GOTY pero GOTY. Vaya alegría me he llevado con este juegazo creado por Dylan Loney. Es un juego que me ha devuelto, algo más moderadamente, a esos enormes vicios a juegos-droga como The Binding of Isaac. No, no se parece un pimiento a dicho juego, pero si os engancháis tanto como yo entenderéis lo que estoy diciendo.
Comprender Words for Evil es simple, y a la misma vez te da una idea de lo ingenioso que es. Estamos ante un juego basado en los clásicos tableros de mesa de formar palabras usando las letras que se te dan, mezclado con el desarrollo de un RPG con procedimientos aleatorios a la hora de generar las subsecuentes fases.
El 90 % del juego lo pasaremos ante un tablero de letras sobre el que tenemos que formar palabras con las reglas típicas de este tipo de juegos -ni nombres propios ni abreviaturas ni cosas del estilo-. Las letras elegibles han de ser las adyacentes para formar una serie que forme una palabra válida, lo cual hará daño al enemigo que tengamos en frente. El enemigo por supuesto también atacará, y lo hará de forma continuada de manera que nuestra agilidad mental acaba siendo determinante. Por ello, el juego está ideado para que escribas palabras cortas -mínimo tres letras- en lugar de buscar una palabra muy grande.
Venga, a ver quién encuentra la palabra más larga |
Los tableros traen letras coloreadas que activarán diferentes poderes en función del personaje/personajes que estemos controlando. Words for Evil tiene nada más y nada menos que 16 personajes desbloqueables, cada uno con sus habilidades y características diferentes. Además, tendremos un bestiario que debemos rellenar si queremos tener esa bendita sensación del 100 %. Personajes desbloqueables, monstruos registrados en un bestiario, pociones, habilidades a desbloquear... DROGA DURA. Uno de esos juegos que tiende casi al infinito -de hecho no tiene final como tal- y que a la misma vez está bien cuidado en los pequeños detalles.
Pero la cosa no acaba aquí, porque más allá de las características propias de una batalla con sus pociones y sus venenos y toda esa parafernalia tenemos un montón de eventos posibles que, como dije, se van generando aleatoriamente. Herreros que mejoran nuestro equipo, cofres del tesoro que debemos desbloquear encontrando la palabra correcta, trampas que debemos desactivar eliminando un tablero de letras entero y que infringen daño en proporción de las letras que nos han sobrado... las posibilidades de Words for Evil son más grandes de lo que puede parecer a priori.
Aquí la guía del juego |
En el vídeo podéis ver algunos de mis mejores momentos a los mandos de esta preciosa maravilla indie, para que entendáis un poco también con el vídeo de qué va el juego -siempre más fácil que estar describiéndolo durante párrafos-.
No todo es bonito. Al menos no todo es bonito para algunos de vosotros. El juego está en inglés, por lo que más os vale tener un conocimiento extenso de la lengua anglosajona si queréis divertiros tanto con Words for Evil.
No todo es bonito. Al menos no todo es bonito para algunos de vosotros. El juego está en inglés, por lo que más os vale tener un conocimiento extenso de la lengua anglosajona si queréis divertiros tanto con Words for Evil.
Yo quiero más!!!! Y defusar!!!! Me enseñas estas mierdas para que te eche aún más de menos.
ResponderEliminarEs que si no no vienes a verme
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