Chess for Kids

Cuando el azar no está de tu parte...

Es lo que tiene vivir la vida al límite y probar cosas aleatorias del extenso catálogo de Nintendo DS. A veces te encuentras con juegos maravillosos por los que merece la pena navegar entre la basura, otras te encuentras con juegos muy indiferentes, pero otras, ay amigos, otras te dan ganas de interponer denuncias.

Ese último caso es el de este Chess for Kids, que no es para tan "Kids". La intención es acercar el juego de mesa a jóvenes que no hayan tenido la ocasión de aprender a jugar al ajedrez. Evaluar un juego así, independientemente de que sea más o menos cutre, es bastante fácil, ya que sólo hay que preguntar si con el juego aprendes a jugar al ajedrez. La respuesta es no.

Puede que con este ajedrez el juego os guste más

O sí, si te lo curras mucho, pero desde luego no creo que los maestros ajedrecistas autorizaran semejante método de aprendizaje. En nuestra aventura tendremos que hacer frente a minijuegos inspirados en los movimientos de cada una de las figuras que componen el ajedrez. No es que el ajedrez tenga muchas piezas, por lo que la partida dura fácilmente una hora hasta ver los títulos de crédito -lo más interesante para saber los responsables y denunciar-.

Encarnamos a uno de los líderes -a elección del jugador- de dos bandas enfrentadas desde hace tiempo. Según se ve en la insípida historia son dos bandas acostumbradas a competir en el instituto por ver cuál es la más molona, y tras competiciones de skate, baloncesto y otros deportes se ha optado por el ajedrez. El problema está en que aquél que elijamos no tiene ni idea, y con ayuda de un resabido expertillo de ajedrez iremos aprendiendo el noble oficio. Se podrían haber ahorrado todo esto porque no sabéis lo lento y pesado que se hace.

La peculiaridad de todo esto es que el juego presenta las figuras de distinta manera. Así por ejemplo, en vez de tener un caballo tenemos una corredora de BMX, en vez de una torre un jugador de baloncesto, y así con todo el reparto de deportes urbanos. Gracias a Dios podemos tocar en el icono de la pieza de ajedrez para que todo cambie a las fichas tal y como las conocemos.

Además de ese ridículo modo historia mencionado previamente podemos disputar partidas de ajedrez simples contra la consola a distintos niveles de IA. Es lo único que se salva del juego, y por lo que no tiene todavía menos puntuación. Sin embargo, es todo tan feo y tan pobre que es más satisfactorio comprarse uno de esos juegos de DS que tienen un porrón de juegos de tablero, o si me apuráis invertir dicho dinero en un bonito ajedrez.