The Cave

¡Qué cruel es la vida! Empecé The Cave hace un tiempo y me maravillé, pensé que era el juego "indie" del año, pero desgraciadamente me crucé con The Swapper a mitad de mi viaje por The Cave y eso tuvo un efecto disipador bastante grande. Sigue siendo uno de los grandes del año en mi opinión, a pesar de que le falte ingenio, así que es una opción muy a tener en cuenta igualmente.

Pero vamos un poco por partes, porque el entrecomillado de "indie" no era un fallo de escritura. Uno ya llega un punto en el que no sabe lo que es ser indie, y permitanme que les diga que aunque The Cave tenga esa estructura de cualquier juego de plataformas+puzles tiene poco de indie. Double Fine Productions es la desarrolladora, y Ron Gilbert su creador. Palabras mayores oigan. Con esto no quiero decir que el juego sea peor, ni mucho menos, porque ya sabéis que a mí los nombres y las delimitaciones me dan bastante igual. Tan sólo quería dejar claro que no es un juego creado por un par de desarrolladores en un garaje de mala muerte.

En realidad, lo que hace The Cave un viaje apasionante es su sentido del humor y su extraña condición de aventura gráfica, porque sí, The Cave es al fin y al cabo una especie de aventura gráfica con otra perspectiva. Si bien hay puzles que juegan con las físicas como de costumbre en los tiempos que corren, la mayoría de las veces simplemente tendremos que llevar un objeto a un determinado sitio para utilizarlo y así continuar con la historia. Si a todo esto le sumamos el mencionado humor que tiene en su principal encarnación al narrador tenemos sensaciones casi nostálgicas de la época dorada de las aventuras gráficas que pasó hace ya unos cuantos años.

Pero hay algo más que despertará nuestro amor irrefrenable hacia el juego, y es que elegimos reparto de entre siete posibles personajes como ocurriera en el mítico Maniac Mansion. Cada uno de los personajes tiene una habilidad diferente que pueden sernos útiles en las situaciones que veremos. Tres son los personajes que llevaremos en cada visita a The Cave, presentando así un juego muy equilibrado pensado para todas las combinaciones de personajes posibles. No hay absolutamente ninguna característica adicional que nos haga decantarnos por un personaje u otro, ya que todos saltan igual, corren igual y nadan igual. El único factor determinante es esa habilidad propia de cada uno, por lo que nuestra elección de personajes se hará en función de la pura apariencia física.

Y ya sabéis que tiro al cyberpunk

The Cave es un complejo enorme donde una variedad de escenarios se presentarán ante nosotros. Así, en función de nuestras elecciones, se irán abriendo distintas partes de la cueva que presentan puzles distintos. Otras veces serán las propias habilidades especiales de nuestros personajes las que nos llevan a estas zonas, las cuales vienen a representar recreaciones de la vida de nuestros personajes en lo que parece una especie de limbo. Aunque no suene como tal, el juego es bastante lineal, y la estructura es simple, intercalando zonas comunes y zonas especiales para nuestros personajes. Así, encontraremos tres zonas comunes que tendremos que hacer sí o sí llevemos los personajes que llevemos y tres zonas especiales basadas en nuestros personajes, que nos ayudará a conocer mejor su historia.

Una de las zonas del juego

Aunque The Cave suene atractivísimo, que lo es, tiene cosas que saltan a la vista. Para empezar, la rejugabilidad es muy engañosa. Cuando uno empieza el juego y todavía no acaba de entender muy bien qué está sucediendo ya empiezas a pensar en lo rejugable que debe ser cuando presenta distintas rutas en función de los personajes que hayas escogido. Luego te das cuenta de que la cosa no es para tanto, y es que lo único nuevo que hay son esas zonas de los personajes que no llevaras antes. "Es mejor que nada", diréis muchos, y probablemente tenéis razón, pero el juego prácticamente está pensado para ser rejugado, por lo que la primera partida os dejará con ganas de más pero la segunda os resultará un poco pesada dado que tendréis que hacer los mismos puzles de nuevo.

Y esto se enlaza con el siguiente punto negativo del juego, y es que The Cave te hace echar muchos minutos vacios regresando a por objetos y transportándolos de punta a punta en el mapa. Podéis utilizar el hecho de que hay tres personajes que controláis y dejarlos estratégicamente para ahorrar tiempo, pero no os servirá de demasiado. En The Cave sólo puedes llevar un objeto, y por supuesto no puedes enviar dicho objeto a un personaje que esté más cerca de tus intereses. Como digo, en la primera partida no es algo que interfiera mucho, aunque sí que llegué a pensarlo alguna vez, pero en las posteriores repetir los puzles y además ver cómo tienes que dar grandes vueltas para ir cogiendo los objetos necesarios no ayuda demasiado.

Tadea Jones

Todos los personajes en The Cave son altamente carismáticos, tanto los siete principales como aquellos que nos vamos encontrando en la historia. Hay partes que os resultarán más atractivas que otras. A mí por ejemplo la del aldeano no me gustó nada mientras que la de los gemelos, la de los viajes en el tiempo y la de la científica me encantó, pero eso es cuestión pura de gustos. Todas estas zonas están perfectamente equilibradas, y su dificultad suele estar también equiparada. Eso sí, no me gustó demasiado el último escenario del naufragio, común para todos y que viene a ser el final del juego.

Bla bla bla Tim Burton bla bla bla

The Cave es diferente y a la vez demasiado común. No tiene puzles ingeniosos a rabiar, pero es escandalosamente divertido. Un juego que he jugado en una época en la que no tengo muchas ganas de jugar y que curiosamente me ha parecido muy entretenido. Le falta trascendencia de alguna forma, aunque como dije al principio quizá es que The Swapper tiene demasiado de eso y ahora todo me resultará un poco más vacío de lo que realmente es.

PUNTUACIÓN

7