El Ori and the Blind Forest submarino.
Día 1 (Tiempo de juego - 25 minutos): Un metroidvania bonito con música bonita y un sistema de combate peculiar. Ori, ¿eres tú? Huele a que me va a gustar mucho porque pertenece a uno de mis géneros predilectos, pero dudo que quede por encima del mencionado Ori and the Blind Forest.
Normalmente el cuaderno de bitácora tiene dos entradas, una correspondiente al primer día y otra a lo que considero es mitad de camino. No es el caso, simplemente porque creía que había escrito la entrada a mitad de camino pero no fue así.
"Un metroidvania bonito con música bonita y un sistema de combate peculiar. Ori, ¿eres tú?". Así eran las primeras impresiones del juego y, sinceramente, no soy capaz de añadir mucho a ello. Song of the Deep es un juego impresionante del que se ha hablado quizá demasiado poco. Desarrollado por Insomniac Games, imaginad un Ori and the Blind Forest pero donde controlamos un submarino con todo lo que ello implica. Adiós a los saltos y a esas nuevas zonas a las que se accedía en cuanto se desbloqueaban mecánicas relacionadas con ello. Manejar el submarino es muy simple, y tan sólo las barreras dificultarán nuestro acceso a dichas zonas. Ya sabéis cómo va esto de los metroidvania: mapas enormes que están a tu disposición desde el principio donde la exploración tiene un fuerte componente. Ir siguiendo la historia te otorgará mejoras que te permitirán acceder a esas zonas bloqueadas en un principio.
El submarino que controlamos no recibe daño por chocarse contra el techo. Todos aquellos que sufrieron los niveles de la esfera de cristal en el Earthworm Jim podéis respirar tranquilos. De hecho, el submarino es bastante rápido y manejable. El gancho será el principal protagonista del juego, permitiendo tirar de palancas, mover objetos y atacar enemigos. Al gancho se le unen otras acciones como un muy útil sónar para encontrar zonas secretas y un repertorio de misiles y bolas de fuego y hielo ideales para el combate y para resolver algunos puzles. De hecho es curioso que el juego se muestre tan preciso y a la vez sencillo cuando le toca entrar en batallas.
13 horas me llevó completar Song of the Deep, de las cuales unas 8 o más fueron explorando y encontrando todos y cada uno de los objetos coleccionables. No os vengáis abajo, sabed que la mayoría de estos coleccionables se esconden de tal manera que acaban siendo pequeños puzles que da gusto completar. No tan espectaculares como los trofeos de enigma de la saga Arkham, pero sí bien lejos de la recolección por la recolección.
Visualmente es estupendo, pero su efecto se reduce si ya has jugado a algo como Ori and the Blind Forest. Musicalmente igual, muy del rollo del juego de Moon Studios. No llega a ser tan bueno en ningún momento, pero que eso no os ciegue, porque Song of the Deep es un juego que no me cansaré de recomendar.
Normalmente el cuaderno de bitácora tiene dos entradas, una correspondiente al primer día y otra a lo que considero es mitad de camino. No es el caso, simplemente porque creía que había escrito la entrada a mitad de camino pero no fue así.
"Un metroidvania bonito con música bonita y un sistema de combate peculiar. Ori, ¿eres tú?". Así eran las primeras impresiones del juego y, sinceramente, no soy capaz de añadir mucho a ello. Song of the Deep es un juego impresionante del que se ha hablado quizá demasiado poco. Desarrollado por Insomniac Games, imaginad un Ori and the Blind Forest pero donde controlamos un submarino con todo lo que ello implica. Adiós a los saltos y a esas nuevas zonas a las que se accedía en cuanto se desbloqueaban mecánicas relacionadas con ello. Manejar el submarino es muy simple, y tan sólo las barreras dificultarán nuestro acceso a dichas zonas. Ya sabéis cómo va esto de los metroidvania: mapas enormes que están a tu disposición desde el principio donde la exploración tiene un fuerte componente. Ir siguiendo la historia te otorgará mejoras que te permitirán acceder a esas zonas bloqueadas en un principio.
El submarino que controlamos no recibe daño por chocarse contra el techo. Todos aquellos que sufrieron los niveles de la esfera de cristal en el Earthworm Jim podéis respirar tranquilos. De hecho, el submarino es bastante rápido y manejable. El gancho será el principal protagonista del juego, permitiendo tirar de palancas, mover objetos y atacar enemigos. Al gancho se le unen otras acciones como un muy útil sónar para encontrar zonas secretas y un repertorio de misiles y bolas de fuego y hielo ideales para el combate y para resolver algunos puzles. De hecho es curioso que el juego se muestre tan preciso y a la vez sencillo cuando le toca entrar en batallas.
13 horas me llevó completar Song of the Deep, de las cuales unas 8 o más fueron explorando y encontrando todos y cada uno de los objetos coleccionables. No os vengáis abajo, sabed que la mayoría de estos coleccionables se esconden de tal manera que acaban siendo pequeños puzles que da gusto completar. No tan espectaculares como los trofeos de enigma de la saga Arkham, pero sí bien lejos de la recolección por la recolección.
El mapa al completo |
Visualmente es estupendo, pero su efecto se reduce si ya has jugado a algo como Ori and the Blind Forest. Musicalmente igual, muy del rollo del juego de Moon Studios. No llega a ser tan bueno en ningún momento, pero que eso no os ciegue, porque Song of the Deep es un juego que no me cansaré de recomendar.
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