Aliens: Colonial Marines

Al habla la teniente Ellen Ripley, informando sobre la aparición de nueva amenaza alienígena. La amenaza ha sido rápidamente contenida por la fuerza de marines y partimos ya con un rumbo incierto hacia el olvido más absoluto. La amenaza al final no ha sido tan peligrosa como podría parecer en un principio, o quizá es que llevábamos tanto tiempo preparándonos para recibirla que al final nos hemos superpuesto a ella sin ningún problema. Operación Hype que la llamaban. Quizá Aliens: Infestation nos dio tan por detrás sin esperarlo, con el debido respeto, que nos preparamos bien para esta vez.

Llegan distintos informes de marines en otras colonias que han conseguido repeler la invasión sin tener que matar a casi ninguna criatura. La "brigada pacifista" ha sido capaz de infiltrarse en los núcleos de procesamiento enfrentándose a una fuerza alienígena que en teoría era supercabronaza según los informes preliminares de campo. También llegan distintas informaciones que nos hacen pensar que algo le ha pasado a la inteligencia de los alienígenas con los que nos enfrentamos, los cuales se dedican más a bailar que a perseguirte para acabar con tu vida.

Porque, hablando desde la experiencia, mi contacto con estas criaturas ha sido de lo más memorable. Hasta soy un personaje de culto en la ciencia-ficción, e incluso la gente reblogea mis proezas en tumblr. Yo sí que defino el término "mujer de bandera". Reconozco que en la Nostromo me cagué viva, pero luego cuando volví a enfrentarme a ellos iba bastante mejor armada porque a nuestro líder de escuadrón, un tal James Cameron, le dio por convertirme en la teniente mas chunga del espacio. Heroína de medio mundo y sobre todo de un tal NeoJin. Luego llegó un tal David Fincher que si lo pillo lo reviento a tiros, pero no diré nada más porque el informe quedará demasiado ofensivo. Además, se me pasó el berrinche después cuando Jean-Pierre Jeunet quiso ponerme en circulación de nuevo. Ahora, muchos años después (he de reconocer que estaba un poco desentrenada), me he enfrentado a esta experiencia que ha sido como un paseo por el parque.

Bishop, levántate y anda

Lo único que realmente me dio miedo o inquietud es haber realizado esta misión y haberme encontrado con un montón de cosas que no tienen nada que ver con lo que yo viví. Quizá es que la edad me está haciendo vieja, pero yo juraría que hay cosas que, comparándolas con lo que me pasó de verdad, no tienen nada que ver. Hasta he visto a Hicks luchar de nuevo conmigo. Eso sí, me quedé su escopeta y no se la dí cuando me lo encontré, al igual que otras tantas cosas que me fui encontrando por el camino centradas casi al 100% en todo lo que viví con el señor Cameron.

Con este Alien en concreto ligué, mirad como me cuca el ojo

Tampoco sé muy bien si hago bien enviando este informe a la unidad especialidada en los xenomorfos porque, a ciencia cierta, he matado a  más marines espaciales que alienígenas. Muchas veces cuando veía una de las criaturas negras como el tizón aparecer en pantalla me daban ganas de abrazarla con todo mi amor en vez de aniquilarla, y es que en el fondo son criaturas entrañables. Quizá es que tengo secuelas o algo de mis diversas experiencias. Pero bueno, con todo y con eso volví a ver Aliens, que es algo que echaba de menos. También volví a escuchar el sonido de un rifle de pulso, que sigue sonando tan bien como siempre, y juraría que oía de fondo una música que me sonaba de algo, y con la que acabé encantada, como con mi radar de movimiento que cuando lo encendí por primera vez se me cayeron las bragas al suelo (me las recogió Bishop y no he vuelto a saber de ellas). Se me hizo todo bastante corto, y me aburrí bastante cuando tuve que pasar mil veces por los mismos sitios, pero bah, era todo lo suficientemente Giger.

Que tiene ganica juego hombre

Lo que de verdad saco de esta experiencia es que es muy fácil que los Aliens puedan dar miedo si decidieran currárselo un poco. Mirad si no aquél primero que puso en jaque a la Nostromo siendo uno únicamente. Como mínimo, yo las recordaba como criaturas mucho más inteligentes de lo que he visto aquí. Claro está, que igual todo se trataba de una neurotoxina que impregnaba el aire a la que yo era inmune, porque mis compañeros de escuadrón eran más tontos todavía si cabe (espero que este informe no salga a la luz). Eso sí, parecían inmortales los malditos, que recibían ráfagas interminables de torretas y como el que oye llover.

Entro en hibernación unos cuantos años más, a ver si alguien me llama para ofrecerme una experiencia que me haga revivir realmente lo que son esas criaturas. Despertadme cuando la cosa merezca la pena y no te deje con cara de bobo.

Estos te siguen echando muchas cosas en cara

PUNTUACIÓN

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