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22 nov 2024

SHIN CHAN: NEVADO EN CARBÓNPOLIS - ANÁLISIS


Shin-Chan siempre es valor seguro, en cualquier arte.



 

Hace algo más de un año, jugaba durante mis vacaciones de verano Shin-Chan: Mi Verano con el Profesor -La Semana Infinita-, un juego que terminó sacando una puntuación alta considerando el elevado nivel de exigencia que solemos traer por aquí, pero que a la vez no parecía marcar la diferencia. Hay juegos que, por alguna razón, se quedan en ti y, ahora que ha pasado el tiempo, soy capaz de decir sin mucho temor que aquel juego fue uno de mis juegos del año. Las razones de aquello no vienen a cuento, simplemente hay circunstancias que te marcan y algunos videojuegos quedan asociados a ellas, simplemente por coincidir en el tiempo, por estar ahí. Sin duda, hay mejores juegos que jugué ese año, pero de alguna manera, Mi Verano con el Profesor es prácticamente lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en aquellos tiempos. Un juego costumbrista, con una historia plana que pretende acompañar lo que es una excusa para que simplemente te dediques a cazar bichos cada mañana. No son juegos del año como tal, pero sí que son los juegos de tu vida.




Así pues, no espero que este Nevado en Carbónpolis, la secuela de lo que fue aquel juego, tenga ese honor. Ya os adelanto que no ha sido así, ni que tampoco lo pretende. Repetimos fórmula costumbrista, aunque tenemos nueva desarrolladora detrás: h.a.n.d., Inc. No os voy a decir que he notado el cambio, más allá de una estructura más controlada. Esta vez, la acción transcurre en una nueva zona de la campiña japonesa, en el periodo de unas nuevas vacaciones de verano, y he de decir que la ambientación y tono de algunas partes del juego me parecieron mucho menos veraniegas, pero a la misma vez hemos ganado en cuanto a la historia y la importancia de la misma. Se nos van desbloqueando las zonas poco a poco, tal y como pasaba en el original, siendo más testigos de la historia que verdaderamente protagonistas, pero hay como una mayor sensación de juego, de saber qué hacer y dónde ir.


No esperéis una revolución narrativa, pero sí que podéis esperar destellos del humor del personaje y todos los protagonistas que le van acompañando. Un humor que a veces se siente obsoleto, o incluso incorrecto, pero que acabamos perdonando por el tono encantador del resto de la obra. También ayuda el apartado artístico, que sigue, desde la simpleza -y un poco la rigidez, no nos engañemos-, ofreciendo paisajes costumbristas y evocadores que acompañan una experiencia relajante y pausada, cosa que también se transmite a las mecánicas extremadamente simples del título. No contamos con minijuegos ni mecánicas alrededor de las acciones que vamos haciendo, no hay matices para la pesca ni para la caza de bichos, simplemente tenemos una experiencia contemplativa que, dicho sea de paso, entra mejor de lo que parece sobre el papel.




La estructura sigue recordando al original en muchas cosas, con misiones de recadero por doquier, pero abrazan el tono del juego y, repito, tengo la sensación de que tiene más chicha que el anterior. Nuevamente, lo que sentimos es una sensación de pausa, de interrumpir todo, de amanecer por las mañanas sin tener en mente absolutamente nada que hacer y dar los primeros pasos a ver qué nos encontramos ese día. De verdad que, juegos así, eran casi impensables hace años, más todavía en occidente, pero a día de hoy, donde todo va tan rápido y todo se devora con tanta ansia, ha surgido este nicho del que los juegos de Shin-Chan acaban siendo de las primeras y mejores recomendaciones que se me ocurren. No me sirve tanto, y es curioso, como primer juego de alguien, por tener una estructura poco habitual en los videojuegos contemporáneos, y tampoco pienso que el juego se haya desarrollado con ello en mente.




Nevado en Carbónpolis es un digno sucesor. Quizá poco valiente, pero si su núcleo, su idea, se basa en la simpleza, no tiene sentido intentar buscar una extraña revolución. Aquellos que jugaran al anterior, quedarán contentos, y aquellos que lleguen de primeras, puede que descubran un género todavía por explorar. En mi caso, creo que incluso podría decir que es mejor juego, pero no ha supuesto, para mí, algo tan especial. No descarto, eso sí, volver a jugarlo en verano, donde creo que entraría todavía mejor, por razones obvias.



Clave de prensa proporcionada por JF Games.

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