Sonic Mania

SEEEEEEEEEEGAAAAAAAAAAA.

Día 1 (Tiempo de juego - Chemical Plant completada): Ojiplático me encuentro ahora mismo. Puede que Sonic Mania tenga un 60 % de homenaje y 40 % de juego real -o quizá incluso más diferencia en los porcentajes-, pero lo cierto es que no me importa. Acabo de vencer a Robotnik -me niego a llamarle Eggman todavía- a una partida de Robotnik's Mean Bean Machine.

Mi nostalgia se está anteponiendo a cualquier otra cosa, pero hay una realidad: Sonic Mania tiene un diseño de niveles tan sumamente increíble que no sé ni qué decir.

(Tiempo de juego - Stardust Speedway): Sonic Mania es increíble. Me he topado estos días con algunos tops de los mejores juegos de Sonic y ponían a Sonic Mania entre los tres primeros. Pensaba que era una exageración y que era una voluntad general de devolver a Sonic al lugar del que nunca debió irse. No es así, Sonic Mania es bueno de narices, y posiblemente es el que tenga el mejor diseño de niveles de todos los juegos que he jugado este año. Lo calculado que está todo al milímetro es casi desquiciante. Un espectáculo.

Cuando lo rejuegue -tiene pinta de que no es muy largo- empezaré a comprobar lo variados que son los mapeados. De momento me estoy tomando Sonic casi como un speedrun.

Sonic Mania es una carta de amor a Sonic, y a toda una generación que creció con las consolas negras de Sega. El componente nostálgico del juego es innegable, pero incluso si quitamos eso nos queda un espectacular plataformas en 2D que sin duda se corona como el más rápido de todos los Sonic que he jugado.

No voy a tirarme el pegote y voy a decir que soy un experto en Sonic. Más allá de la trilogía de Mega Drive y de todas las versiones de Master System mi aventura con el puercoespín se completa con probar algún Sonic en 3D y jugar a algún spin-off como el maravilloso Sonic & All-Stars Racing Transformed o Sega Superstars Tennis. También he probado Sonic Generations, alguno de Game Boy Advance y el Sonic Classic Collection. Probablemente he probado más, pero la realidad es que jugar, lo que se dice jugar y completar, tan sólo la trilogía inicial.

Sonic murió, murió hace tiempo, y su cadáver fue profanado una y otra vez. Es doloroso pero es así. La mascota de Sega empezó su caída en picado al intentar adaptarse a las tres dimensiones, y acabó trabajando para su máximo rival, Nintendo, en cuanto Sega abandonó el mercado del hardware. La prostitución al servicio de la compañía. Años han pasado de todo aquello y ya más o menos hemos asimilado que Sonic y Mario sean amigos, pero la realidad es que Sonic hasta hace bien poco era tan solo un pelele, un don nadie y, lo peor, un meme.

Sonic Mania ha cambiado esta percepción, y está buscando su propio público objetivo. Dudo mucho, salvo que Sega vuelva al hardware, que Sonic vuelva a tener esa repercusión que tuvo en sus años mozos. Su éxito ahora mismo se agarra a la nostalgia, y aunque repito que Sonic Mania es un buen juego por sí mismo es ahí donde alcanza mejores valoraciones.

Ahora bien, ¿a dónde va Sonic? ¿cuál es el plan a partir de aquí? Ya tenemos nuestro Sonic nostálgico con este Sonic Mania. Años y años de espera han tenido que pasar para que PagodaWest Games, Headcannon y Christian Whitehead nos hayan dado un Sonic en 2D que estuviera a la altura de la trilogía inicial -y muchas veces por encima-. Ahora habrá qué ver en qué acaba todo esto, ya que estamos ante el momento más crítico de Sonic. Un punto de inflexión donde todo puede ir hacia abajo de nuevo o puede resurgir entre una comunidad de jugadores que han adorado Sonic Mania.

Pero antes de pensar en el futuro, hay que disfrutar en este presente. Sonic Mania tiene uno de los mejores diseños de niveles que he visto en un videojuego. Sonic -Knuckles o Tails- correrá como nunca en grandes niveles que funcionan como si todo fuera una especie de parque de atracciones temático dedicado a los pinball. Cada movimiento que haces, cada espiral que coges, cada muelle que activas y cada juguetito con el que te chocas está milimétricamente programado para que puedas terminar cada nivel casi sin parar. Los tiempos son magníficos, y aunque a veces parezca que Sonic es un QTE de nacimiento donde sólo tenemos que pulsar una dirección para no interrumpir la carrera lo cierto es que no nos puede importar menos.

La música, las zonas escogidas como si fuera un Greatest Hits de tu artista favorito, las batallas con los bosses o los homenajes continuos no ya a Sonic si no a toda Sega. Desde el magnífico boss basado en Robotnik's Mean Machine hasta una infinidad de easter eggs que harán referencia a títulos como Streets of Rage.

Sonic Mania durante algunos momentos huele a refrito, pero pronto se sacude esa sensación con nuevos añadidos. Lejos de ser un mero juego de Sonic con jugabilidad básica, los desarrolladores han metido suficientes novedades como para que sus alabanzas le lleguen por su trabajo y no únicamente por haber creado un diseño de niveles único. Uno ve las mismas animaciones de los clásicos juegos de Mega Drive y muchas veces los mismos enemigos y puede pensar que haber hecho Sonic Mania era trabajo fácil, pero cuando ve el diseño de los niveles uno se da cuenta de en qué han invertido tanto tiempo para hacerlo.

En Sonic Mania existe el síndrome Sonic. Ese síndrome de "me he terminado el nivel y sólo he visto un 1 % del mismo porque me he dedicado a correr", pero rejugar al juego te permite ver que no es tan así. Sonic Mania es más cerrado de lo que puede parecer. Sí, los niveles son inmensos y con muchísimas posibilidades, pero la sensación es que es más lineal que otros Sonic. Ojo, esto no es algo que me parezca malo en absoluto. De hecho diría que en los Sonic originales todavía no he visto los mapas completos a pesar de haber jugado a los juegos chorrocientas millones de veces. Pararse a buscar e intentar ver todo es directamente incompatible con Sonic.

Uno de los juegos del año. Llevo oyendo que el juego es buenísimo desde que salió, y tenía la sensación de que todo el mundo se había puesto de acuerdo para devolver a Sonic a lo más alto, al fin y al cabo pasó un poco lo mismo -a menor nivel- con Sonic Generations. No, Sonic Mania no es bueno porque la gente quiere que sea bueno. Sonic Mania es bueno porque es un gran juego, y hasta diría que es mi Sonic favorito después del original.