Go Go Ackman

Si merece la pena bucear en el mundo de los emuladores es entre otras cosas para encontrar maravillas que se quedaron en Japón. Go Go Ackman es uno de esos juegos que incomprensiblemente no vieron la luz por nuestros marginado Occidente. Un juego de plataformas y acción sencillo pero a la misma vez un gran representante de su género en su catálogo.

No es Trunks, en serio

Ackman es un personaje creado por Akira Toriyama allá por 1993. Un pequeño demonio de 200 años con un parecido a Trunks innegable y que tiene como función recolectar almas para su señor maligno. Todo esto lo digo tirando de Wikipedia porque yo no lo conozco, pero jugando al juego te das cuenta de por donde pueden ir los tiros. El juego está en japonés, pero en ningún momento entorpece la jugabilidad. Tan sólo tendremos que tomar un par de decisiones que afectan a la ruta que toma nuestro personaje, pero es hasta intuitivo y se juega sin ningún problema.

Go Go Ackman es un juego de plataformas y acción bastante clásico. Scroll horizontal, seis niveles con distintos jefes, power-ups que nos dan nuevas armas muy efectivas contra la mayoría de enemigos, tiempo para finalizar las fases... En definitiva, cualquier cosa que puedas esperar del género. Ésa es precisamente su virtud y a la misma vez su defecto, porque Ackman es, en su sencillez, un juego muy bien hecho que se disfruta como ninguno, pero también es a la misma vez un juego demasiado cobarde consigo mismo. Tenemos algún nivel un poco más especial como cuando manejamos el coche, pero todo es demasiado corriente, y teniendo en cuenta el año en que salió (1994 si no estoy equivocado) se le puede pedir un poco más de originalidad.

Te pasas el juego matando angelitos, eso no puede ser bueno

Niveles que se dividen en fragmentos, normalmente cuatro, y que intercalan una lucha con un mini jefe bastante fácil de batir. Sobre los jefes de final de fase tampoco se puede decir que estemos ante un desafío, pero requieren de una estrategia más elaborada que estos enemigos de segundo nivel. Los niveles son bastante variados y cada uno tiene su propia personalidad, con escenarios propios, trampas propias y enemigos diseñados exclusivamente para cada fase. Ya hablaré después sobre el apartado técnico en relación a todo esto.

No estamos ante un juego difícil ni por asomo. Los niveles tienen una dificultad moderada, pero todo se vuelve casi un paseo cuando nos encontramos con que tenemos continuaciones infinitas. Además, continuaciones y vidas te dejan en el mismo sitio para volver a empezar, por lo que poco sentido tiene dedicarse a recoger vidas durante el juego. Precisamente el único inconveniente de morir radica en el hecho de que te devuelven al principio del trozo de fase en el que estabas. En la fase morir da un poco igual, pero al morir contra un jefe escuece bastante más. En cualquier caso caeremos un par de veces únicamente hasta pillarle el tranquillo, y a veces ni eso.

En la batalla final el tiempo es más peligroso que los bosses

Distintas armas que convierten a Ackman en una criatura bastante más peligrosa que cuando va atacando por defecto con sus puños. Es conveniente recoger estas armas y tener cuidado ya que en cuanto nos golpeen las perderemos. Contamos además con bombas que aniquilarán todo lo que haya en pantalla, aunque son bastante ineficaces porque si queremos utilizarlas en situaciones límites donde los reflejos primen no nos valdrán de nada ya que tardan en explotar un tiempo. Se echa de menos algún arma más e incluso algún movimiento de ataque adicional, pero como digo Go Go Ackman no se caracteriza por un gran sentido de la originalidad y el atrevimiento.

En Japón ya sabéis que se pasan el copyright por el forro

Jugablemente es casi perfecto. Es todo lo rápido que quieras que sea, y pronto te sentirás poderoso a los mandos. Todo es bastante preciso, y quitando un par de cosas no hay mucho que criticar. La primera de ellas es que hay demasiados saltos de fe. Los saltos de fe eran el terror de los juegos de la época, y consisten en esos saltos donde no sabes donde vas a caer y te lanzas al vacío rezando porque haya una plataforma debajo. Aquí en ocasiones no la hay, y no hay nada peor para un jugador que morir de esta forma. La otra crítica es que la inclusión del botón para correr es más incómodo que otra cosa. Ackman correrá automáticamente si avanzamos durante un par de segundos ininterrumpidos, o puede ponerse a correr directamente con un botón. Más bien la queja va más por el hecho de haber tomado esa decisión de que Ackman ande antes de ponerse a correr que haber incluido el botón para que automáticamente corra. Es una estupidez que va en contra de la jugabilidad.

El juego de Banpresto se ve estupendamente bien. Estamos en unos años donde la Super Nintendo está más que asentada y poco vamos a descubrir en cuanto a potencial gráfico. Colores por todas partes y animaciones bastante fluídas. No es Yoshi's Island en cuanto a colores, pero son tan vivos que entran a la primera. Lo que si escasea es la falta de detalle en los escenarios, tanto en las capas de fondo como en las capas posteriores. El juego luce a veces pobre en cuanto a cantidad se refiere. Sobre el sonido poco que decir, alguna canción se introduce en tu cerebro para un tarareo automático pero no es una banda sonora (ni un FX) que vaya a pasar a la historia.

El Ferrari de este año en primicia. A Ackman no obstante le falta cuello para llegar a ser alguien en la F-1

En definitiva, Go Go Ackman es un juego muy común, pero dentro del saco lleno de juegos del estilo es de los mejores. Tiene la duración suficiente como para que no se haga pesado y no puedan aparecer más sus posibles carencias (que no son tantas). Si lo juegas y te gustan los plataformas de acción no encontrarás definición del género más exacta, pero a la misma vez dudo mucho que deje un poso decente en ti tras jugarlo pasados unos meses.

PUNTUACIÓN

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