Valiant Hearts: The Great War

Una guerra para acabar con todas las guerras.

Probablemente esté ante el análisis que más me ha costado hacer. Un análisis tremendamente errático que como comprobaréis tiene casi la contradicción por bandera. Sentimientos enfrentados por todas partes y con un montón de percepciones subjetivas y objetivas que consiguen que cada día que me levanto Valiant Hearts: The Great War me parezca precioso o lamentable. Gran culpa de todo ello es mi inexplicable interés por la Primera Guerra Mundial. Tengo claro que si hubiera jugado a este juego sin tener muchos conocimientos sobre la misma o si mi interés por ella fuera nulo mi impresión final sería bien distinta.

Allez les Bleus

Es uno de esos juegos del que debemos separar su parte jugable de todo lo demás. En el juego desarrollado por Ubisoft Montpellier (Rayman Legends, From Dust) tendremos que ir avanzando en una extraña mezcla de aventura gráfica-acción-infiltración que se va presentando a lo largo de los niveles. Es bastante inclasificable, algo así como una aventura gráfica moderna desarrollada en entornos horizontales, donde no tenemos un inventario como tal y donde perderse es casi imposible más allá de pararse a pensar en determinados puzles. Dichas partes -muy mayoritarias- se mezclan con fases de acción/infiltración donde llevaremos acabo distintas acciones, desde tirar granadas con precisión como si se tratara de un Worms hasta escondernos detrás de ovejas para que no nos descubran los soldados que tienen nuestra orden de busca y captura.

El aspecto gráfico se mueve entre lo remarcable y lo ignorable

Es en general un juego bastante facilón, cuya jugabilidad es tan sólo un pequeño paréntesis para suavizar el ritmo argumental frenético del juego. Traducción rápida: si alguien recuerda Valiant Hearts: The Great War no va a ser por todo lo que tiene que ver con jugar. La historia tampoco me pareció gran cosa, la verdad, pero es lo único que te impulsa a continuar avanzando. Es una de esas historias que buscan la emoción desde el primer segundo, y lo hacen con tanto descaro que se pasan de frenada. Además, no es la primera vez que alguien toca según qué fibras en esto del ocio en relación a la Primera Guerra Mundial -¿verdad, señor Kubrick?-, por lo que tampoco es que sea algo novedoso en las cosas que presenta al respecto.

La feria de Albacete

Ahora bien, el hecho de que no hayan tantas experiencias bélicas -y menos de la primera guerra mundial- de este carácter convierten a Valiant Hearts en una golosina para alguien como yo. Es un juego que salió en 2014 y que viene a "celebrar" el siglo de dicha guerra, por lo que hay un punto didáctico metido para aquellos que realmente quieran meterse en faena. Así, además de vivir las batallas más memorables viviremos capítulos propios de dicha guerra. Podemos apreciar -y muy bien- el paso de la guerra de movimientos a la guerra de trincheras y su terrorífica tierra de nadie, los progresos asociados a la aviación y a la artillería pesada -faltan los submarinos- que se utilizaron por primera vez en esta guerra o el horrible gas mostaza sentando un precedente terrible en cuanto a las armas químicas. Todo eso no sólo está presente en el juego en su parte didáctica, sino que forma parte de los propios puzles/ambientación del juego.

El archiduque ha muerto, larga vida a la guerra

Podemos decir que es un juego bien documentado, pero no tengo tan claro que haya sabido llevar bien todo eso al jugador en su fase final. Quizá se deba a las extrañas idas y venidas argumentales que de alguna manera barajan demasiado el desarrollo de la guerra. A mí me gustó, pero soy muy consciente de que si el juego fuera sobre algo completamente ficticio no hubiera tenido la considerable repercusión que ha tenido.