Deadfall Adventures

Cuando cogéis manía a un juego no tenéis solución.

Deadfall Adventures es un juego desarrollado por The Farm 51 (Time Ace, NecroVision) que tiene cerca de un 53/100 en Metacritic en su versión PC, y menos todavía en Xbox 360. Es un FPS lineal, de los de antaño, que te hará luchar contra nazis y momias por igual en unos escenarios repletos de trampas y secretos y con una jamona de turno de IA lamentable que se dedicará a hacer ruido constantemente disparando a una pared para que parezca que está participando en la batalla.

Aunque a veces recuerde a Legendary, gráficamente llega a merecer la pena

¿Recordáis las películas de la momia? Pues añadid a eso un poco más de Indiana Jones en el sentido aventurero y os haréis una muy acertada idea de lo que es Deadfall Adventures. Para quien no lo recuerde, The Mummy y The Mummy Returns (las de Brendan Fraser y Rachel Weisz) fueron dos películas que lo petaron muy mucho por el inicio de este presente milenio. Eran películas que destacaban por rescatar el espíritu aventurero de Indiana Jones y aportarle una dosis todavía mayor de comicidad y sobrenaturalidad. Deadfall Adventures es un clon de todo eso, con una pareja protagonista que funciona de la misma manera que funcionaba la otra en la gran pantalla, y la verdad es que el resultado es muy positivo.

Típico momento en el que ha estallado una bomba y te has caído encima de una jamelga

¿Cuál es el problema? Que un juego como éste en 2002 (por poner) hubiera sido genial, o por lo menos se le hubiera tratado con mayor justicia. Por si no lo sabéis, en 2008 Rob Cohen retomó la saga de The Mummy y aportó una tercera entrega con Brendan Fraser pero sin Rachel Weisz que vendió sorprendentemente bien pero que ya nadie recuerda. Una película que hacía lo mismo que las antecesoras, con mucho menos encanto, pero que no caló en absoluto en la gente habiendo sido olvidada poco después de su estreno. Deadfall Adventures también es eso.

Pero si aislamos el hecho de que ya cuesta mucho sobrevivir con un FPS lineal (hemos visto casos como el de Singularity), Deadfall Adventures es un buen juego. Con sus fallos de IA y todo lo que queráis, pero un buen juego. También ha ayudado que siempre creyera que era la mugre por culpa de sus críticas negativas, pero vi en él cosas bastante buenas. Su mezcla sencilla de FPS con continuos puzles acaba funcionando, y es que Deadfall Adventures no es un juego donde nos dediquemos a disparar alocadamente con quinientos tipos de armas. Es más, las armas sí que son apestosas por ser todas muy parecidas y prácticamente ser igual de efectiva una pistola que un rifle.

El juego establece distintos niveles de dificultad que recalan sobre los puzles. Nuestro cazatesoros llamado James lleva un bloc de notas donde podremos consultar las aventuras de Allan Quatermain, su bisabuelo y personaje de la novela Las Minas del Rey Salomón de Henry Rider Haggard. Así, cada vez que nos acerquemos a un puzle podremos consultar el bloc de notas para recibir las pistas pertinentes que nos ayuden a solucionarlo. En función del nivel de dificultad las pistas serán más obvias o menos, un poco como ocurría en la saga Silent Hill a la hora de elegir también la dificultad de los puzles. Puzles ingeniosos y como cabe esperar. Es decir, muy de que si fallas te ensartas en unos pinchos. Si por el contrario sobrevives al enigma (tampoco son quebraderos grandes, no nos engañemos) obtendremos recompensas para mejorar a nuestro personaje en un árbol de habilidades bastante sencillo.

Así, viajaremos por distintas localizaciones que nos sacarán de la monotonía que supondría estar viendo templos continuamente en Egipto, y llegaremos a sitios tan variopintos como templos aztecas, minas subterráneas donde tendremos que vivir una emocionante secuencia en vagoneta como si eso fuera un nivel del Donkey Kong pero 100 % Indiana Jones, o instalaciones militares en el ártico que esconden secretos sobre civilizaciones perdidas. Hay la suficiente variedad de escenario y colorido como para asegurar que no es un juego monótono.

Podéis sentir a Sean Connery poniéndoos a parir en vuestras espaldas

En cuanto a su parte FPS, tendremos que luchar contra dos grupos de enemigos. Primeramente humanos, nazis en su mayoría que pretenden hacerse con los secretos de los templos por donde vamos pasando. Nos veremos metidos en medio del conflicto nazi-comunista sin querer tomar parte de ningún bando, ya que ambos nos intentarán matar en algún momento. El segundo grupo de enemigos incluye todos los seres sobrenaturales dispersos por los templos que vamos visitando. Debemos iluminar a nuestros enemigos con nuestra linterna para quitarles su "aura protectora" y poder disparar nuestra arma con total efectividad. Probablemente eso os suene de algo. El sistema funciona y aporta un poco de variedad al combate, más si empezamos a utilizar todas las trampas que hay por los escenarios a nuestro favor. Las posibilidades como juego de acción están bastante bien conseguidas.

Y sin páginas del manuscrito

¡Incluye un protagonista hipermétrope!

Más allá de la linealidad del juego no hay mucho que destacar. Llevaremos con nosotros una brújula que nos irá indicando todos los tesoros escondidos, en lo que es un sistema que siempre me gustó y que vi en otros juegos como Dishonored. Es probablemente la combinación más óptima que he visto entre "te marcamos todos los tesoros en un mapa para que sólo tengas que ir" y "como no busques una guía ni de coña los encuentras.

Fuera del juego tenemos un modo multijugador muerto y otro modo de supervivencia donde debemos aguantar oleadas de enemigos sin más. Añadidos que pretenden prolongar la vida de un juego mucho mejor de lo que dicen. No es una maravilla y queda muy por debajo de la mayoría de FPS, pero para nada es el juego bodrio que pintan. Yo tuve un rato bastante ameno con él y lo recomiendo a cualquiera que se vea atraído por una atmósfera Indiana Jones/The Mummy. En definitiva, ese género de "aventuras" que nunca hemos sabido etiquetar.