Grimwood Team nos trae un juego muy llamativo desde el primer momento.
Día 1 (Tiempo de juego - Primer boss derrotado): De momento mucho más hipnotizado por su presentación visual que por su apuesta jugable. World of One se ve espectacular. Parece un juego de puzles basados en físicas y un montón de trampas que fomentan la parte plataformera. Entre su apuesta esencialmente monocromática y su desarrollo no puedo evitar pensar en Limbo. La particularidad de World of One es la presentación de los mapas en círculos en lugar de en una sucesión horizontal. De momento bastante bien.
(Tiempo de juego - Segundo boss derrotado): Algo me dice que el juego va a ser corto. Me huele a cuatro mundos. El juego ha cambiado y ahora es una especie de Dark Souls fusionado con Limbo. Se sigue apostando mucho más por los puzles que por otra cosa, pero es curioso el viraje. En cualquier caso, me he topado con unos cuantos bugs que han mermado la experiencia. Está muy bien, por encima de la media de los indies en Steam, pero le falta un punto más de refinamiento.
"De momento mucho más hipnotizado por su presentación visual que por su apuesta jugable". No es algo que cambie una vez terminado el juego, ni tampoco con el paso de los días. Lo que sí que hay que reconocer es que World of One es un juego un tanto especial, y sólo el hecho de proponer esos pequeños mundos circulares ya lo hace diferente a muchos juegos. Además, en World of One hay un intento por la innovación en un género ya tan trillado como es el de puzle-plataformas. Cada nivel presenta distintas mecánicas, nuevas invenciones que presentan nuevos enigmas y que como mínimo sorprenden. No es desde luego un juego innovador, pero lo intenta, y en la mayoría de los casos eso sólo ya es de agradecer.
Hay algo que tienes que tener claro en World of One: la desarrolladora Grimwood Team quiere matarte. Desgraciadamente el juego se basa demasiado en el ensaño y error. Hasta en eso se parece al Limbo. La mayoría de situaciones de mitad de juego en adelante no se pueden resolver ni con habilidad, ni con reflejos, ni con inteligencia. Morir y aprender de tu muerte es el único procedimiento, y además el hecho de que el peculiar combate se basa en la esencia de un juego como Dark Souls -muy patente en los jefes de fin de mundo- lo acerca a una experiencia más furstrante de lo que parecía en principio. Cuando un menú de opciones te da la opción de mostrar un contador de muertes ya sabes que te toca mentalizarte.
Por decirlo de alguna manera, su estética, atmósfera e incluso banda sonora no me acaba de casar con un juego tan hostil para el jugador. World of One es bonito y encantador, especialmente si te gustan este tipo de escenarios, pero todas esas sensaciones bonitas acaban siendo reemplazadas por el historial de muertes. Es cierto que no es un juego extremadamente difícil, y que además es corto, pero hubiera preferido algo más relajado.
No os engañéis, World of One es un buen juego. También hay que decir que le falta pulirse un poco más, porque hay numerosos bugs que te obligan muchas veces a reiniciar el nivel -la mayoría fallos en las físicas y similares-. Su historia le da un puntillo más, pero la conclusión se escribe sola: es uno de esos juegos que funciona en todo lo que no tiene que ver con jugar.
Día 1 (Tiempo de juego - Primer boss derrotado): De momento mucho más hipnotizado por su presentación visual que por su apuesta jugable. World of One se ve espectacular. Parece un juego de puzles basados en físicas y un montón de trampas que fomentan la parte plataformera. Entre su apuesta esencialmente monocromática y su desarrollo no puedo evitar pensar en Limbo. La particularidad de World of One es la presentación de los mapas en círculos en lugar de en una sucesión horizontal. De momento bastante bien.
(Tiempo de juego - Segundo boss derrotado): Algo me dice que el juego va a ser corto. Me huele a cuatro mundos. El juego ha cambiado y ahora es una especie de Dark Souls fusionado con Limbo. Se sigue apostando mucho más por los puzles que por otra cosa, pero es curioso el viraje. En cualquier caso, me he topado con unos cuantos bugs que han mermado la experiencia. Está muy bien, por encima de la media de los indies en Steam, pero le falta un punto más de refinamiento.
"De momento mucho más hipnotizado por su presentación visual que por su apuesta jugable". No es algo que cambie una vez terminado el juego, ni tampoco con el paso de los días. Lo que sí que hay que reconocer es que World of One es un juego un tanto especial, y sólo el hecho de proponer esos pequeños mundos circulares ya lo hace diferente a muchos juegos. Además, en World of One hay un intento por la innovación en un género ya tan trillado como es el de puzle-plataformas. Cada nivel presenta distintas mecánicas, nuevas invenciones que presentan nuevos enigmas y que como mínimo sorprenden. No es desde luego un juego innovador, pero lo intenta, y en la mayoría de los casos eso sólo ya es de agradecer.
Hay algo que tienes que tener claro en World of One: la desarrolladora Grimwood Team quiere matarte. Desgraciadamente el juego se basa demasiado en el ensaño y error. Hasta en eso se parece al Limbo. La mayoría de situaciones de mitad de juego en adelante no se pueden resolver ni con habilidad, ni con reflejos, ni con inteligencia. Morir y aprender de tu muerte es el único procedimiento, y además el hecho de que el peculiar combate se basa en la esencia de un juego como Dark Souls -muy patente en los jefes de fin de mundo- lo acerca a una experiencia más furstrante de lo que parecía en principio. Cuando un menú de opciones te da la opción de mostrar un contador de muertes ya sabes que te toca mentalizarte.
Por decirlo de alguna manera, su estética, atmósfera e incluso banda sonora no me acaba de casar con un juego tan hostil para el jugador. World of One es bonito y encantador, especialmente si te gustan este tipo de escenarios, pero todas esas sensaciones bonitas acaban siendo reemplazadas por el historial de muertes. Es cierto que no es un juego extremadamente difícil, y que además es corto, pero hubiera preferido algo más relajado.
No os engañéis, World of One es un buen juego. También hay que decir que le falta pulirse un poco más, porque hay numerosos bugs que te obligan muchas veces a reiniciar el nivel -la mayoría fallos en las físicas y similares-. Su historia le da un puntillo más, pero la conclusión se escribe sola: es uno de esos juegos que funciona en todo lo que no tiene que ver con jugar.
Buenas Neo!
ResponderEliminarPOr lo que cuentas me recuerda mucho a Limbo más que inside. Me parece interesante y joder, con las capturas de pantalla sí que me parece un juego hostil! leñes, de hecho me parece bastante bestia. Eso sí, debería verlo en pantalla grande.
Un juego al que si puedo echaré un tiento sin duda.
Saludotes!
Sí, bastante más Limbo que Inside pero con ese toque de acción inspirada en Dark Souls.
EliminarMerece la pena!