Arnold Palmer Tournament Golf

Uno de los primeros juegos deportivos en contar con el apadrinamiento de una figura famosa del mundo del deporte. Arnold Palmer en el resto del mundo y Naomichi Ozaki en Japón. Apadrinamiento y ya.

Como podréis intuir por lo que decía en la introducción, nada tiene que ver Arnold Palmer o Naomichi Ozaki con el juego en sí. Tan sólo prestaban su imagen a la portada y al rótulo principal del juego. Estamos ante uno de los primeros juegos que aparecieron en Mega Drive, allá por 1989, obra de la propia Sega, y que suponía un buen referente hacia dónde debían ir los juegos del estilo. Puede que con el paso de los años y sobre todo con la aparición de mejores títulos de golf  el juego haya caído bastante en el olvido, pero hay que tener en cuenta la importancia que tuvo en su momento.

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Básicamente dos son los modos de juego que hay: modo práctica y modo torneo. Si no me equivoco y mi experiencia así me lo dice, el modo torneo es interminable, por lo que simplemente nos dedicaremos a recaudar una fortuna con nuestro jugador personalizado (bueno, sólo el nombre, pero ya es algo) además de recibir como regalo distintos juegos de palos de golf. Conforme vamos avanzando vamos recibiendo mejoras en forma de mayor potencia y alcance de nuestros golpes, lo cual choca un poco con el desarrollo lógico de los acontecimientos, y es que cuesta bastante pillarle el truco al juego. Una curva de dificultad bastante rara e inusual para un juego de golf.

Riz en su flamante carrera hacia el estrellato

El principal problema que recae inmediatamente sobre la dificultad y la jugabilidad es la ausencia de guías visuales que nos permitan elegir la mejor de los opciones. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de juegos de golf, aquí se nos ofrecen todos los palos sin ningún tipo de ayuda que nos sirva para decidirnos por cuál es mejor en cada situación. Además, no hay líneas que te ayuden a orientarte en el propio green, por lo que muchas veces todo pasa por la intuición. Esto acerca más el juego a la simulación, pero el tiempo ha dado la razón y ha fijado un componente mucho más arcade para los juegos de golf.

ZASCA

En relación a lo anterior, esto que voy a decir es un poco generalista pero es lo que pienso: el golf aburre a mucha gente (aunque cada vez menos), y si alguien se pone a jugar a un juego de golf es muy probable que lo haga sin tener grandes conocimientos. La ausencia de ayudas y la experiencia más cercana a la simulación es lo que hacen que este Arnold Palmer Tournament Golf sea un juego que reciba pocas recomendaciones a pesar de tener buenas virtudes. De que se quiera haber aprendido a dominarlo uno puede haberse aburrido varias veces por el camino.

Gráficamente es bastante notable, excepto en cuestiones de dimensiones y medidas del siempre necesario horizonte. Orientarse en el mini mapa del green y en la pantalla donde vemos a nuestro golfista muchas veces es más difícil que meter la pelota en el agujerito. Jugablemente, más allá de los problemas ocasionados por la ausencia de ayudas, el sistema de golpeo mediante la barra de potencia que no retorna hace que los tiros más precisos sean verdaderamente difíciles de acertar, especialmente cuando usamos el putter.

El putter es un hijo putter

Con sus fallos, es un juego bastante curioso que tiene un componente de inmortal gracias a la variedad de situaciones que se pueden dar. El viento jugará un papel importantísimo en este componente de rejugabilidad. Además, hay un número considerable de campos con todo tipo de obstáculos que lo hacen variado. En definitiva, no es mal juego, pero fue sobrepasado por muchos otros en poco tiempo.