú serás llevada a la mañana de nuevo. Lo único que importa es la información que te lleves de tus elecciones, las cuales ser irán recopilando en un libro de pruebas que van aclarando la trama.

Conseguir información será tu única prioridad, a cualquier precio

Ahora bien, aquí es donde la cosa se vuelve loca. Cuando encontramos un hecho verdadero que ha ocurrido, obtendremos un "Omensight", una visión exacta de un acontecimiento. Así, una vez obtenido, tendremos que elegir a un personaje al que queramos mostrarle ese "Omensight", alterando completamente su percepción de la situación. Puede que veamos a Ludomir, hermano de Vera, deseando venganza contra alguien que cree que es el asesino hasta que le enseñemos ese Omensight que cambiará sus intenciones por completo. Las situaciones son múltiples, y las combinaciones se suceden entre un total de tres Omensight que se van repartiendo entre los personajes.

Todo esto es maravilloso. Si entras en la historia, que es bien fácil, Omensight tendrá ganado parte de tu corazón.


Pero quitad el brillo de vuestros ojos, porque todo esto que suena a maravilla no lo es tanto por un simple hecho: Omensight es una experiencia lineal, y amparado en el hecho de que pase lo que pase el día volverá al principio no tienes que temer por equivocarte nunca. Tus decisiones jamás cambiarán los hechos, tan sólo te interesa salvar el mundo, y la guerra y los intereses personales de tus compañeros te la traen al pairo. Al fin y al cabo el fin del mundo es motivo suficiente como para dejarse de pequeñas traiciones y rencillas. En cualquier caso, Omensight es, repito, una experiencia lineal, con un camino marcado. La falsa realidad de elecciones tan sólo hará que el juego te dure más horas o menos. Si tienes claro qué está pasando obviarás muchos pasajes ya que sabrás dónde ir y cuándo.

A mí el juego me gustó tanto que no me importó ir a los caminos paralelos para sacar más información antes de hacer lo evidente. Voy más allá, disfruté tanto del juego, incluyendo su sistema de batalla, que voluntariamente quise repetir partes que no tenía ni que repetir, y es que Omensight consciente de su extrema repetición te pregunta en niveles ya terminados si quieres acudir directamente al momento cumbre donde tienes que tomar una elección.

Irónicamente me estoy repitiendo mucho, pero lo diré una vez más: Omensight es repetitivo, y aunque piense que en ello radica su gracia el hecho es innegable. El juego tiene tan solo unos cinco escenarios que irán cambiando en función de si estamos en la mañana, en la tarde o en la noche. Cada escenario tiene sus propias rutas para cada personaje, así que sí, es una experiencia lineal pero la exploración también se hace importante.


Omensight es ante todo un ejemplo excelente de cómo estructurar un juego. Ese mapa de situación que nos muestra dónde está cada personaje en cada momento ayuda mucho a entender el batiburrillo de idas y venidas que tendremos en la cabeza al final del juego. Además, Omensight ofrece la posibilidad de ser jugado sin ayudas, instando al jugador a tomar lápiz y papel. Es un juego que puede parecer caótico, que acaba siendo más lineal de lo que puede parecer y que, en definitiva, está muy bien llevado.

Entiendo las quejas sobre el juego, pero a mí me compensó mucho. Si lo jugáis, meteos en su atractivísimo universo y disfrutad. Si no lo hacéis, por lo menos os quedará un decente hack and slash, aunque os estaréis perdiendo parte de la experiencia.


2 comentarios :

  1. Hostia, pues este sí que está interesante. A sabiendas que viene de Stories: The Path of Destinies tal vez lo posponga a que le de(as y digas qué tal está), pero la idea de "Cluedo & Slash con viajes en el tiempo" mola muchísimo.

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    Respuestas
    1. "Cluedo & Slash", bravo xD

      Lo que digo, me gustaría haber jugado al Stories antes pero no ha podido ser. De todas formas las reviews que he leído van un poco en mi línea, así que merecerá la pena sí o sí.

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