Keep Talking and Nobody Explodes

Corta el cable rojo.

Uno de esos juegos que dejan claro que importa más ser ingenioso que hacerlo bien. Keep Talking and Nobody Explodes es un juego que tiene mucho más que ver con los juegos de mesa de toda la vida que con los videojuegos tal y como los conocemos.

Pensado para varios jugadores -lo ideal son 2, pero no importa que se añadan más-, la premisa de Keep Talking and Nobody Explodes es tan sencilla que es difícil de creer que no se haya llevado antes a cabo. Un jugador tiene ante sí una bomba en su pantalla cargada de módulos a desactivar, mientras que un segundo jugador tiene a su disposición un manual de desactivación de bombas en formato PDF. Podéis jugar mirando el manual en vuestro móvil, en otro ordenador o en donde os dé la gana -por supuesto podéis simplemente imprimir el manual-. La cosa está en que ningún jugador puede mirar la pantalla del otro, por lo que el que tiene la bomba ante sí se dedicará a describir lo que ve, y el del manual tendrá que consultar el procedimiento de desactivación en función de la descripción otorgada.

Me han dado ganas de imprimirlo, encuadernarlo y darle un baño de oro

Tan simple como eficaz. Cada módulo viene a ser un puzle distinto, y cada bomba se compone de varios de estos módulos. Tendremos por supuesto una cuenta atrás que hará que todo sea mucho más taquicárdico. Los puzles varían, desde el clásico corte de cable de toda peli americana hasta códigos morse, repetir secuencias o presionar el botón de abortar en el momento preciso. Conforme vamos avanzando por los distintos niveles los módulos se van complicando y la dificultad aumentando.

Aleatoriedad. Aquí es donde entra lo bueno de tratarse de un videojuego. Podéis repetir un mismo nivel que la bomba cambiará, presentando distintos módulos o los mismos pero con configuraciones. Así por ejemplo, no será lo mismo desactivar una bomba con 4 cables que con 6, e influirán cosas tan peculiares como si la bomba lleva una vocal en el número de serie, o si hay algún tipo de puerto paralelo alrededor de la misma.

Podéis haceros una idea de lo que es el juego simplemente echando un vistazo al manual de desactivación que podéis ver y descargar de manera gratuita en http://www.bombmanual.com/. El manual está muy bien hecho, y es abrumador pero fácil de seguir a la misma vez. Mi consejo es que si vais a jugar no lo miréis demasiado, ya que está preparado para que puedas jugar sin tener que estudiártelo.

"¿Qué tal el día, cariño?"

Es un juego que puede parecer un poco a corto plazo. A pesar de que en el manual figuran tantas variantes una vez que ya dominas los puzles sabes directamente a dónde ir y qué preguntar. Además, si juegas con la misma persona, acabaréis desarrollando vuestros propios códigos para acabar antes de desactivar la bomba. Sin embargo, el propio juego se encarga de ajustar la dificultad e ir reduciendo el tiempo o el número de fallos permitidos para que no sea una maravillosa experiencia durante una hora y un tedioso y monótono procedimiento a las 2. Es mucho más inteligente de lo que todas estas líneas arrojan.

Una sorpresa a muchos niveles que me ha transmitido sensaciones únicas. Algo así como cuando pruebas un sabor nuevo de esos de Fanta que solo salen en verano.