Que no os asuste la pinta de casual que tiene porque estáis ante uno de esos juegos tapados de Nintendo DS.
De cuantos juegos de puzles hay en Nintendo DS, Pipe Mania es de los mejores que he jugado. Su aspecto casualizado no le hace ningún favor, pero si consigues esquivar esa primera impresión obtendrás un juego enormemente variado para lo que se encuentra en el género. Además, un montón de modos de juego y logros completan la vida útil de un juego que parece que va a tener 100 niveles iguales pero que luego sorprende por su variedad.
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Mala señal |
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El caos organizado |
Es probable que hayáis jugado a algún juego de esto, de colocar tuberías desde el inicio hasta el final de determinada manera para completar un circuito por donde fluya la corriente sin interrupciones. Pipe Mania coge esa idea y la ejecuta sin más en el primer mundo, pero luego llega la sorpresa, y es que cada mundo tiene sus propias particularidades. Así, si no recuerdo mal, el segundo mundo ya se desarrolla con vías de tren a las que hay que cambiarles el sentido para que el tren llegue a su destino. Todo comparte la misma idea, pero las diferencias jugables de un mundo a otro (un total de ocho) son muy palpables.
Por esto, en lugar de tener el típico juego de tropecientos niveles de dificultad elevada, tenemos un juego divido en bloques que se preocupa por introducir cosas nuevas. Al final tantos añadidos acaban incrementando la dificultad inicial, la cual no es precisamente demasiado exigente, y todo terminará en una batalla contra un jefe que, la verdad, es lo peor que tiene el juego.
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El chu chu |
Hay un montón de añadidos que convierten a Pipe Mania en un juego muy variado. Loops, bonificaciones por pasar por determinados lugares, teletransportes, varios flujos que actúan a la misma vez exigiendo hacer varios "caminos" a la misma vez... Pipe Mania es un juego más que difícil muy variado, obligando a tener muchas cosas bajo control. Fuera del modo historia, contamos con un modo clásico para revivir el juego tal y como lo conocíamos, y unos cuantos niveles especiales que enfatizan el carácter de puzle del juego donde se nos invita a colocar un determinado número de piezas en un circuito preconcebido. Al final, uno necesita unas 30 horas para conseguir el juego al 100 %, y esas 30 horas son muy variadas.
Si os gustan este tipo de juegos Pipe Mania es una muy grata sorpresa. Un buen ejemplo de cómo explotar una idea de muchas formas y, en el fondo, obligarte a hacer lo mismo un montón de veces sin que así lo parezca.
Lo primero que pasó por mi mente es aquel mini-juego que hacias en Bioshock....de repetirlo tanto cansaba un huevo, pero aquí me dices que mete elementos y eso lo mantiene fresco y entretenido, me ha gustado lo que leo y no dudo en dedicarle algunos de mis tiempos muertos.
ResponderEliminarSaludos.
Hostia, pues yo también he pensado justamente en el minijuego de Bioshock (que no sabía de qué juego salía la idea), y me siento un poco alien porque me encanta el minijuego de marras, y si dices que además se van añadiendo muchas cosas y es súpervariado, lo necesito pero ya.
ResponderEliminar@Alex y @Rokuso: Me sorprende que no hayáis jugado nunca a ningún juego de esto y lo conozcáis por el BioShock. Es el típico juego del que hay mil clones con chorrocientos niveles xDD. Pero vamos, si os da por querer jugar a alguno éste es el mejor que he jugado. Al primero que jugué yo fue en Game Boy, pero no reucerdo su nombre exacto.
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