The Silent Age

Joe es muy bueno resolviendo puzles. De hecho, no entiende que hace trabajando como bedel para una importante empresa de investigación científica. Sabe que puede dar mucho más de sí, sabe que sus cualidades dan para mucho más que para estar pendiente del cenicero de la secretaria o de la papelera de los altos cargos. Un día como otro cualquiera, su compañero Frank no está en su puesto de trabajo, y una nota le invita a acudir inmediatamente al despacho del jefe.

¿Un ascenso? Bueno, podría llamarse así. Joe recibe la noticia de que Frank ya no trabajará para Archon nunca más, y ahora sus funciones son también las suyas. Sí, a Joe le tocaba hacer el doble de trabajo, pero una parte suya sentía excitación al saber que iba a acceder a zonas que previamente estaban restringidas, aunque sólo fuera para recoger nuevos cubos de basura o llevar una manzana para el almuerzo del científico de turno. No era de extrañar que nada más salir del despacho del director Joe se dirigiera a las entrañas de la compañía donde se movían proyectos de gran importancia. Sin embargo, la excitación se convirtió en misterio cuando fue alertado por unas gotas de sangre en el pasillo.

Allí, al lado de una de las múltiples supercomputadoras que poblaban el ala, se encontraba un hombre de avanzada edad con una herida de bala. Sin tiempo para explicar mucho más, el enigmático hombre asegura venir del futuro, y le da a Joe un extraño aparato del tamaño de un reloj de bolsillo con la finalidad de que encuentre a su yo del pasado antes de que se inicien una serie de acontecimientos que darán fin a la raza humana.

Viajes en el tiempo, paradojas y universos paralelos se dan la mano en el juego de House on Fire, un pequeño estudio independiente que se apoya en las aventuras gráficas clásicas para presentar su historia. Pero vaya, ya sabéis si andáis por aquí que las aventuras gráficas suponen para mí una alerta de máximo grado -y si no, podéis ver mi cruzada con la saga Deponia como gran ejemplo-, por lo que a pesar de tener ganas de The Silent Age durante mucho tiempo también tenía cierto miedo. Además, da la casualidad de que llevo encontrándome juegos sobre esta temática demasiado tiempo -hace poco Chronology en un género completamente diferente-, así que la frescura con la que se recibe uno de estos juegos se me vio algo reducida.

Entender The Silent Age desde el punto de vista jugable se resume muy fácilmente: aventura gráfica de puntero con inventario como mandan los estándares. En dicho inventario tendremos casi en todo momento la máquina del tiempo portátil que se nos entregó al principio del juego, y hacer click supondrá viajar de presente (los años 70) a futuro (los años 2010). A raíz de ahí, pensad en los clásicos procedimientos de viajes en el tiempo, en consecuencias de los actos del pasado sobre el futuro -el juego es lineal, pero ya me entendéis- y en todas las idas de cabeza que supone un juego que se apoya en dicha temática.

Un par de ejemplos de presente y futuro en The Silent Age

Como veis The Silent Age no va a concederos grandes sorpresas jugables. Es más, es un juego tremendamente simplificado donde tendremos, en cada uno de los cortos capítulos, menos de diez pantallas con muy pocos puntos interactivos y con un inventario que jamás se extiende más de cuatro/cinco objetos. Estancarse es difícil, pero de hacerlo es sencillo y rápido salir del embrollo por mera eliminación.

Esto, al contrario de lo que pueda parecer, supone un acto muy inteligente. Queda claro que House on Fire quería apoyarse en la historia, y no quiere aburrirte con largas pausas argumentales debidas a tu no progreso en el juego. Sería algo así como ponerte a ver la saga de Regreso al Futuro mientras que hablas con la novieta por Whatsapp. En The Silent Age hay que seguir un hilo, y hay que hacerlo a su ritmo. Permitir que el jugador se pierda sería un error.

Y es esto, la historia, lo que de verdad brilla en The Silent Age. No sé muy bien cómo explicarlo, porque la realidad es una historia común de viajes en el tiempo con giros esperables que te hueles si has leído/visto/jugado una decena de estos productos. Está bien narrada y bien conducida, bien hecha en general. Tan sencillo como que lo amaría si no fuera porque he consumido lo mismo demasiadas veces. Es como su aspecto visual, lo ves diferente, bien hecho y bastante variado a pesar de mostrar evidentes carencias propias de un estudio sin grandes medios. La sensación que emana el juego, tanto por historia como por cuestiones técnicas, es la de ser un juego tremendamente bien cuidado.

Así que The Silent Age me pareció un buen juego que tenía ganas de jugar en el momento en el que más odio las aventuras gráficas, y en el momento en que más me he topado con viajes y paradojas temporales. Salir vivo no era fácil de ahí, así que es posible que The Silent Age sea mejor juego incluso de lo que digo.