Resulta que eres un Dios y no tenías ni idea. Pero no un Dios cualquiera, no no, un Dios de unas criaturas entrañables y a la misma vez agresivas que sienten devoción hacia tu persona y que se moverán al ritmo que tú les marques. Esto es en sentido literal.
Avancemos pues en el análisis.
Patapon es un juego diferente. Eso es algo que se ve desde los primeros compases. Es una suerte de juego musical mezclado con juego de estrategia en ese subgénero conocido como "God Game". En un entorno 2D, tendremos que ir dando órdenes a nuestras criaturitas para que vayan cumpliendo sus objetivos, atravesando cada uno de los niveles que nos esperan. El juego no termina ahí, como no podría ser de otra manera, y es que tendremos que afrontar antes de cada misión distintas fases de gestión de tropas, tanto a nivel individual como colectivo, en función de lo que nos vaya a esperar en el nivel.
Seguid leyendo, mis queridos lectores.
Patapon podría catalogarse como un juego de estrategia ya que únicamente nos limitaremos a dar órdenes, pero estamos en un entorno 2D y las posibilidades son limitadas. Cuando uno habla de un juego de estrategia y gestión, enseguida le viene a la mente esas imágenes isométricas de ejercitos peleándose hasta dar caza al rival. Patapon no es así, y depende de algo más por encima del poder de tus unidades, su número o sus armas y equipaciones.
Llega el momento de atacar.
Porque Patapon, de todos los géneros con los que coquetea, habría que catalogarlo como un juego musical, de estos de guardar el ritmo. Si tienes el ritmo tocado vas jodido, y si no lo tienes, pues un poco también porque el juego es difícil un rato. Nuestra función como Dios será la de guiar con nuestros tambores a nuestros hijos. Únicamente usaremos los cuatro botones principales de nuestra PSP para controlarles, dejando la cruceta para controles de cámara. Cada botón hace un ruido diferente -siguiendo el sentido de las agujas del reloj y empezando por el triángulo: Chaka, Pon, Don y Pata-, y la combinación de los mismos en golpes de cuatro formarán órdenes. Podremos entre otras cosas hacerles avanzar -Pata, Pata, Pata, Pon-, ordenarles atacar -Pon, Pon, Pata, Pon- o establecer una posición defensiva -Chaka, Chaka, Pata, Pon-. Vamos, que somos como Justin Bieber: lanzamos nuestros ritmos y unas criaturas pequeñas hacen lo que les pidamos siguiéndolo como zombies.
Todo marcado en compases de cuatro, incluyendo los ataques enemigos y nuestros mecanismos de defensa. Como decía antes, por encima del propio ejército que tengas lo fundamental es llevar el ritmo, y es que si lo mantenemos apropiadamente activaremos el modo Fever en el que todas nuestras habilidades se multiplican, destruyendo ejércitos y monstruos de gran tamaño con mayor facilidad.
Pero amigos, aunque todo esto suena bien, Patapon no es precisamente el mejor juego de la historia. Toca defenderse.
Porque primeramente Patapon es un juego difícil. Muy difícil me atrevería a decir. Y lo es porque requiere de mucho tiempo y paciencia a la hora de avanzar. Más que difícil es un juego tremendamente lento, y mejorar las unidades para afrontar los peligros venideros nos llevará una cantidad de tiempo para mí intolerable. Podemos repetir niveles y acudir a zonas de caza para conseguir materiales necesarios para dicho propósito. Es divertido cuando se hace un par de veces, pero tener que hacerlo como cinco o seis veces entre misión y misión está lejos de lo que considero divertido. También depende de tu gestión bélica, por decirlo de alguna manera, pero el juego requiere que pases igualmente mucho tiempo en misiones secundarias -y en su repetición- por muy bien que se te dé.
Parece que el ataque continua. Que siga la defensa.
Y es que más allá de que parezca un juego que dura 8 horas cuando en realidad está más cerca de las 30, Patapon tiene también algunas cosas en términos jugables que lo alejan de ser la experiencia que prometía en un principio. Primeramente, los Patapon son bastante desorganizados, y si bien acatan tus órdenes al instante notarás que pasan mucho tiempo reorganizándose para volver a desperdigarse en cuanto se inicia un nuevo ataque. El hecho de que cada patrulla tenga su distinto rango de ataque hace que las órdenes no sean igual de eficaces para unos que para otros.
Rítmicamente es muy exigente. Si bien sólo hablamos de compases de cuatro el margen de error de demora o exceso que hay es bastante corto, especialmente en el modo Fever. Además, más de uno se perderá ente tanto grito y tanto sonido externo. Pero lo peor en cuestiones rítmicas es que a veces el juego se descoordina, obligándote a romper tu cadena de combo para volver a retomar todo adecuadamente. Es como si el juego estuviera programado para que los movimientos de avance, ataque y defensa estuvieran predefinidos, pero luego se producen descoordinaciones que se traducen en el fracaso de nuestra misión.
Pero hay que avanzar hacia el final, que no podemos estar todo el día defendiéndonos.
Es un juego tan propio que tampoco merece la pena castigarle por determinadas cosas. Podría haber sido mucho mejor, eso es casi evidente, pero lo que está merece la pena. Eso sí, como te fastidie que se te meta una canción en la cabeza lo llevas chungo.
Yo no me lo pasé pero se me quedó grabado en mi memoria. Nada más leer el título no he podido canturrear eso de pata-pata-pon!
ResponderEliminarA mí me dura todavía. Hasta a veces siento que alguien me toca tambores para que ande por el pasillo.
EliminarUn juego original y divertido, con un aspecto visual muy llamativo que pese a sus defectos es muy disfrutable.
ResponderEliminarA mí me dio lástima porque como dices es original y muy "propio" y queda lastrado por cosas más que controlables. Pero bueno, que está bien y es diferente.
EliminarAiaiaiaiai! que me enfado contigo!!!! un 6?!?!?!?! puñetas!
ResponderEliminarLa verdad es que no puedo ser imparcial, a mi Patapón me impactó muchísimo cuando salió. Un juego de estrategia, rítmico, con una estética molona, para mí lo tiene todo!
Sí, es verdad que tiene algunos defectos, pero a mí me parece superoriginal e interesante! Una pasada.
Me ha encantado leer sobre este juego. Buenísima entrada... aunque insisto en que ese 6 es en realidad un 9 que se te ha torcido :P
No te voy a engañar, si fuera un juego que hubiera pillado en el momento de su salida con una PSP recién comprada o algo así seguramente me hubiera gustado más y no me hubiera importado echarle la cantidad de horas que exige. Pero habiéndolo jugado con una PSP dejada para una temporada, el hecho de repetir las misiones trescientas millones de veces se tradujo en una sensación de pérdida de tiempo injustificada.
EliminarPero la originalidad no hay que quitársela en ningún momento. He jugado a poco de la PSP todavía pero de momento es el juego más "especial" que he visto. No me odies tanto :D