Todos hemos oído aquello de que tuvimos que esperar más de una década para volver a disfrutar las aventuras de nuestro cuadrado Duke en aquel fracaso estrepitoso que fue Duke Nukem Forever (sí, el que a mí me gustó), pero la verdad es que podías consolarte con cosas como este Duke Nukem Advance para la portátil de Nintendo sacado en 2002.
Estamos ante un juego que viene a ser un port del mítico Duke Nukem 3D que analicé cuando este BloJ era todavía casi un feto. No es el mismo juego, ya que se trata de una campaña entera totalmente diferente a las que teníamos en aquél Duke Nukem 3D y sus expansiones, pero toma los gráficos, armas, enemigos y los efectos de sonido del añorado juego que revolucionó a base de huevos el FPS. El juego de Torus Games en ningún momento supera al que jugábamos en nuestros PC (Pentium II en mi caso), y es que le falta un poco de todo. En cambio mantiene el peculiar humor Duke, ese que fue tan difícil de entender a día de hoy en Duke Nukem Forever. Pensad en Duke Nukem Advance como en una de las campañas de relleno que podrías tener en un FPS de mediados de los años 90, sin mayor aliciente ni mayor decepción.
Entrando más en lo que es el juego, se divide en cinco niveles compuestos de varias partes. Son niveles cortos donde perderse es difícil aunque no guardan una linealidad como tal. Debemos encontrar llaves para acceder a nuevas partes y avanzar hacia nuestros distintos objetivos. La dificultad está bastante bien ajustada ya que no es difícil en sí pero debemos ir con cuidado para no morir, porque no podemos guardar a mitad de un nivel. Además la munición es mucho más escasa de lo que podría parecer en un juego donde la destrucción es el principal argumento.
Matar puercos sigue siendo nuestro principal objetivo |
No hay nuevas armas salvo el MP5, que si mal no recuerdo no estaba en el Duke Nukem 3D. En cambio no contamos con la otra metralleta característica del juego de 3D Realms. Sí contamos con armas más propias de la saga como el empequeñecedor y el congelador (o como queráis llamarlas). Los controles dejan mucho que desear a la hora de elegir armas, y es que los cuatro botones con los que cuenta la Game Boy Advance no son suficientes para un FPS. Para cambiar de arma tendremos que pulsar select y luego cambiar con L y R. No accedemos a un menú ni nada y todo se hace en mitad de la batalla. Llegar hasta el arma que deseamos es un quebradero, más cuando nos están bombardeando, así que nos limitaremos a usar determinadas armas durante mucho tiempo independientemente de si son adecuadas para la situación que enfrentamos.
Es un juego muy modesto que gustará a los que jugaron Duke Nukem 3D básicamente porque es lo mismo. Lo que pasa es que pasaron muchos años desde ese juego y se le podría haber pedido algo más (siempre teniendo presente que estamos en Game Boy Advance, claro está). Lo que importa es que Duke sigue diciendo sus mismas frases cargadas de testosterona.
Hail to the king baby |
PUNTUACIÓN
6
Me lo recomendaron hace mucho, buscando cositas de GBA, y me chocó mucho que hubiera uno para ésta consola XDD, pero después de todo no parece estar mal... Aunque creo que jugaría antes al 3D (sobretodo porque me lo regaló GOG hace mil xD).
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