Payday 2

Payday 2 es un drama terrible sobre una banda de atracadores que aglutina millones y millones de dólares pero que no es capaz de comprarse un taladro para forzar cerraduras que no se rompa al medio minuto de enchufarlo.

Desarrollado por Overkill y dando guerra como uno de los juegos online más jugados desde 2013, su éxito viene desde todavía más atrás con aquél fenomenal Payday: The Heist de 2011 que tiene el honorable privilegio de pertenecer al club de los que han superado el 8 en este BloJ -que si veis la lista no son tantos-. En el análisis de ese primer juego ya podéis ver lo mucho que me gustó, y lo difícil que lo tenía Payday 2 por tanto para encantarme de igual manera. Aunque estas cosas suelen acabar más mal que bien, lo cierto es que Payday 2 me gustó más que el primero. El mínimo coqueteo con el sigilo de la primera parte aquí ya se desarrolla por completo. Recordemos ese increíble mapa en el hospital No Mercy que venía a ser un banco de pruebas para Payday 2. Misiones donde, si te lo currabas, no tenías que pegar un sólo tiro.

50 % nosotros jugando

El sigilo es la principal novedad de este Payday 2. Hay misiones pensadas para sigilo y otras donde puedes elegir la estrategia a seguir como te venga en gana. Hay otro pequeño número de misiones donde el sigilo directamente no es una opción, pero desde luego si hay algo por lo que merezca la pena el juego de Overkill es por cooperar con tus amigos para terminar las misiones.

No hablamos de un sigilo cualquiera. No estamos ante simplemente un juego de colocarse en la espalda del guardia y acabar con él sin ser visto. La cantidad de factores que mueven este sigilo es tan grande que lo acerca a una experiencia bastante realista. Los guardias sospechan y dan directamente la alarma si encuentran señales de allanamiento. Serás detectado si al acabar con un guardia no respondes a su intercomunicador a su debido tiempo. Si estás robando una tienda de una zona céntrica los meros civiles que pasean por el exterior y que parecen mero atrezo pueden verlo y avisar a la policía. En definitiva, casi cualquier cosa de la que pienses: "no creo que el juego sea tan pijotero como para detectar eso", acaba siendo determinante.

75 % nosotros jugando

Por tanto, los niveles de cooperación son máximos en un juego que ya era genial en su primera entrega. Hay que añadir a todo esto que los niveles van cambiando y van plantando los objetivos aleatoriamente por el mapeado, siendo también considerablemente aleatorias las patrullas de los guardias, muy impredecibles y muy humanizados. Pero si vais con cuidado no tenéis por qué temer, ya que las posibilidades son cuantiosas. Uno de la banda puede ir, por ejemplo, a la caseta de seguridad para acabar con el guardia y dejar invalidado de esa manera todo el sistema de cámaras del complejo. No sólo eso, también puede ser tus ojos desde allí e ir dirigiendo al resto del grupo que irá completamente a ciegas de habitación en habitación fiándose de lo que el otro le dice -indispensable uso de micro-. Además, cada uno del equipo tiene distintas habilidades -o al menos deberíais hacerlo así- que le permite llevar la cooperación más allá de la mera ayuda puntual. Fracasarás una y otra vez, pero cuando lo consigas te vas a sentir como en ningún otro juego y estarás unos cuantos días mirando el sistema de vigilancia de cualquier tienda a la que vayas pensando en cómo de atracable sería -señores policías que leéis El BloJ con asiduidad, esto no es lo que parece-.

100 % nosotros jugando

Pero a veces te detectan sin más. El plan se va al traste y toca ponerse serios -eso o reiniciar partida que es lo que solíamos hacer-. Te guardas esa pistolita con silenciador ridícula y sacas tu rifle de asalto de gran cargador y cadencia y te pones a repartir balas por todo el lugar. Vuelves a Payday: The Heist y lo haces mucho mejor, porque como dije en el mismo análisis del primero Payday era bueno en sí mismo, e incluso lo era fallando en conceptos muy básicos del FPS. Se han mejorado sobresalientemente las hitboxes que daban problemas en el primero, y la variedad de policías ahora es superior llevándote a distintas estrategias.

Si echáis un vistazo ya por la nota del juego veréis que comparte nota con el primero. Payday 2 hace mejor lo que Payday: The Heist hacía, e incluye el sigilo como novedad jugable que lo convierte en una delicia. ¿Por qué esa nota compartida? Bueno, más allá de que el juego no es perfecto -tiene pequeñas absurdeces como que no se puedan abrir o cerrar puertas- y que no llega a ser una obra maestra de los videojuegos, el verdadero punto negativo de la historia viene de aspectos muy ajenos al juego, por lo que no me siento del todo justo con él al penalizarlo por ello. Payday 2, mientras escribo estas líneas, cuenta con cerca de 50 DLCs y un total de 98 actualizaciones. De hecho, es muy normal que cuando vayas a jugar no puedas hacerlo porque el juego esté bajando otros dos gigas más preparándose para el siguiente DLC. Microtransacciones impuestas por Overkill cuando aseguraron que jamás habría, y un montón de aspectos que convierten a Payday 2 en un juego que cae mal, aunque como digo esto es injusto para el juego en sí. De hecho, el 99 % de las críticas negativas que recibe vienen de estos temas y no del juego en sí.

200 % nosotros jugando

Quedémonos con las buenas sensaciones y con el placer de jugar con gente a la que amas y que te ha dado tardes-noches inolvidables. Payday 2 es el juego que le quieres enseñar a todo el mundo para demostrar lo divertido que puede ser un videojuego entre amigos.