Counter-Strike

Una de mis némesis para celebrar la entrada número 700 de este BloJ.

El Counter-Strike. Ese juego que salió en el año 2000 como un mod de Half-Life y que ha estado presente ya nada más y nada menos que catorce años con nosotros con servidores plagados todavía de gente que lo juega. Para que luego me ponga a decir que los juegos multijugador son efímeros y mueren al poco de salir.

¿Cuántos análisis podéis leer del Counter-Strike? De todas clases además, pero... ¿Cuántos podéis leer de un novato que lo ha jugado catorce años después de su lanzamiento? Bueno, miento un poquitín porque lo había jugado un poco en casas de diversos amigos, pero lo que es ponerme en serio no ha sido hasta ahora. También hay que tener en cuenta que al Source sí he jugado más, pero a éste, el 1.6 que se dice, casi que nada.

El juego que añadió una acepción más en el diccionario a "plantar"

No voy a juzgar tanto si el juego es bueno o no, y me voy a centrar en cuál es la posible experiencia de cualquier jugador que intente meterse en el noble arte del Counter-Strike a estas alturas de la vida. Sí, la experiencia es bastante dura y bastante inaccesible, sobre todo teniendo en cuenta que no es un juego complejo en absoluto. Que me digáis que el DotA2 es inaccesible lo puedo entender, o el Starcraft, pero son ya juegos densos de por sí. El Counter es lo que es, y es inaccesible porque la gente lo lleva jugando catorce años, así que han tenido tiempo de practicar antes de que yo irrumpa en sus servidores.

Es curioso lo mucho que les llama la atención el hecho de que entres a un servidor y avises de que eres nuevo. Te suelen contestar preguntándote qué te ha llevado a tardar tanto en jugar a un juego del año 2000, y sobre todo por qué teniendo el Counter-Strike: Source y el Global Offensive hayas decidido acudir al ya manido 1.6. Esto conviene decirlo para intentar que no te peguen, porque siempre está el típico que te pone a parir porque no sabes donde está A o B (no me voy a poner a explicar el Counter a estas alturas, lo siento chicos). Si bien no recibí grandes insultos durante mi estancia notaba miradas acusadoras entre mis compañeros de equipo. Bueno, cybermiradas.

JESULIN DE UBRIQUE

Así que ahí iba yo, todo decidido a triunfar como una nueva promesa. Un mesías del Counter-Strike que ha tardado más de una década en llegar. Cargaba el nivel y... ¡zasca! La pantalla de compra de armas y equipo que había olvidado y que tantos quebraderos de cabeza me daba. Yo veía a la gente salir corriendo nada más empezar y yo me quedaba solo comprando mis armitas, sin saber qué narices hacía. Pronto ya descubres esos botones de compra automática y compras en dos microsegundos, pero esa primera vez es tremendamente angustiosa para el ser humano.

¿Qué es lo siguiente que vas a ver en el Counter? Una vez te has acostumbrado a comprar rápidamente, sales con toda la escuadra y te percatas de que todos van con una granada en la mano y la tiran a puntos concretos del mapa. Sí, lo que pasa es que todo el mundo sabe perfectamente cuál es el punto donde fuerzas terroristas y antiterroristas se encuentran en cada uno de los mapas, y siempre hay algún joven desangelado que se come una de esas granadas. Por supuesto si te ha dado una sobredosis de valentía y has ido a todo trapo en un frenesí de adrenalina probablemente te hayas comido una de ésas, o tendrás una pantallita muy blanca y bonita debido a una granada cegadora.

Poca broma con esto

¿Y después? Considerando que has sobrevivido a esa primera masacre compactada, viene lo verdaderamente divertido. Verás como la gente se dedica a disparar a las paredes, a las puertas, a los techos y a un montón de sitios raros, y es que el Counter-Strike ya se ha convertido en un juego de disparar a todo menos a los jugadores. ¿La razón? que en el Counter las balas atraviesan paredes, puertas y cajas, y la gente se conoce perfectamente los lugares donde se posicionan los enemigos, por lo que es más probable que seas asesinado por una de esas balas que atraviesan cosas que en un combate frente a frente. Yo como no quería desentonar hacía lo mismo, pero no os diré que lo hice con mucho sentido. Eso sí, yo ponía cara de saber lo que estaba haciendo siempre.

Y así es básicamente como está a día de hoy el Counter-Strike. Al menos el 1.6. Es básicamente un juego que lo petó tanto que sus fallos no son tenidos en cuenta. La gente simplemente asimiló los fallos y supo como contrarrestarlos. Sabe dónde hay que disparar para que las armas de precisión mejorable no fallen. No es de extrañar que cuando salió el Counter-Strike: Source que mejoró todos estos fallos los fanáticos del 1.6 no lo recibieran con los brazos abiertos, ya que veían invadido su tiempo gastado en sobreponerse a ellos. Hubiera sido más divertido jugarlo allá por el 2000 cuando no estaba la cosa plagada de gente que disparaba a los techos y paredes, pero a pesar de todo conseguí algunas buenas partidas en momentos de inspiración divina, llegando a quedarme segundo en una de ellas (confeti y fuegos artificiales). Pero vamos, mi ratio era más o menos de cuatro muertes por cada enemigo que mataba, no os penséis que yo sé jugar a esto. En cualquier caso, no seré yo quien dude de la tremenda calidad de este juego y su atrevimiento por salirse del deathmatch que tan impuesto estaba por entonces.