Saw

Hubo un tiempo, en concreto la etapa de las 16-bit, donde las adaptaciones de películas a videojuegos eran decentes. Saw tiene su encanto y no tiene nada que ver con el desastre de adaptaciones que se hacen ahora porque, básicamente, no es una adaptación de la película. Estamos ante una historia nueva, que tiene la saga Saw como contexto pero que no adapta ninguna de las famosas películas. Quizá por ello el juego merece la pena, más o menos.

Quiere jugar a un juego, pero literal

Para todos aquellos que no tengáis muchas ganas de leer ya os resumo que el juego de Saw es como una de las últimas entregas de la inacabable saga, donde las sorpresas ya no son posibles y lo único que tienen en mente es idear el mecanismo de tortura más chungo posible. Lo cierto es que sobre historia no puedo decir mucho porque no me enteré casi de nada. La razón es que lo jugaba con mucha intermitencia porque lo jugaba en compañía. En ese aspecto solo diré que la historia tiene sus giros y sus cosas más o menos inesperadas, y que creo que para los admiradores de la saga será lo suficientemente buena.

Pero como juego Saw deja bastante que desear. El sistema de combate para empezar es lamentable, aunque pronto te das cuenta de que no es un juego pensado para ir pegando palos a toda la gente que intenta acabar con tu vida en busca de la llave que hay dentro de ti. Básicamente, tendrás que defenderte preparando trampas que acaben con tus perseguidores, además de preocuparte por sobrevivir cada vez que a nuestro muñequito del triciclo le de por encerrarte en una de sus trampas.

Contamos con nuestros puercos amigos de la saga

Porque Saw es más un juego de puzles que un Survival Horror. Probablemente sea el principal problema de Saw. No en el hecho de olvidarse tanto de ese género, es más en el sentido de que la parte de puzles no es precisamente la mejor que se ha hecho. Tendremos una variedad de unos cuatro o cinco puzzles (creo que incluso me he pasado contándolos) que se van repitiendo durante todo el juego. Además de todos esos puzles que nos vamos encontrando (cerrar válvulas antes de que mueras intoxicado y cosas así) habrá otros que debemos solucionar para salvar la vida de la gente que nos vamos encontrando, todos ellos relacionado con nuestro personaje de gran parecido con Obama para ir desvelando la trama. Algunos de ellos son nuevos puzles, pero otros son extensiones de los que llevamos haciendo durante todo el juego.

El negro default

Los gráficos están bien, aunque teniendo en cuenta los claustrofóbicos escenarios donde se desarrolla todo el juego no pueden dar mucho de sí. Es por ello que hacia el final del juego todo te parece bastante igual, pero también es comprensible que no vayan a llevarte por un parque de atracciones repleto de algodones de azúcar. El sonido y la música están al nivel que se espera, aunque Obama grita de una manera un poco desagradable cuando se está asfixiando.

Lo bueno de Saw es que esperas que sea malísimo, únicamente por la experiencia propia que tenemos de jugar a juegos basados en películas de los últimos años, y cuando lo juegas te das cuenta de que no está mal, y es que de hecho no está nada mal, pero falla en sus pilares principales en cuanto a jugabilidad. El primero, el mencionado sistema de combate, el segundo, la repetición continuada de puzles. Es por ello que como juego es mediocre.

Obama sacando fotos para su tuenti

Pero no se puede negar que el juego de Saw cumple con el requisito indispensable para estos juegos. Es bastante decente y respetuoso con lo que se basa. Es sangriento, los mecanismos son lo suficientemente dementes y la historia es... cómo decirlo... muy de Saw (incluye dos posibles finales). La conclusión ya la he ido advirtiendo todo el rato, como juego no es gran cosa, pero para los seguidores de Saw puede ser un placer respetable, así que si eres uno de ellos quizá debas añadirle un punto más a la puntuación.

Alguien que escuchó un disco de dubstep entero

PUNTUACIÓN

6