Hulk Hogan vs El Último Guerrero, Stallone vs Schwarzenegger, Judas Priest vs Iron Maiden, Alien vs Predator, ¡¡¡¡ROBOCOP VERSUS TERMINATOR!!!!
Además desarrollado para Mega Drive. Los que teníamos la consola negrita podíamos reírnos por una vez de los de Super Nintendo que jugaban al port. Como si hubiera mucha diferencia entre uno y otro (bueno sí, en este caso sí que la había), pero bah, te hacía eso sentir muy pro por allá por 1993 cuando apareció el juego. Una época donde la palabra "cyborg" ya era suficiente motivo como para ponerse a ver una película. RoboCop contra Terminator, de verdad, eso era la leche. Es como si ahora os dicen "Amelie contra Russian Red". Una bomba de relojería incontrolable que aunaba los héroes robóticos de toda una generación, un combate a muerte que, además, sólo se había producido en consolas. El eterno "mi papá puede a tu papá" llevado al extremo.
¿De qué va la cosa? Pues está mucho mejor de lo que podías esperar, hasta el punto que uno se sorprende de que no haya salido nada así en las pantallas de cine. Simplemente, los mundos de RoboCop y Terminator se unen por el hecho de que parte de la tecnología empleada para hacer RoboCop la usó Cyberdine para crear su Skynet que acabaría con la humanidad tal y como la conocemos. Manejaremos a RoboCop a lo largo de unos cuantos niveles aniquilando tanto a macarras de turno como a máquinas de matar enviadas por Skynet desde el futuro (hasta que tengamos que ir directamente a por él y nos las veamos putas con tanta ofensiva mecánica que hay en su época).
¡Violencia! Así se vendía el juego, y así llegué yo a él, porque dentro de mi cuerpo curtido en mil cenas de nochevieja se encontraba un ser ansioso de ver violencia en su consola. RoboCop Versus Terminator le gustaría a Verhoeven, así que con eso ya digo bastante de qué va la cosa. Los armotes de RoboCop hacen pedacitos a los pandilleros y llenan de sangre las ventanas de sus víctimas. Y por falta de repertorio desde luego no va a ser, porque contamos con tantas armas de tantos efectos que cuesta decidirse. En este aspecto, podemos llevar dos, y se nos requerirá conocer los viejos trucos de los viejos jugadores de cambiar al arma secundaria en el último momento para que al morir se nos quite ésa que no queremos tanto como la principal.
RoboCop Versus Terminator destaca por sus gráficos y su jugabilidad. Cuando uno ve sprites tan grandes y gráficos tan potentes tiende a pensar que la jugabilidad se va a ver perjudicada, pero RoboCop es bastante más ágil de lo que podríamos esperar, y todo es más esquivable de lo que en principio podrías temer. Aún así, es mejor que uses los primeros niveles para conseguir un buen manojo de vidas (como veinte o así está bien) porque los últimos niveles son un infierno donde ir de correprisas puede ser a veces la mejor opción, sobre todo teniendo en cuenta que RoboCop parece haber sido diseñado para ser un tragadero de balas. Busca los niveles secretos que te darán vidas extra y procura llegar con un equipo decente a la parte del final, y sobre todo, no cometas el error de equivocarte a la hora de cambiar de arma, porque si acabas en el último nivel sólo con la pistola me atrevería a decir que la cosa es imposible.
Hay muchas referencias a Terminator y RoboCop, pero es la segunda franquicia la que más brilla. Nos enfrentaremos a un montón de enemigos que hemos visto en las películas de RoboCop (incluyendo el robot que no sabía bajar las escaleras), tanto de la magnífica primera como de sus deficientes secuelas. La aportación de Terminator es más discreta, y no nos veremos las caras con ningún T-1000 ni nada por el estilo. Una pena.
Ganará Terminator siempre espero.
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