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16 dic 2015

Tropico 2: Pirate Cove

¡Cómo está la vida! Te duermes siendo un dictador que reina sobre su propia república bananera y te despiertas al día siguiente siendo un malévolo pirata que surca los mares en busca de echar por tierra las rutas comerciales de franceses, españoles e ingleses por igual. El sonido de tus elegantes zapatos de dictador pudiente se ha sustituido por el picar de la pata de palo contra la madera de tu improvisado palacio, y donde antes la isla estaba habitada por ciudadanos natos empobrecidos y turistas adinerados ahora quedan piratas ansiosos de alcohol y compañía femenina y una gran masa de esclavos.


Frog City Software (Imperialism, Trade Empires) es la encargada de recoger el testigo dejado por PopTop Software en el primer Tropico que como muchos sabréis me encantó a pesar de su alta dificultad. La empresa californiana decide hacer un lavado de cara profundo en vez de apostar por extender el sistema del primer Tropico que tanto funcionó, y si bien está considerado como uno de los peores Tropico, más por su rareza que por sus problemas jugables, no deja de ser un juego mucho más equilibrado que su primera parte. Tropico 2: Pirate Cove es un juego bastante más simplificado que el primer Tropico. De hecho, si ambos tuvieran el mismo contexto, podríamos considerar a Tropico 2 un juego anterior al primero debido al recorte sustancial y a la simplificación de la dirección a la hora de comandar nuestro "poblado".

Tropico 2 es como si hubiéramos repintado todo el Tropico original

Se mantiene toda la esencia y el motor del primer Tropico, por lo que muchas cosas de aquél análisis valen para este. Siguen existiendo edictos soluciona-vidas que además suelen ser muy graciosos, invasiones -en este caso llevadas a cabo por las potencias extranjeras que surcan los mares-, motines y se han añadido cosas nuevas como la posibilidad de crear un cementerio donde nuestros piratas caídos resucitan en forma de temibles esqueletos que además son todavía más efectivos. Se mantiene el humor respetando el original a pesar de tratarse de una nueva compañía.

Pero los verdaderos cambios están en la parte jugable. La interfaz ha sido mejorada y ahora todo está más ordenadito, o por lo menos se han resueltos grandes problemas que presentaba el original. Ahora somos bastante más conscientes de lo que falla y cómo solucionarlo, mientras que en el primero las medidas solían llegar siempre demasiado tarde y estábamos siempre viviendo en la condena. Sí, Tropico 2 es un juego más fácil, y esto se debe a que prácticamente todo lo que tiene que ver con la economía ha sido reducido al mínimo. Nuestra fuente de financiación será lo que consigan pillar los piratas para nosotros en sus travesías comerciales. También podemos vender el excedente de producción en el mercado negro, pero es una vía de financiación muy secundaria. Nuestra isla no es más que un lugar de reposo para nuestros piratas, los cuales pasarán más tiempo en alta mar que en tierra. Somos como una nave nodriza de la que salen nuestros cachorros para traer suficientes productos a la colmena.

La marina tiene toda la importancia en el juego

En cuanto a la producción, todo está también reducido a lo más básico. Nuestro principal recurso será la madera, que nos permitirá construir edificaciones. Fuera de esto, tenemos el trigo como principal fuente de abastecimiento y el hierro como único mineral para la construcción de armas para los pillajes marítimos. Nuestra única labor es crear las instalaciones pertinentes para que dicho cereal se acabe transformando en comida para los esclavos o en bebida para los piratas -lo prefieren antes que la propia comida-, y para que dicho mineral acabe en forma de mosquetones o de cañones.

Tanto producción como decisiones económicas quedan en un segundo plano, y lo que realmente importa aquí es el grado de satisfacción y resignación de los habitantes. Por un lado tendremos que contentar a nuestros piratas con multitud de tabernas, casas de apuestas y lugares de compañía femenina para que no se nos amotinen y nos corten la cabeza. Por otro, tenemos que asegurarnos de que en la isla hay suficiente decoración terrorífica y sentido del orden para que los esclavos no pretendan su fuga. Eso sí, no todo se resume a llevarse de putejas a los piratas y dar latigazos a los esclavos. Si por ejemplo descuidamos la alimentación de nuestros esclavos o su religión -orientada a que acepten su papel de esclavos a los ojos de Dios- es más sencillo que se alcen contra nosotros. Al fin y al cabo alguien que está bien alimentado y cuidado tiene más posibilidades de quedarse que alguien que está al límite de sus posibilidades y no le importa arriesgar su vida para escapar.

Los piratas en busca de su sustento alcohólico y de buenas aperturas de piernas fáciles

Mantener el equilibrio de todas estas cosas nos llevará a la victoria a lo largo de los diversos escenarios que se nos han preparado. Destaca el modo campaña con varias misiones que también funciona a modo de tutorial del juego en general, otorgándote pequeños avances en cada nivel en vez de darte toda la experiencia completa. Por supuesto nos podemos limitar a empezar una partida a nuestro gusto sin objetivo concreto y ver como nuestro asentamiento va creciendo gracias a nuestra sabia mano dura -o garfio duro-.

Tropico 2:Pirate Cove es un juego bastante más fácil que el primero, y más allá del recorte en cuanto a decisiones económicas y de producción hay dos razones para este nuevo balance. Lo primero es que ya no existe el problema de la vivienda que tantos quebraderos daba en el primero, ya que los piratas apenas permanecen en la isla y su número es muy reducido, mientras que los esclavos en cambio viven en fortificaciones afinados, e incluso también pueden dormir en el suelo si hay falta de espacio. Por otra parte, no existe problema de contaminación. Más allá de cortar árboles no hay ningún otro ataque al medio ambiente, así que no tendremos medidor de contaminación ni nada que se le parezca.
Además, es mucho más fácil organizar todo en Tropico 2 ya que los caminos se respetan al 100 % por parte de los ciudadanos, cosa que no pasaba en el original.

Que velemos por nuestro pueblo no significa que no podamos tener nuestro lugar secreto donde bañarnos en oro

Hay unas cuantas razones para decir que Tropico 2: Pirate Cove es mejor que el primero, pero lo cierto es que es un juego que se vuelve mucho más mecánico. El hecho de tener todo más organizado hace que prácticamente nuestras partidas sean iguales, construyendo todo por el mismo orden y realizando las mismas tareas. Le falta esa espontaneidad que tenía Tropico, aunque fuera derivada de sus propias carencias.

Edictos y casas de masajes

Algo mejor que el anterior, aunque sea desde el hecho de haber simplificado todo, pero son juegos tan distintos y a la vez tan iguales que es difícil justificarlo más allá de los propios gustos personales -o de las ganas que tengas de un desafío mayor o menor-.


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