Trapped Dead

Trapped Dead es un juego que combina el survival horror y la estrategia táctica con la vista isométrica como carta de presentación. Es el enésimo juego de zombies que han llegado en los últimos años (2011, Headup Games) pero se diferencia bastante del resto por sus altas dosis de supervivencia, aunque su jugabilidad le quita unos cuantos puntos.

La verdad es que si yo me pusiera a leer sobre Trapped Dead no me hubiera dado por jugarlo. No estoy versado, ni de momento tengo el más mínimo interés, en los juegos de estrategia. Por rimbombante que pueda parecer, Los Sims es el juego que viene a la mente como primera opción a pesar de, evidentemente, no compartir un ápice con su género. Manejamos a cuatro personajes de seis posibles, aunque se nos van uniendo poco a poco para que la cosa no sea tan liosa. Nuestro objetivo es sobrevivir en una ciudad llena de zombies, con una historia detrás muy a estilo de las películas ochenteras de serie B con esta temática.

Cuando no haya sitio en el Infierno, los muertos caminarán sobre la tierra

Es un survival, pero por el mero hecho de tener que ingeniárselas para sobrevivir. Pronto te das cuenta de que es posible pasarse el juego corriendo, aunque tu personaje tenga poca resistencia. Puedes huir sin más y llegar a los puntos determinantes a la hora de la historia. Es arriesgado, pero se puede hacer. Sin embargo, lejos de convertir el juego en un simulador de maratones, es conveniente jugarlo con paciencia y correr cuando sea necesario, de esa manera nos encontraremos con un juego que requiere de idear planes para poder pasar por encima de los zombies.

Además de las trampas que de por sí existen en el escenario, nosotros mismos tenemos que planear nuestra estrategia en más de una ocasión. En esos momentos el juego alcanza su máximo de buenas vibraciones. La mayoría de estas decisiones deberían pasar por usar de cebo a uno de tus personajes para sorprender con todo tipo de armas cuerpo a cuerpo al zombie agresor. La mayoría de las estrategias, si son bien planteadas, resultan bastante útiles a pesar de su débil jugabilidad, y los mapeados están muy bien diseñados, tanto gráficamente como para planificar estas estrategias.

Escenarios grandes y muy detallados

El hecho de que tengamos que guardar partida a la vieja usanza, hace que el factor supervivencia se acentúe mucho. Yo me he podido tirar algunas veces más de media hora entre un punto de guardado y otro, sobre todo al principio cuando todavía desconoces el funcionamiento de la IA enemiga. No hablemos de la catástrofe que supone fallecer cuando llevas un largo rato sin poder haber guardado. Además, los puntos de guardado no se pueden usar de nuevo. Todo ello hace que la seguridad con la que avanzas sea prioritaria, y que no arriesgues a salir a lo loco sin más, cosa que haríamos todos si tuviéramos un guardado rápido.

Escaramuzas varias

Es por ello que Trapped Dead es un juego que, como Survival en un sentido literal, es bastante atractivo. Como juego de acción en cambio falla bastante, pero por culpa de la mala jugabilidad. Al principio manejas a un único personaje y ves el juego con buenos ojos, porque no tienes grandes problemas a la hora de controlarlo. En cuanto empiezan a unirse más personajes a manejar la cosa se vuelve un poco caótica, y es en esos momentos cuando debemos presionar la tecla de pausa táctica que nos ayude a respirar y a dar órdenes antes de volver al lío. Cuando empiezas a acumular personajes acabas recordando con añoro cuando sólo manejabas a uno, y te parecía el juego mejor. Esto es engañoso, ya que es cuestión de tiempo el que te habitúes a controlarlos a todos a la vez, y ni por asomo el juego pierde puntos al incluir hasta cuatro  personajes a manejar a la vez.

Lanzar granadas es un placer culpable

Cada personaje tiene aptitudes distintas. Unos pueden llevar unas armas que otros no, y cada uno tiene sus propias estadísticas en cuanto a  resistencia, fuerza, agilidad y otros factores. Podemos repartir objetos en el inventario de cada uno como queramos, teniendo algunos personajes más capacidad que otros. De todas formas no serán muchas las misiones donde tendrás que elegir personajes, ya que una vez que te haces con todos el juego prácticamente acaba. No es un juego largo, pero se te puede hacer muy largo si priorizas el factor survival y estás en cada nivel una media de una hora, que es lo que me pasó a mí.

Usar las trampas del mapeado es fundamental para ahorrar munición

Como ya he ido diciendo, los controles son muy malos. No hablo del hecho de que cueste habituarse a ellos, hablo de que no responden con precisión. Cuesta mucho dar determinadas órdenes, y básicamente un alto porcentaje de dominio del juego pasa por conocer en qué fallan los controles. Yo acabé siendo consciente de cuándo iban a fallar, por lo que hay que estar bien alerta para evitar esos momentos. Además, los personajes se mueven calculando las rutas de una manera muy chistosa, por lo que tienes que guiarles tú todo el rato. Se chocan unos con otros, se atoran en puertas, no disparan por más que se lo indicas y demás hechos de los que realmente suponen un verdadero dolor cerebral para cualquier jugador. Más de uno dejará el juego por los terribles controles.

Marcando la X en la casilla de la iglesia

Una de las mayores barbaridades que me encontré en cuanto a bugs fue el llevar a un personaje en concreto que encuentras al principio del juego. Concretamente, el doctor, que te encuentras en el hospital en el segundo nivel. Es un doctor que va en silla de ruedas, y la cantidad de veces que se quedaba pillado en los lugares más inesperados era infame. En cuanto existía un mínimo desnivel en el mapeado no podía seguir avanzando. Memorable fue el momento en el que bajé unas escaleras con él y luego no podía subirlas. De lo más ridículo del mundo. Por supuesto en cuanto pude lo saqué de mi equipo titular, pero en las últimas misiones te obligan a llevarlo.

El susodicho, de cantinas

Pero Trapped Dead es un juego con encanto y distinto. Tened en cuenta que no es un género donde yo me mueva habitualmente, así que es muy probable que hayan ochocientos mejores sin ningún tipo de problema. A mí me gustó el hecho de que requiera tanta prudencia y sea tan estratégico a pesar de repetir mecánicas todo el rato. Tiene grandes errores, grandes fallos, pero a la misma vez no son fallos que te produzcan una muerte instantánea a menos que tengas unos reflejos mermados. Me lo pasé bien, pero creo que no lo recomendaría a menos que rebuscara mucho en mi interior, o en el vuestro.

De rave

PUNTUACIÓN

6.5